Macro

Miguel Ricaurte: “El Banco Central debe dar la señal que está actuando para dar más apoyo a la economía”

Anticipa que la tasa bajará en 100 puntos base en medio de otro año de moderado crecimiento y una inversión privada que no repuntará por la incertidumbre política.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Viernes 9 de diciembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Las cifras de IPC de noviembre confirmaron un escenario de menor inflación para la economía chilena, el cual debería extenderse a 2017, según los pronósticos del economista jefe de Itaú Chile, Miguel Ricaurte.

“El IPC de servicios alcanzó los niveles más bajos de la serie, lo que indica que la desaceleración de la inflación es más que solo el efecto del tipo de cambio”, explica.

El experto afirma que este panorama, sumado a otro año de crecimiento bajo, dará espacio al Banco Central para aplicar una política monetaria más expansiva y así otorgar algo de dinamismo a la actividad.

- El Banco Central tiene espacio para bajar la tasa, ¿pero qué magnitud debe tener ese ajuste para ver un efecto real en la economía?

- No creo que la política monetaria vaya a ser suficiente por sí sola para levantar la actividad, pero el Banco Central tiene que dar la señal de que está actuando en ese sentido, de darle más apoyo a la economía. Claramente la inflación tiene menos vuelo y si el Central no recorta tasas, el riesgo es que no repunte hacia 3% al final del próximo año y se desanclen las expectativas.

- ¿Qué acción tomará entonces el Consejo?

- Creemos que va a hacer recortes por 100 puntos base el próximo año. Va a cambiar su escenario en el IPoM de diciembre y hará dos recortes, en enero o febrero.

Y con la trayectoria que estamos viendo ahora para la inflación, tocando 2% a mediados de año, se harán necesarios un par de recortes más. Creemos que el Banco Central actualizará esa visión en el IPoM de junio y llevará la tasa a 2,5% donde la dejará estacionada hasta final de año.

- ¿Cómo va a convivir la política monetaria local más expansiva con la normalización en EEUU?

- Siempre está el riesgo de que una normalización de tasas le pegue al tipo de cambio y, por ende, a la inflación, pero en Chile tenemos un factor importante que no estaba contemplado: un cobre a US$ 2,6. No lo vemos estacionándose en esos niveles porque no sabemos cuánto del estímulo fiscal del gobierno de Trump va a derivar en una mayor demanda de cobre, pero es evidente que US$ 2,2 la libra que uno tenía en la cabeza ahora es bajo.

Un mayor precio del cobre significa más plata para Chile y un mayor ingreso de dólares contiene el tipo de cambio. Eso será suficiente para compensar la presión extra del alza de tasas de la Fed.

- Entonces, las bajas de tasas van sí o sí

- Nuestro escenario con una inflación volviendo a repuntar en la segunda mitad del 2017 está de la mano de un Banco Central que concretó recortes en la tasa y le dio algo de apoyo a la actividad. Pero no hay una respuesta clara a cuántos recortes necesita la economía para repuntar, porque la desaceleración en buena parte corresponde a inversión y esa variable no está respondiendo a si las tasas están altas o bajas, sino que a niveles de confianza que aún están en terreno pesimista.

Recortes en la TPM no gatillarán un repunte en la inversión, es más importante cómo se vaya desarrollando el panorama político frente a las elecciones que vienen y si eso conlleva que personas y empresas se vuelvan un poco más optimistas.

Fragilidad del empleo impactará al consumo

- En Itaú ven un crecimiento de 2% para el próximo año, ¿es posible que sea mayor que eso?

- Todo es posible, la gran duda es cuánto va a durar el precio del cobre en los niveles actuales. Esta variable ayuda a crecer por tres lados: genera finanzas públicas más saludables, atrae más dólares a la economía y si los precios siguen lo suficientemente altos podrían atraer más inversión. Ese tercer factor es el que no vemos que esté ocurriendo todavía.

Y hay un riesgo importante relacionado con el mercado laboral: la composición del empleo está frágil y eso significa que el consumo probablemente se debilitará más el próximo año, porque los empleos que se están generando no son de la misma calidad que veíamos antes.

- El gobierno espera que la inversión privada se recupere.

- Este año probablemente sumaremos otra contracción en la inversión, aunque se ha estabilizado en niveles más bajos.

Entonces es posible que veamos un crecimiento de la inversión el próximo año, nosotros estamos trabajando con ese supuesto que no vendría del sector público, donde el gasto sería bastante acotado.

Lo que estamos viendo es un crecimiento moderado para la inversión general, entre 0,5% y 0,7%. Pero insisto, la inversión no será un gran motor del crecimiento, porque soportes como el que dio el sector inmobiliario en su momento estarán ausentes.

- El próximo año tendremos un ruido político importante con las elecciones presidenciales, ¿cómo afectará el clima de confianzas?

- La incertidumbre que viene es a la luz de lo que hemos visto en los procesos electorales globales este año: el voto descontento aún no está plasmado en las encuestas y puede ir en contra del status quo, es decir, para un candidato que no sea ni de la Nueva Mayoría ni de Chile Vamos.

Y ese tercer candidato ¿qué hace? ¿Va a continuar o profundizar las reformas que vimos en estos cuatro años o las va a moderar porque va a entender que han tenido un efecto sobre las expectativas y la recuperación de la economía?

Esa fuente de incertidumbre puede mantener a las expectativas empresariales y de consumidores estancadas en terreno negativo, si no se vislumbra un escenario claro en términos electorales.

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