Macro

Santander estima que Chile sólo crecerá 1,6% en 2016 si empeora el escenario externo

Oficialmente, la entidad espera un PIB de 2%, en base a una recuperación de las expectativas y del sector externo.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Jueves 10 de diciembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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Sin señales de recuperación en el horizonte, cada vez son más las entidades que anticipan un resultado igual o incluso más bajo que este año para la economía chilena en 2016.

Y en este grupo se inscribe Santander, que ayer en la presentación de su informe “Visión 2016: ante la incertidumbre, consensos” rebajó de 2,4% a 2% la proyección de crecimiento para el Producto Interno Bruto (PIB) el próximo ejercicio, mismo nivel que esperan alcance al cierre del que está por terminar.

Lo anterior, a raíz de un débil incremento tanto en el consumo total como en la inversión y unas exportaciones que se recuperan, pero no a la velocidad necesaria para dar un impulso a la expansión del PIB (ver tabla).

Pero más allá de los pronósticos incluidos en su escenario base, la entidad plantea que para el año venidero el principal temor es rendir por debajo de 2015. El economista jefe de Banco Santander Chile, Pablo Correa, explica que, considerando la baja en el precio promedio del cobre y una política fiscal y monetaria menos expansivas, crecer lo mismo que 2015 el próximo año parece “difícil”.

En esa línea, sostiene que los riesgos en la proyección de la entidad tienen sesgo a la baja y, en el caso de que el escenario externo relevante para Chile sea un poco más adverso y el precio del cobre no logre recuperarse, “podríamos ver -y este es nuestra visión pesimista-, un crecimiento de 1,6%”.

¿Qué tendría que pasar para que se materialice este panorama? “Nada tan raro a lo que estamos observando actualmente”, dice Correa, tomando en cuenta la corrección a la baja que ha experimentado la cotización del cobre y su efecto sobre la inversión y el empleo.

Pese a lo anterior, el economista señala que caer en una recesión no es algo que vean como un riesgo “significativo” en 2016.

¿La razón? La economía “sana”, sin desequilibrios fiscales, monetarios ni comerciales de nuestro país, y un incremento de la deuda pública sobre el 20% del PIB tampoco le preocupa. “Sigue siendo un número muy bajo”, resalta.

“Simplemente, lo que se tiene es que no hay ganas de invertir; China, nuestro principal socio comercial está en un ciclo distinto de crecimiento; no se invirtió en productividad cuando se tenía que hacer y todo eso deja al país en un nuevo equilibrio”, explica.

De acuerdo a los pronósticos de Santander, la inercia en la actividad se extenderá a 2017, con un PIB esperado de apenas 2,2%.

IPC, TPM y panorama fiscal

Una de las escasas noticias positivas que traerá 2016 será la inflación, ya que Santander proyecta que terminará el año en 3%, aunque se mantendrá por lo menos hasta mayo sobre el techo del rango meta del Banco Central (4%).

Para política monetaria anticipa una lenta normalización, coherente con un mercado laboral que empezaría a mostrar mayores tasas de desempleo.

Así, cree que la tasa de interés terminará este año en 3,25% y se incrementará a 3,75% en 2016, nivel donde se mantendrá hasta el cierre del ejercicio siguiente, en línea con una tasa neutral que la entidad estima en 4%.

En términos fiscales, Correa sostiene que para cumplir la meta del Ministerio de Hacienda de reducir el déficit estructural en un cuarto de punto del PIB por año hasta 2018, se requiere que el gasto público crezca en promedio 3,1% anual.

“Probablemente, el presupuesto fiscal de 2017-18 sea un ejercicio mucho más complicado que el de 2016”, concluye.

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