Presupuesto: expertos anticipan fuerte ajuste para el crecimiento del gasto público en 2021

La misión de “cuadrar el círculo” que tienen cada año los ministros de Hacienda y los directores de Presupuestos para definir cuánto podrá gastar el país está hoy aún más compleja de lo que se pensaba a principios de año, cuando en el horizonte sólo figuraba como amenaza la crisis social. A esa ecuación, se suma el factor de la pandemia del Covid-19.

En base a las últimas cifras entregadas por los expertos que determinan el PIB tendencial y el precio del cobre de largo plazo, la Dirección de Presupuestos (Dipres) actualizó el lunes su escenario de mediano plazo, estimando que para 2021 el nivel de gastos comprometidos por el sector público implicará una variación real de 0,1% respecto del Presupuesto aprobado para 2020.

Asimismo, prevé un crecimiento real de 2,7% en 2022 en relación a lo proyectado para 2021; uno de 1,1% en 2023 y de 2% en 2024.

Todo esto, sin embargo, no incorpora en su total magnitud el ajuste fiscal por US$ 2.500 millones que se ejecutará ahora, lo que reducirá la base de comparación y podría implicar una mayor expansión del aparato estatal hacia adelante.

No obstante, en Dipres enfatizan que las medidas de austeridad llegaron para quedarse:“Los cambios en los parámetros estructurales que afectan a los ingresos nos obligan a una revisión estructural de la forma en que estamos gastando. Parte de los ajustes de austeridad en la ley de Presupuestos actual deben ser reconocidos como permanentes en el futuro”, dice el director de Presupuestos, Matías Acevedo.

Menos ingresos

Hermann González, economista de Clapes UC, señala que el nuevo escenario de la autoridad da cuenta que el gasto público “no debiera crecer en 2021, dada la meta que tienen de balance estructural y los nuevos parámetros”.

Así, el exjefe de asesores de Hacienda anticipa una “fuerte estrechez fiscal no solo para el próximo año, sino también para los siguientes con holguras negativas, lo que quiere decir que se requiere un esfuerzo fiscal mayor para cumplir con la meta de balance estructural”.

Dado que se aproximan elecciones, cree que habrá un trade off entre la presión política por gastar más y la disciplina de Hacienda por cumplir con la meta de balance estructural.

Cecilia Cifuentes, académica de la U. de los Andes, plantea que el gasto fiscal debería caer en 2021, considerando que en 2020 hay muchos recursos asociados al plan de recuperación económica y a salud que deberían ser transitorios y, por lo tanto, retirados una vez superada la emergencia.

A su juicio, el espacio para mayores gastos se reduce en forma significativa por los menores ingresos estructurales con un PIB tendencial de 1,8% -un punto menos que la última revisión en noviembre- y un precio de referencia del cobre 13 centavos más bajo, a US$ 2,73 por unidad.

Alejandro Fernández, economista de Gemines, ve difícil anticipar un aumento nulo del gasto en 2021, dado que aún está latente la crisis social y es posible que el aparato estatal continúe gastando si se mantienen las restricciones sanitarias.

Por otro lado, advierte que la recuperación post pandemia va a requerir un impulso de demanda provisto por el Estado. “Me preocupa que los ajustes que se han hecho provienen de reasignaciones y de recorte de inversión, y la inversión es lo que uno menos quisiera cortar porque tiene un efecto reactivador. Es probable que el gasto de este año sea mayor que el 10,4% previsto hasta ahora”, dice.

Macarena García, economista de LyD, agrega que las cifras entregadas por el comité de expertos del PIB tendencial dejan en evidencia que el país se está tornando cada vez más pobre y eso debe reconocerlo la política fiscal. “Los ingresos fiscales van a ser menores en el corto y mediano plazo y, por lo tanto, la política fiscal tiene que adecuarse a eso, no puede seguir gastando como antes. Esto nos lleva a que el gasto prácticamente no está creciendo y esa es nuestra realidad”, assguró.

Sergio Godoy, integrante del citado comité, cree que se intentará volver a un cierto grado de normalidad fiscal, lo que “se ve complicado por el panorama electoral y va a depender de cómo terminen las cifras de gasto de este año. El 10,4% es una estimación, pues tampoco está claro si ya terminaron los estímulos. El esfuerzo fiscal también depende de cuánto se recaude y este año va a ser de recesión”, agrega. Con todo, espera un crecimiento del gasto en torno a 2% en 2021, considerando las presiones del año electoral.

El economista de la U. De Chile, Alejandro Alarcón, también cree que el crecimiento del aparato público el próximo año será acotado, pues de lo contrario afectará la clasificación de riesgo del país. Añade que en el actual escenario el Gobierno no podrá cumplir con la meta de balance estructural y advierte que una recuperación rápida no vendrá si la inversión cae 8% y hay un proceso constituyente de por medio.

Una mayor precisión de las cifras, agregan los economistas, se tendrá cuando nuevamente Hacienda convoque a los expertos del PIB tendencial y del precio del cobre de largo de cara al Presupuesto de 2021, en agosto.