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¿Se sintió el invierno? El pesimismo se propagó en el sector empresarial al cierre del primer semestre

En este deterioro influyó el descenso que acusó el ánimo del rubro de la minería, aumentando los sectores en terreno negativo. El financiero es el peor.

Por: Rossana Lucero | Publicado: Lunes 1 de julio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Las perspectivas de menor crecimiento económico en el país, en el marco de un complejo escenario internacional, hicieron mella en el sector privado al terminar el primer semestre. El Índice de Confianza Empresarial (ICE), que elabora el Centro de Estudios en Economía y Negocios (CEEN) de la Facultad de Economía y Negocios de la U. del Desarrollo en conjunto con el Diario Financiero, marcó -8,3 puntos en junio, cifra que equivale a un estado de “leve pesimismo”.

En este deterioro influyó el descenso de doce puntos que acusó el ICE del rubro de la minería para transitar desde un nivel “levemente optimista” a uno “levemente pesimista”, sumándose al desánimo ya instalado en los rubros de la industria -que perdió casi nueve puntos-, agrícola y financiero.

Así, en el bloque de los optimistas sólo sigue representado por la construcción y comercio.

Factores detrás del desánimo

El extendido pesimismo resultó coherente con el hecho de que en junio continuó empeorando la visión de los empresarios sobre la situación del negocio en relación a lo que esperaban en los últimos tres meses.

A esto se sumó el hecho de que la percepción sobre la situación de la economía -bastante optimista por casi dos años- disminuyó 29 puntos el mes pasado, entrando a terreno negativo.

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Las perspectivas sobre el precio de los insumos y la demanda nacional tampoco pudieron escapar al desánimo.

Si bien el ICE no mide directamente el impacto de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, el director del CEEN, Cristián Echeverría, sostiene que la contracción global del comercio internacional ha influido en el contexto de la desaceleración local.

Sobre si las bajas tasas de interés podrían estar afectando el ánimo del sector financiero -el más pesimista entre los seis sectores que se miden-, el economista señala que el escenario local está en correspondencia con un ambiente global.

Lo anterior, incluye un aplanamiento de la curva de retorno (la diferencia entre las tasas de largo plazo y las de corto plazo), reduciendo el margen de intermediación financiera, que es el que determina las utilidades de las instituciones financieras o les permite cubrir sus costos operacionales.

Hacia el segundo semestre, Echeverría prevé alguna recuperación del crecimiento a una velocidad algo más rápida que la que vista durante el primer semestre. “Espero que la confianza empresarial estabilice su retroceso, y comience nuevamente a recuperarse hacia un nivel neutral”, enfatiza.

Asumiendo el escenario base de que no se resuelve la guerra comercial, estima que la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) se ubicará en torno al piso del rango de proyección del Banco Central este, es decir, probablemente entre 2,75% y 3%.

Este cuadro considera la probabilidad de que constate un nuevo recorte de la tasa de interés de aquí a fines de año de entre 25 y 50 puntos base.

De esta forma, el tipo rector se encaminaría hacia un nivel de 2,25% o 2% en los próximos meses, lo que habla de un panorama muy distinto del previsto a igual fecha del año pasado. Dicho periodo, al revés de lo visto ahora, cerró con un alza del PIB de 4%.

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