Macro

Mercado laboral chileno comienza a mostrar signos que sugieren el fin de su deterioro

Expansión del empleo independiente ha perdido vuelo. Eso sí, entre los conomistas aún son escépticos.

Por: | Publicado: Viernes 15 de septiembre de 2017 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Hacia fines del año pasado, el mercado laboral chileno comenzó a sumar señales de debilidad: el empleo que crecía no era el asalariado sino que solamente el cuenta propia, disminuían las horas trabajadas y el alza de salarios se desaceleraba. Hoy las cifras sugieren un cierto giro.

Más allá de la baja que registró la tasa de desempleo nacional en el trimestre mayo-julio (6,9% frente al 7,1% del mismo período del año anterior), hay otros elementos incipientes que estarían evidenciando al menos el freno del deterioro.

Si bien los trabajadores por cuenta propia siguen creciendo, lo hacen en menor magnitud: en el período mayo-julio de 2016 registró más de 122 mil nuevos trabajadores independientes, con un avance anual de 7,6% y un peak de 8,1% en diciembre-febrero (133.730 personas). En el último trimestre móvil la cifra se redujo a la mitad, con casi 61 mil personas, lo que significó un aumento anual de 3,5%.

En la otra vereda, a partir de febrero se frenó la destrucción de empleos asalariados y poco a poco han acelerado su crecimiento, anotando un alza de 1,6% en el lapso mayo-julio con más de 90 mil nuevos trabajadores bajo ese régimen. Eso sí, este aumento se explica principalmente por aquellos del sector público, que aumentaron 7,8%, mientras que los del ámbito privado apenas lo hicieron 0,4%.

El último boletín de empleo del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) también revela un aumento en los ocupados que trabajan 45 horas a la semana (5,2%), mientras que las jornadas menores a 30 horas -que llegaron a subir 9% a inicios de año- se desaceleraron a 0,6% en el último reporte.

Efecto retardado

Los expertos interpretan estas señales como una moderación del deterioro del mercado laboral más que como una mejoría o cambio de tendencia.

El economista jefe de Itaú, Miguel Ricaurte, aún ve riesgos dado que el grueso del crecimiento del empleo asalariado corresponde al aparato estatal y a medida que vaya avanzando la consolidación fiscal, “el impulso que el sector público dé al empleo irá disminuyendo”.

Para el economista jefe de Banco de Chile, Rodrigo Aravena, una mejora sostenida de la situación laboral va de la mano de más empleo asalariado privado en los distintos sectores de la economía. “Y eso no se ha visto”, opina.

Además, explica que los indicadores laborales tienden a estar rezagados respecto del ciclo económico y solo inician un repunte después que la actividad empieza a acelerar el tranco.

La principal razón de aquello es porque las compañías modifican el tamaño de su planta una vez que ya tienen suficiente información del escenario y, por eso, Aravena espera que el cambio de tendencia del mercado recién se materialice el próximo año.

Si para 2017 las estimaciones apuntan a una expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 1,5% hacia 2018 el rango oficial va de 2,5% a 3,5%.

El economista jefe de Grupo Security, Felipe Jaque, anticipa que cuando la actividad se acelere en el último trimestre de este año, los sectores que han estado mostrando los efectos del ciclo y reformas, “debieran comenzar a internalizar mejores perspectivas para la contratación de mano de obra”. Construcción, retail y otros sectores ligados a la demanda “deberían recuperar dinamismo”, afirma.

Agrega que el empleo por cuenta propia perderá protagonismo “en la medida que la confianza de los empresarios, la inversión y la actividad logren tracción sostenible”.

Para el economista jefe de BCI Estudios, Sergio Lehmann, una señal más potente de una menor precariedad en el empleo estará dada por cifras más favorables en los sectores productivos como la minería, construcción y servicios básicos.

“Eso daría cuenta de una recuperación fundamentada en factores económicos, reflejo de perspectivas de crecimiento más favorables”, indica.

Eso sí, el experto advierte que esto podría verse opacado por los efectos de la nueva legislación laboral, “que conlleva a una mayor rigidez en el mercado y mayores costos asociados a la mano de obra”.

Imagen foto_00000001

Lo más leído