Scotiabank y tasas: “La tarea monetaria parece estar concluida”

En su informe global trimestral, Scotiabank realizó varias modificaciones a su visión para la economía chilena durante este año: recortó la proyección para el Producto Interno Bruto (PIB) de 1,8% a 1,6% -manteniendo un sesgo negativo- e hizo un ajuste a la inversión esperada pasando de un alza de 1,1% a una caída de 0,3%. Además, redujo la expectativa para la inflación a diciembre de 2,8% a 2,6%.

Pero pese a la menor presión esperada para los precios, la entidad canadiense cree que el Banco Central optará por no realizar cambios en la tasa de política monetaria este año, manteniéndola en el 2,5% actual. ¿La razón? Como explica Benjamín Sierra, economista de Scotiabank Chile, “la tarea monetaria para evitar una excesiva reducción de la inflación parece estar concluida”, a lo que se suma que los bajos niveles de IPC anual como los actuales (1,7%), serían algo transitorio.

El escenario base del analista considera que la inflación al cierre del año no será tan baja como el mercado está considerando (2,4% según el último Consensus Forecast), por lo que el Banco Central debería optar por inciar un proceso de normalización en la política monetaria el próximo año.

“Un ciclo de alzas eso sí no comenzaría antes del segundo trimestre de 2018”, detalla el economista.

Para 2018, la entidad proyecta que la actividad local crecerá 2,6%, más que lo esperado para Brasil (2,5%) y Colombia (2,2%), mientras que este año solo lograría superar el magro 0,3% que pronostica para Brasil (ver tabla).

Inversionistas “pagarán por ver”

Respecto al escenario político, Sierra indica que luego de las primarias el riesgo se mantiene y existe una alta incertidumbre asociada principalmente a la alta abstención prevista para los comicios de diciembre, a lo que se suman las dudas respecto a la nueva conformación del parlamento.

Frente a si el ganador por la carrera a La Moneda será de la coalición gobernante (Nueva Mayoría) o de la oposición (Chile Vamos), plantea que las dudas son las mismas, ya que en cualquier caso “el ganador tendrá que buscar apoyo en ambas cámaras para llevar a cabo su programa”.

“Los inversionistas del sector real todavía permanecen al margen, prefiriendo ‘pagar por ver’ el cómo los candidatos enfrentarán el desafío en la recta final”, sostiene.