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Morandé ve interés en Guillier por profundizar reformas: “Eso claramente representa un riesgo y un peligro”

Señala que si los cambios legislativos como los impulsados por el actual gobierno continúan, la compleja situación de la actividad se extenderá por otros cuatro años.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Lunes 20 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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El precio del cobre y el clima de negocios serán los dos factores que determinarán el crecimiento de la actividad este año, de acuerdo al economista y ex ministro de Transportes, Felipe Morandé. De ellos dependerá que el PIB termine en el rango superior o inferior de su proyección, entre 1,5% y 2,5%.

Ambos elementos tienen riesgos tanto al alza como a la baja: si el cobre se mantiene en los niveles actuales, ve una perspectiva más favorable para la reactivación de la inversión minera, lo que se anula si se derrumba el precio. “Eso podría explicar perfectamente tres o cuatro décimas de crecimiento en un sentido u otro durante este año”, sostiene quien también se desempeñó como gerente de estudios y economista jefe del Banco Central.

En tanto, la situación política definirá el estado de la confianza empresarial, ya que si triunfa un candidato presidencial con un programa realmente enfocado en el crecimiento, podría generar un cambio de ánimo en los inversionistas e, incluso, en los consumidores, inyectando unas décimas más al PIB del año.

- ¿Esa mejora en el ánimo podría ocurrir si Sebatián Piñera confirma su candidatura en marzo?

- Ese va a ser un hito importante, sin duda, porque va a aclarar quién va a ser el representante de la centro derecha en la elección. Pero lo que ocurre es que cualquiera sea el candidato en uno y otro lado, la elección va a ser bastante estrecha y, por lo tanto, la incertidumbre va a permanecer con nosotros hasta noviembre.

Las perspectivas que triunfe uno u otro candidato van a influir en el ánimo de lo que pudiera pasar con la inversión este año, pero siempre dentro de rangos acotados.

- Entonces, para ver una aceleración del crecimiento, ¿sí o sí vamos a tener que esperar al próximo gobierno?

- Tiene mucho que ver. Ahora, estamos hablando meramente de expectativas, después de ya asumido el siguiente gobierno vamos a ver qué plan tiene para que esta economía adquiera nuevamente dinamismo y cómo recibe el mercado ese plan.

Desde el 2014 aprendimos que la política sí importa para la economía y este año veremos si tenemos de vuelta una situación donde la economía vuelve a lograr un grado de autonomía para que el país crezca a un ritmo mayor.

- Con tres años de economía débil y un eventual cuarto, ¿cúando se podrá retomar el crecimiento potencial?

- Este año de todas maneras veremos un segundo semestre más dinámico. La primera parte seguramente creceremos menos de 1,5%, pero la segunda lo haremos entre 2% y 3%. Como el crecimiento potencial también se ha deteriorado -entre 3% y 3,5%-, tal vez en 2018 o 2019 estemos más cerca de ese número.

El siguiente gobierno va a tener que preocuparse muy fundamentalmente de volver a estimular no sólo la inversión, sino que también la productividad, de modo que no nos contentemos con un crecimiento potencial de 3% a 3,5% y pensemos más bien entre 4%-4,5%. Esa es una tarea muy relevante.

Hora de recambio político

- Hoy el ánimo político tampoco es de los mejores. ¿Estamos en uno de los peores momentos?

- Hay una cosa en que todo el mundo está de acuerdo: hay un grado de desconfianza grande entre las personas y desde las personas a las instituciones. Y dentro de las instituciones, aquellas que están más vinculadas al quehacer político, particularmente el Congreso, el mismo gobierno, el poder judicial, en fin. Y eso es algo que no se va a recuperar muy pronto y, además, la ciudadanía está empoderada y no va aceptar dejar de estar empoderada hacia el futuro.

- Ese empoderamiento si que no tiene vuelta atrás.

- No, esto no tiene vuelta atrás. Y, por tanto, cualquiera que asuma el próximo gobierno va a tener esto como un dato de la causa para el momento de implementar sus políticas. Tiene que haber una labor mucho más grande de persuasión, de buscar las formas de apalancar cualquier programa político y económico en el apoyo ciudadano. Es mucho más complejo ciertamente a que esto lo haga una elite o un grupo de técnicos entre cuatro paredes, pero es la manera en que hay hacerlo nada más, no hay más opciones.

- Un desafío importante. Y usted, ¿estaría disponible para ser nuevamente ministro?

