Macro

Prevén un crecimiento del PIB de 9,2%: las razones del BCI para ser los más optimistas del mercado para este año

El área de estudios desbancó a Capital Economics como la entidad con la perspectiva más alta para el crecimiento de la economía en el 2021.

Por: Sebastián Valdenegro | Publicado: Jueves 22 de julio de 2021 a las 15:10 hrs.
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Sergio Lehmann, economista jefe de BCI Estudios. Foto: Archivo
Sergio Lehmann, economista jefe de BCI Estudios. Foto: Archivo

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El reciente sondeo de Consensus Forecast trajo una sorpresa. La encuesta, aplicada a 25 bancos de inversión, consultoras y departamentos de estudio, arrojó un aumento de 7,1% a 7,6% en la proyección de crecimiento del PIB chileno para este año, algo por debajo de las perspectivas del Banco Central (entre 8,5% y 9,5%).

Lo que llamó la atención es que Capital Economics dejó de ser la entidad más optimista para este año, siendo desbancada por BCI Estudios, que ahora apunta a una expansión del Producto de 9,2% para este año.

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El economista jefe del área del banco del grupo Yarur, Sergio Lehmann, explica los factores detrás de sus nuevas perspectivas.

"Hemos revisado las proyecciones de crecimiento para este año, reconociendo que el apoyo fiscal, a través del IFE Universal y recursos para Pymes, llevará a reforzar el dinamismo hacia los próximos meses. Al mismo tiempo, las mejoras en el escenario sanitario, que ha permitido flexibilizar las restricciones de movilidad y la operación en un segmento relevante de los servicios más golpeados por la pandemia, hace prever que la recuperación económica se vaya asentando y alcance un mayor balance", detalla el economista.

- ¿Cuánto hay de baja base de comparación respecto al año pasado y cuánto de mayor actividad efectiva?
- Hay un componente importante de base, sin duda, dada la fuerte caída del PIB producto de la crisis sanitaria. Pero también hay un factor relacionado con la adaptación de la economía a operar con restricciones sanitarias, así como las potentes medidas de estímulo monetario y fiscal, junto con un escenario externo favorable. Para despejar el efecto base, vemos que el producto de este año estaría 2,9% más arriba respecto al de 2019.

- ¿Estos números tienen como escenario base una menor incertidumbre a nivel político, luego del resultado de las primarias?
- Tal como lo han recogido los mercados financieros, el resultado de las primarias presidenciales apuntan a un movimiento hacia el centro político, dejando fuera de carrera a la postura más radical en la oposición. Pero la incertidumbre se mantiene elevada. Es clave para que se vaya reduciendo gradualmente que en la Convención Constituyente se instale el diálogo y los acuerdos, algo que por ahora no se ha visto, al tiempo que se vayan reforzando las posiciones moderadas con miras a la elección presidencial.

- Sin embargo, para el próximo año revisaron a la baja su proyección, desde 2,7% a apenas 1,8%. ¿Qué lo explica?
- No hay que perder de vista que una parte relevante del mayor crecimiento tiene un carácter transitorio y, por lo tanto, buena parte del impulso que se ha introducido este año se reducirá fuertemente hacia el próximo. Destaca además una base de comparación más exigente. Ello sugiere, de acuerdo con nuestra visión, que el próximo año el crecimiento se ubicará más cerca del piso del rango de proyección del Banco Central.

Es fundamental para dar mayor potencia al crecimiento que haya mejoras importantes en el mercado laboral, cuestión que por ahora muestra un importante rezago. Prevemos una recuperación lenta de este mercado, por consideraciones estructurales y culturales, previéndose que recién hacia fines de 2022 a comienzos de 2023 se alcance un empleo en torno a los niveles pre-pandemia.

- ¿El próximo año volveremos a cierta "normalidad" en materia de crecimiento?, ¿Considerando la baja expansión que ha mostrado el PIB en la última década?
- Al menos desde el punto de vista del funcionamiento de la economía eso es correcto, entendiendo que la crisis sanitaria habrá sido superada. Pero hablamos de una nueva normalidad, reconociendo que el crecimiento de largo plazo lo vemos cercano a 2,2%, versus 3,5% que se estimaba antes del estallido social a fines de 2019.

Adicionalmente, la deuda pública será mucho más alta que en el pasado, lo que lleva a algún impacto en el premio por riesgo sobre tasas de interés. De ahí que los principales desafíos vendrán necesariamente, más allá de las prioridades en materia social, en elevar la productividad, mejorar la calidad de la educación y fortalecer la infraestructura, entregando certidumbre a las empresas de forma de aumentar el apetito por nuevas inversiones. Todo ello es clave para fortalecer nuestra capacidad de crecimiento.

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