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Massad: “El programa de Bachelet se acerca a lo que me gustaría que ocurriera en términos de menor desigualdad”

Afirma que los ministros de Estado no pueden achacar a la presidenta electa la baja de la inversión, dado que los síntomas de desaceleración vienen presentándose desde hace dos años.

Por: Por Cristián Bastías Flores
 | Publicado: Lunes 16 de diciembre de 2013 a las 05:00 hrs.
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Esperanzado en que el programa de Michelle Bachelet enfrente de buena manera el desafío que tiene el país en materia de desigualdad. Así se define el economista y ex presidente del Banco Central, Carlos Massad, quien le resta dramatismo a la propuesta de reforma tributaria de la abanderada de la Nueva Mayoría y, al contrario, la califica como indispensable para enfrentar los temas pendientes en de salud y educación.

- ¿Cuál era el programa económico que a su juicio le convenía más a Chile?

- Yo le doy bastante importancia a la mala distribución del ingreso y la riqueza en Chile para resolver otros problemas, como la seguridad ciudadana y evitar en el futuro explosiones populares complicadas. Desde ese punto de vista yo creo que el programa de Michelle Bachelet es mucho más favorable para el país que el de Evelyn Matthei, pensando en que ambas son personas inteligentes y bien intencionadas. Conozco también a Evelyn Matthei y tengo el mayor respeto por ella, pero me parece que el programa de Michelle se acerca más a lo que a mí me gustaría que ocurriera en términos de menor desigualdad, menor segregación y menor discriminación.

- En ese sentido, ¿la reforma tributaria es necesaria?

- A mí me parece que es indispensable. No veo cómo podríamos mejorar fuertemente la educación, la salud, que son demandas importantes de los chilenos. No sé cómo podríamos dar acceso a la educación a todo el mundo sin una reforma tributaria, no se puede.

- ¿Le preocupa la reforma tributaria que propone Michelle Bachelet?

- Yo ya estoy básicamente retirado, por lo que desde el punto de vista personal para mí este tipo de cosas no tienen un efecto complicado. Pero mirando el país en su conjunto yo diría que no, no me preocupa. Lo que sí quisiera ver es cuál es el resultado de esas propuestas cuando vayan al Congreso, porque los problemas están en los detalles. Las grandes propuestas son interesantísimas pero el problema es cómo se materializan y cómo se llevan a concreto.

- Entrando un poco en detalle, ¿qué le parece este aumento del impuesto a las empresas y el recorte a los tributos de las personas? ¿es algo positivo reducir esta brecha que existe?

- Sin duda, yo sería partidario de igual impuestos a empresarios y personas, de modo que no haya incentivo para traspasar ingresos de un lado a otro con el fin de evitar impuestos. Yo haría lo que se hace en otros países, las tasas personales y de empresas son las mismas.

- Respecto al impuesto de timbres y estampillas, ¿cuál es el beneficio de que se aumente?

- El impuesto de timbres y estampillas es un impuesto bastante ineficiente, en el sentido de que induce a no realizar los trámites legales o formales necesarios, pero recaudan y uno de los temas es recaudar la plata, entonces probablemente desde ese punto de vista sirve. En principio el impuesto de timbres y estampillas debería convertirse en subsidios en vez de impuestos, porque eso induciría a la gente a legalizar todo, a formalizar todo, a tener empresas formales y no informales, por lo tanto, facilitaría el cobro de impuestos a todo nivel. Sobre todo pensando que en Chile tenemos una informalidad bastante grande.

- Respecto al FUT, que ha sido centro de las críticas, ¿sigue estando vigente o hay qué eliminarlo?

- El FUT se creó en una situación muy especial, cuando se necesitaron de incentivos muy fuertes para la inversión. Ahora, el FUT se agrava por el hecho de que los impuestos son distintos entre empresas y personas. Si uno iguala esos impuestos, el FUT dejaría de ser tan importante. Por otra parte, yo creo que muy sabiamente el programa de Michelle Bachelet lo plantea como un movimiento hacia el fin de su período, de modo de observar qué pasa con el resto de la reforma tributaria antes de dar ese paso al final. Yo creo que eso es una cosa muy sabia de hacer, tomando en cuenta que la eliminación del FUT puede ser considerada muy agresiva por parte de las empresas que ocupan este mecanismo
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- ¿Pero puede afectar la inversión, particularmente?

- El FUT ayuda a la inversión en el sentido que son recursos que se eximen del global complementario, por lo tanto, son recursos públicos que son usados por el sector privado, y el sector privado puede ser relativamente eficiente en el uso de esos recursos, entonces eso ayuda a la inversión. Pero, mirado a más largo plazo, la discusión sobre si el FUT debe existir o no, hace que sea menos útil para promover la inversión. Ahora, si uno combinara, por ejemplo, un aumento en el impuesto a las utilidades de las empresas y una baja más importante de los impuestos a las personas. Creo que si se igualara el impuesto de las empresas a 30% y el máximo de las personas a 30%, creo que se ganaría en términos de la recaudación tributaria una enorme cantidad de dinero y, al mismo tiempo, se haría desaparecer un estímulo negativo al cruzar platas de un lado para otro para evitar impuestos.

- Otra preocupación que se ha dado entre los mismos economistas es la velocidad con que se planean hacer estos cambios, ¿son suficientes cuatro años?

- A ver, ¿son suficientes cuatro años para hacer una presidencia de la República? Yo creo que va más por ahí que por el lado de si se puede hacer una reforma tributaria. Porque la reforma tributaria la tiene que hacer un presidente, no la pueden hacer dos, a menos que se garanticen que son dos de la misma línea. Creo que un gobierno de cuatro años induce a políticas de tipo paliativas que son las que básicamente ha usado este gobierno.