- No, la verdad es que no tengo eso dentro de mis perspectivas. Estoy más bien en otras actividades, más bien privadas. Y, por lo demás, sería muy bueno que, cualquiera sea el gobierno, haya rostros nuevos, gente más joven probablemente que tenga ganas de hacer cambios y ganas de mojar la camiseta para sacar las cosas adelante.

- ¿Y si Sebastián Piñera llega a La Moneda?

- Es importante que si Sebastián Piñera es el próximo presidente tenga un recambio de sus grupos de trabajo, sus grupos de apoyo en términos técnicos y políticos. Darle un nuevo aire a su círculo y ampliarlo también, trayendo a gente joven, generando confianzas en mundos que tal vez hoy le son más distantes, particularmente entre los jóvenes.

-¿Cuál es la opinión que tiene de Alejandro Guillier y su avance en las encuestas?

- A Alejandro Guillier lo conozco personalmente y tengo una opinión muy positiva de su capacidad de conversar y establecer diálogos. Desconozco sí sus habilidades como líder político. Y en las opiniones que le he escuchado en distintos ámbitos claramente discrepamos. Él tiene una visión bastante más rupturista respecto de cómo se organiza la economía en Chile hoy, con unas ideas de un rol del Estado mucho más relevante y con propuestas que parece que son tomadas de hace unos treinta años. Ha manifestado también su interés por continuar con las reformas del actual gobierno y, tal vez profundizarlas, y eso claramente representa un riesgo y un peligro.

- ¿Un riesgo para el crecimiento?

- Sin duda, porque justamente las reformas han sido un factor que ha explicado por qué la economía ha estado cuatro años creciendo a menos de 2%. No es la única razón, ciertamente, pero es una razón importante.

Y si perseveramos en el mismo tipo de reformas, tal vez yendo un poco más allá como el caso de la reforma laboral, podríamos entonces entrar en una situación compleja de una economía que ya se estanca no por cuatro años sino que por ocho. Yo querría que eso no pasara y esperaría que el senador Guillier, si es que finalmente es ungido candidato de la Nueva Mayoría, plantee un programa un poco más innovador y más de acuerdo con los tiempos, no con propuestas que son de la década de los sesenta.

 

Central y tasas: baja no más allá de 2,75%

¿Cuánto espacio más tiene el Banco Central para produndizar la actual política monetaria expansiva?


- No tiene mucho espacio, porque está muy condicionado por lo que ocurra en EEUU y con la Reserva Federal, ya que ellos están en una política contraria. Han fijado una política menos expansiva o más contractiva y cuando eso pasa, suelen afectarse las paridades cambiarias entre los dos países.


En ese caso, hay un riesgo de una depreciación del peso que podría traer presiones inflacionarias de vuelta en Chile y eso no es algo que el Central quiere que pase. Por lo tanto, tiene que manejarse con cautela y al hablar de reducción de la tasa, probablemente no pueda ir muy por debajo de 2,75%.


- ¿Ese sería el límite para mantener un escenario inflacionario saludable?


- En el límite de lo prudente, diría yo.


- La brecha no puede ser tan grande respecto a lo que pase en EEUU.


- Y, además de eso, el efecto que pueda tener la política monetaria sobre la actividad económica hoy día es muy reducido, ya que son disminuciones pequeñas de la tasa de interés y también porque el asunto en cuanto a reactivación no va por ahí.


El costo del crédito hoy día no es un tema para el sector privado, puesto que está en niveles muy muy bajos y si no hay más inversión, si hoy no se reanima la inversión, no es porque la tasa de interés esté alta sino porque hay otros factores que inciden en la rentabilidad esperada de los proyectos que los tienen inhibidos.


- ¿Actualmente ve riesgos para la inflación?


- En el corto plazo no hay un riesgo de un aumento de la inflación, al contrario. Pero a mediano plazo -en uno o dos años, tal vez más-, la tendencia debería ser un incremento en la inflación. Y no solo en Chile, es probable que en el mundo entero haya una situación de mayor inflación, toda vez que las economías desarolladas han ido resolviendo sus excesos de capacidad y algunas, como la americana, están ya en pleno empleo.


- Pero, ¿hay peligro de estar nuevamente sobre el 4%?


- Tal vez hacia fines del próximo año si podríamos estar arriba de 3%, pero nada que sea dramático. No veo que la inflación hoy día en Chile sea un problema.

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