Macro

Marshall: “El gran riesgo para el plan del gobierno es su estilo de gobernar con los amigos”

El economista distingue dos estilos en la administración Piñera: el que convoca a todos; y el que excluye porque “no piensa como yo”.

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Lunes 9 de julio de 2018 a las 04:00 hrs.
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Las últimas cifras de actividad, con una expansión de 4,9% en mayo, tienen optimista a Jorge Marshall. Pero solo en el corto plazo.

El exministro de Economía y exvicepresidente del Banco Central, plantea que el buen ritmo que trae la economía probablemente se traducirá en un avance de 4,5% en el primer semestre y en torno a 4% para el año completo.

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“Este panorama obedece a un bajón que tuvo el crecimiento entre mediados de 2016 y mediados de 2017. Estamos observando las consecuencias de la salida de ese bajón, que se produjo a fines del año pasado. Eso se irá moderando hacia el segundo semestre de este año y será más visible en las comparaciones interanuales a partir del segundo semestre”, señala el experto.

El doctor en Economía de la Universidad de Harvard es claro en advertir que los fundamentos de la economía no han variado.

“En ese sentido, la pregunta que el mercado se hace es si lo que vemos es un fenómeno cíclico o un cambio tendencial. La información que hay hasta el momento nos indica lo primero, que no hay un cambio de tendencia”.

- ¿No ve entonces un cambio en los fundamentos de largo plazo de la economía?

- No hay un cambio en el largo plazo.

- ¿Qué falta para que se genere ese cambio?

- El menor crecimiento se produce por el fin del superciclo de los commodities. Ese empuje a la inversión deja de estar actuando a partir del 2014 y eso crea un nuevo escenario que es estructural, en el sentido de que en ausencia de un empuje del escenario internacional la economía no tiene motores con suficiente dinamismo para mantener un crecimiento al nivel de la expansión mundial, se va quedando rezagado respecto los países comparables.

- ¿Y no ha generado un cambio la llegada de un nuevo gobierno?

- No hay un cambio respecto de lo que ha sido el modelo de crecimiento desde el año 90, que está basado en las ventajas comparativas del país, las que tienden a agotarse. La posibilidad de generar nuevos impulsos depende de la acción coordinada de distintas inversiones que se produzcan en torno a determinadas actividades. Y esa acción coordinada no ha estado en la discusión de nuestras políticas. No depende de la acción individual ni del gobierno ni del sector privado.

Las dos almas del gobierno

- El nuevo gobierno habla de retomar la política de los acuerdos e, incluso, diseñó una comisión de Desarrollo Integral con exministros de la Concertación. ¿Lo ve factible?

- El gobierno durante la campaña presidencial hace un planteamiento a la sociedad, cuya oferta fue respaldada con un resultado contundente en la segunda vuelta.

Ahora, esa oferta estaba en sintonía con la sociedad al momento de formularse, pero yo creo que el problema es que hasta el momento en los primeros tres meses de gobierno la estrategia para materializar esa oferta de campaña ha seguido dos estilos muy distintos.

Por un lado, el estilo de convocar a todos, que para que Chile avance el Estado tiene que actuar en conjunto con la sociedad y todos están invitados para lograr este propósito. En ese estilo están los ministros de Vivienda, Cristián Monckeberg, y de Desarrollo Social, Alfredo Moreno.

Pero por otro lado, está la posición de gobernar con los amigos, no gobernar con todos.

- ¿A qué se refiere con “gobernar con los amigos”?

- A que cualquiera que no piensa como yo, me incomoda y, por lo tanto, trato de excluirlo. Ejemplos de esto es lo que le pasó a Andrea Repetto en el Consejo Fiscal Asesor (a fines de mayo no se le renovó la presidencia de la instancia). También lo veo en el estilo que ha mostrado la Dirección de Presupuestos (Dipres) en temas como el déficit estructural y las presiones de gasto. Eso es gobernar con los amigos para los amigos. O sea, tener a los amigos como referencia y a los demás como objetos de crítica y cuestionamiento permanente, lo que es muy distinto a gobernar con todos.

- ¿Ve dos almas en el gobierno?

- Podría ser… Hay dos almas que se están incubando. Dicho eso, ¿pueden convivir estos dos estilos? La verdad que no porque entran en choque. Uno se va a terminar comiendo al otro.

El gran riesgo para la concreción de los planes del gobierno está dentro del mismo gobierno, en este estilo de gobernar con los amigos.

- ¿En cuál de estos dos estilos cree que se inscribe el equipo económico?

- Diría que más en el segundo estilo. Lo que ocurre con la Dirección de Presupuestos, con su estilo más confrontacional, y lo que ocurrió con el Consejo Fiscal Asesor, son signos de que se está en un estilo de gobernar con los amigos.

El equipo económico se ha ido inclinando más hacia el estilo de convocar a los amigos. Por ejemplo, el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, está obsesionado con el punto de partida, a propósito de las cuentas públicas. Todos estos son episodios confrontacionales que no dejan ganadores y eso no le conviene al gobierno, no aportan a lo sustantivo de la agenda social del gobierno y no generan el ambiente necesario para que esa agenda fructifique, más bien la entorpecen.

- En este escenario, ¿se declara optimista o pesimista para la economía en el largo plazo?

- El gobierno no tiene una estrategia para asegurar el crecimiento de la productividad en el mediano plazo. La Comisión de Desarrollo Integral no es lo suficientemente representativa. Yo soy más bien optimista para el corto plazo, para este año y el próximo.

"La guerra comercial es para estar preocupado, riesgos han aumentado"

- ¿Cuán preocupante es una guerra comercial?
- Es para estar preocupado porque es un escenario en el cual los riesgos claramente han aumentado. Eso puede afectar el precio de los productos de exportación de Chile, a pesar de que todavía es prematuro hacer cualquier anticipo.
Sin embargo, el escenario central sigue siendo que la confrontación no tiene un efecto significativo en la marcha del comercio y crecimiento mundial. Pero obviamente el nivel de riesgo es alto y ha ido aumentando. Estos procesos se gatillan de una manera que posteriormente puede que nadie los pueda controlar, son muchos los países que han ingresado a esta disputa comercial.
- ¿Se puede terminar desbordando la situación global?
- Ya se han sumado varios países, ya hay muchos actores potentes como India y Canadá. Lo importante es si la guerra comercial como hoy la conocemos puede escalar a algo significativo para la actividad y el comercio mundial. El escenario central es que aún se mantiene acotado.
- ¿Es para preocuparse el alza que ha mostrado el dólar? ¿Le puede terminar pegando fuerte a la inflación en los próximos meses?
- Es muy importante señalar que el aumento que hemos observado en la inflación se debe al tipo de cambio y no a un cierre de brechas de actividad, no estamos en presencia de un cierre de brechas. No estamos en presencia de un aumento de tasas, el Banco Central tiene que poner mucho énfasis en la meta de inflación y en la credibilidad de la misma. De modo que no sea por efecto del tipo de cambio que la inflación llegue al 3%, sino por mayor crecimiento de la actividad.
- ¿No amerita entonces todavía que el Banco Central reaccione con un alza de tasas este año?
- No debiese ser una materia de preocupación ni de reacción de la política monetaria. El planteamiento de algunos analistas de que este movimiento de la inflación lleve a adelantar el alza de tasa es un error.

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