“Es muy probable un PIB bajo 4% en 2014”


-El Banco Central en el último IPoM recortó su proyección de crecimiento para 2014 a un rango entre 3,75% y 4,75%, ¿en cuánto cree usted que crecerá la economía el próximo año?

- En Chile hemos tenido tres motores de crecimiento importante: el primero es el gasto en consumo. A medida que la propia economía se ha ido recuperando y se reduce el desempleo, el consumo crece y ese ha sido un motor importante. Un segundo motor importante ha sido el terremoto y el maremoto, que forzaron un fuerte incremento de la inversión pública por la reconstrucción. Y tenemos un tercer motor que ha sido la inversión que ha estado bastante fuerte en los años relativamente recientes, a pesar de que mostró hace poco más de dos años señales claras de debilitamiento. Entonces, de estos tres motores, el terremoto desapareció y otro, la inversión, está débil. Nos queda un tercer motor que es el consumo y que alcanzó su punto más alto en 2013 y es difícil que siga creciendo al ritmo que venía. En ese contexto, no me cabe ninguna duda que el crecimiento de 2014 va a ser menor que el de 2013 y hay una alta probabilidad de que esté por debajo de 4%.

- ¿Es preocupante este menor dinamismo de la economía?

- Para todos los que quieren una economía que crezca a 8% es preocupante, pero hay que pensar que la economía chilena tiene promedios de crecimiento de plazos largos muy buenos cuando son del orden de entre 4% y 5%. De modo que crecer un año bajo 4% no es una tragedia ni mucho menos. Ahora, esto sí implica algún efecto en el desempleo y eso sí es negativo, porque los sistemas para proteger a los desempleados aún son muy deficientes.

- En este contexto, ¿qué le parece que dos ministros planteen que en la caída de la inversión impactan las propuestas de Michelle Bachelet?

- Creo que tiene que mirar las cifras y los estudios. En realidad esto viene produciéndose hace dos años. Los signos de los estudios de proyectos son clarísimos. Ya se sabía que venía una caída en la inversión, de modo que no se puede achacar a un programa presidencial particular la culpa de haber producido una baja en la inversión. No se puede negar que los programas presidenciales tienen algún efecto, pero lo que ocurre hoy ya se sabía hace dos años y mucho antes que estos programas se formularan. De modo que si hay un efecto de estas propuestas, tiene que ser absolutamente secundarios.

- Pero Felipe Larraín, además de ministro, es un economista respetado, ¿a qué se debería este tipo de afirmaciones?

- Es que es un economista respetado, pero comprometido también con un gobierno, o sea, es también un político. Yo creo que ahí hay un predominio de su obligación política sobre su capacidad profesional, que nadie la desconoce.

"Pronto debería haber bajas adicionales en la TPM"
- ¿Qué le parece el manejo de la política monetaria que ha tenido el Banco Central?
- Yo creo que el Banco Central se ha movido con prudencia, se ha movido bien. En algunos casos yo hubiera hecho movimientos de tasa algo distintos, pero entiendo perfectamente las dificultades que uno enfrenta cuando hace política monetaria.
- ¿Está de acuerdo con las dos bajas de la tasa de interés que realizó el emisor en octubre y noviembre?
- Yo habría dicho que se iban a dar antes, pero se dieron y se dieron bien. E incluso creo que se deberían dar otras bajas adicionales.
- ¿Para cuándo?
- Pronto, porque esto actúa con rezago. No me hace mucha diferencia si es en diciembre o si es enero, lo que sí me hace diferencia es que se haga en enero o en junio. Uno no puede decir que por un mes de diferencia hay un error de política, no.
- ¿Cuál es el piso que usted prevé para la tasa de interés?
- Imposible decir, uno va recibiendo datos nuevos todo el tiempo. Yo creo que la tendencia debe ser a la baja, pero podría decir exactamente cuánto y en qué momento.
- Uno de los puntos en contra para nuevas bajas de tasas es un aumento de la inflación. En estos momentos se ve una normalización de los precios, ¿si sigue subiendo el dólar, no será este un problema para bajar la tasa?
- La meta es 3%, no sé por qué nos preocupamos si en 2013 se llega a 2,6% o 2,8%. Yo creo que debiéramos preocuparnos si fuera 1% ó 0%, o si fuera 5% ó 6%, pero si estamos dentro del rango entre 2% y 4%, no es motivo de preocupación.
- ¿No habría problema para bajar la tasa entonces?
- La inflación puede aumentar si hay una baja en la tasa de interés, pero si estamos en un rango del 2%, que aumente la inflación es bienvenido, ya que la meta es de 3%. Yo creo que la inflación en este minuto no debiera ser la preocupación principal del Banco Central.
- ¿Qué le parece este rol más activo del Banco Central para alertar verbalmente sobre riesgos sistémicos en la economía? Lo hizo con una eventual burbuja inmobiliaria, la regulación a empresas relacionadas, entre otras...
- Esto no es algo nuevo, esto se daba antes, aunque no como una cosa sistemática. Recuerdo que en mis tiempos en la presidencia cuando yo daba algún anuncio en ese orden había algunos consejeros a los que no les gustaba la idea. Pero a mí siempre me pareció que había que darle al mercado las señales apropiadas para que pudieran orientar su conducta sobre la base la información completa. Yo creo que esta es una práctica de muchos bancos centrales, se hace en muchos países de Europa, en EEUU. La gente para autorregularse necesita toda la información.

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