Macro

Manuel Bengolea: “El Banco Central tiene espacio para un recorte más, de 25 puntos base, y no va a servir mucho”

Para el experto, la tasa de interés sólo “acelera o posterga” las decisiones de gasto e inversión, pero no modifica la expectativas. Su vaticinio es que Chile crecerá este año “algo más que el 2%”.

Por: Narayan V. Caviedes | Publicado: Jueves 23 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Como el escenario externo “es incontrolable”, Manuel Bengolea prefiere enfocarse en las variables internas para explicar el bajo dinamismo e intentar anticipar la expansión del Producto durante este año.

Y si bien son varios los protagonistas del pobre crecimiento, uno de ellos es, según el economista de Octogene, el preponderante: las bajas expectativas de consumidores, empresarios e inversionistas.

Para Bengolea, responsable de lo anterior son las reformas promovidas por el gobierno, razón por la que la solución estaría también en manos de la actual administración. “La acción a tomar es clara: modificar el discurso”, plantea el analista, quien reconoce, eso sí, que “probablemente no hay piso político para eso”.

Descartada esa solución, el economista aborda el papel que podría jugar la política monetaria del Banco Central, lugar donde trabajó nueve años. “El BC tiene espacio para un recorte más, de 25 puntos base, pero eso no va a servir mucho”, advierte.

¿Qué podría entonces dinamizar la economía? Bengolea cree que la carrera presidencial, sumada a un leve repunte en el consumo y la inversión, lo que llevarían a Chile a crecer este año “algo más que un 2%”, según su proyección.

- ¿Cómo analiza el actual escenario económico?

- Hay dos elementos centrales. Uno es la parte externa, que son los elementos que uno no controla, como son el precio del cobre y qué pasa con la economía china, por ejemplo. La otra parte es la endógena, referida a qué puede hacer la autoridad para imprimir mayor aceleración a la economía. Llevamos mucho tiempo con niveles muy deprimidos de actividad y no ha mediado ninguna crisis externa como para justificar eso, lo que dice que el problema es interno.

- En lo interno hay una serie de variables, como las bajas expectativas de consumidores y empresas, la desconfianza con las instituciones y el mundo privado, la relación del dinero con la política, las reformas. ¿Cuánto de eso se puede modificar?

- Hay un tema muy relevante, que es la confianza de consumidores, inversionistas y empresarios. Como dijo muy bien hace un tiempo el Banco Central, lo esencial es que consumidores y empresarios vuelvan a confiar, para gasten e inviertan y, por esa vía, se dinamice el crecimiento.

- ¿Y cuál es la fórmula?

- Yo haría un análisis crítico del impacto de las reformas. El gobierno se tiene que hacer cargo y reubicar el crecimiento económico en la parte central de la agenda. Y eso no pasa por declaraciones de intenciones, sino que por señales reales, creíbles y costosas.

- ¿Costosas?

- Que para la autoridad política sean costosas. Por ejemplo, decir que la reforma tributaria fue mala y hay que evaluarla. Y, de una vez por todas, dejar de lado este discurso que el Estado es capaz de proveer todas las soluciones, cuando en realidad no lo es. Eso no significa deshacer las reformas, sino que hacer una reforma laboral moderna y una reforma tributaria inteligente, además de promover una reforma política. El tema de fondo pasa por recuperar la confianza en las instituciones.

- ¿Y cómo se recupera la confianza en el sector privado, ligado a casos de corrupción, colusión y abusos contra consumidores?

- Todos tienen su culpa. Es un esfuerzo que también tienen que hacer los empresarios por mejorar la imagen, tal como la tiene que hacer el Estado.

- Lo que propone no está en la agenda del Ejecutivo. Lo que sí hay, es la intención que la política monetaria juegue un rol preponderante, por eso se expandió moderadamente el gasto. ¿Fue la mejor decisión?

- La decisión de invertir y de consumir tiene que ver con el ingreso permanente, es decir, cómo veo las perspectivas de futuro. Lo que hace la tasa de interés es adelantar o retrasar esa decisión, pero si no tengo buenas expectativas, no me endeudo para comprar una casa. La política monetaria y la fiscal están agotadas.

- La política monetaria, ¿incluso con nuevos recortes?

- Hay poco espacio para que el Banco Central baje más la tasa. Creo, al contrario de lo que cree el mercado, que el Central tiene espacio para un recorte más, de 25 puntos base, y no va a servir mucho.

- ¿Se equivocó Valdés con su apuesta de darle espacio al BC a través de la TPM?

- La posición de Valdés es complicada, porque él tiene que cautelar el gasto fiscal, porque al ritmo de expansión que estábamos no podíamos seguir. Lo que el ministro estaba haciendo era, en forma implícita, pedirle ayuda al Banco Central para que baje las tasas. Pero, reitero, la política monetaria y la fiscal están agotadas.

- ¿Cómo los agentes pueden recuperar la confianza?

- Aquí lo que trancó la economía fueron las reformas apresuradas y diagnósticos relativamente erróneos. Si eso fue la causa, la acción a tomar para revertir eso es clara: modificar el discurso. Que no hay piso político para eso, probablemente no lo hay.

- Definitivamente no lo hay, menos en un año de elecciones...

- Así es, pero hay que ver cómo termina este gobierno. El mercado, así como apuesta por resultados en el escenario económico, también lo hace en el ambiente político. Y si el mercado percibe que el próximo gobierno será uno de cambios positivos para la macroeconomía, posiblemente se anticipe algo.

- ¿Crecemos este año al 2%, más o menos?

- Más del 2%, porque los consumidores no estuvieron tan mal como esperábamos, lo que se va a reforzar este año y, lo más importante, los empresarios van a tener que invertir, porque tienen que mantener el stock de capital vigente. Eso sí, si hay un shock externo negativo esto podría cambiar.

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