Macro

Sebastián Edwards: "Con este gabinete, se desatarán los espíritus animales y producirá un salto en la inversión”

Experto valora el nuevo equipo ministerial, pero advierte a sus integrantes: “Están en el gobierno con rangos de ministro porque ahora están dedicados a la política, y no a hacer algún artículo académico para alguna revistita”.L

Por: Sebastián Valdenegro Toro | Publicado: Viernes 26 de enero de 2018 a las 04:00 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

“Hay que darle el beneficio de la duda al gabinete y al Presidente. Habiendo dicho eso, este es un gabinete interesante, curioso, con algunos aspectos promisorios, otros preocupantes, y más de uno cómico”.

Con estas palabras expresa, de entrada, Sebastián Edwards su visión del recientemente designado gabinete de ministros del segundo gobierno de Sebastián Piñera.

El economista chileno, que enseña hace más de 35 años en la prestigiosa Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, señala que el “mayor acierto” entre los nombramientos es el de Alfredo Moreno a cargo de la cartera de Desarrollo Social.

“Para la derecha el tema social tiene un enorme componente de gestión: manejar en forma eficiente los recursos existentes. Alfredo ha sido un gran ejecutivo y ejecutor, esta es la oportunidad que tiene la derecha para demostrar que su enfoque es el correcto”, asegura el economista de la UC y doctorado en la U. de Chicago.

- Pero ha recibido muchas críticas por pasar desde el Grupo Penta y la CPC, al ministerio que se preocupa de erradicar la pobreza...

- Las críticas que se le han hecho son pequeñas, minucias que nacen de la mala voluntad y de la envidia. Yo creo que va a ser un gran ministro. ¿Lo va a lanzar esto a una posible candidatura presidencial? No tengo idea, ni creo que sea importante en este momento.

- Uno de los principales déficit que tuvo la primera administración de Piñera fue el manejo político. El Comité Político es prácticamente el mismo con el que cerró en marzo de 2014. ¿Qué errores deben procurar no volver a cometer?

- Aquí hay de todo. Hay políticos de envergadura y de mucha experiencia, pero también hay dos o tres nombramientos que han creado exasperación, y se les presentan como puntos flacos del paquete. El ministro de Educación parece ser uno de ellos. Yo no lo conozco, pero hay que darle el beneficio de la duda al gabinete como un todo y a cada uno de sus miembros. Dicen que Varela sabe mucho de fútbol y que es un buen negociador. Podría darnos la sorpresa.

- ¿Ve factible que el gobierno de la derecha se proyecte para los próximos ocho años?

- Antes que preguntarse eso hay que preguntar si la derecha llegará unida al año 2020. No hay que olvidar que hay más de una derecha: la de Piñera, la de Ossandón, la de Kast, y otras. La casi completa ausencia de liberales en este gabinete augura que la unión de la derecha, desde un punto de vista político y doctrinario, se verá comprometida desde muy temprano.

- ¿Qué mensaje se le envía al mercado con la designación de Larraín en Hacienda, Valente en Economía, Monckeberg en Trabajo y Fontaine en OOPP?

- No conozco a Monckeberg, pero he escuchado buenas cosas sobre él. A los otros tres los conozco muy bien, y son profesionales muy capaces y muy respetados.

El mensaje que está enviando el Presidente es que Chile tiene que incorporarse de lleno al siglo XXI, y tener legislación e instituciones acorde con los tiempos actuales. La historia dirá que esa fue una de las grandes falencias del gobierno saliente: desde el punto de vista económico haberse quedado anclado en el siglo XX. Lo importante son la productividad, la innovación, cómo enfrentar la nueva revolución tecnológica y el efecto que tendrá sobre el empleo, generar confianza, y generar un salto en la inversión. Todo eso es lo que busca el presidente Piñera, y con este equipo la probabilidad de lograrlo es alta.

- Una de las grandes sorpresas fue la no inclusión de Rodrigo Vergara en el gabinete. ¿Cuál es su lectura?

- Rodrigo Vergara es un gran economista. Hemos trabajado juntos muchas veces asesorando a distintos gobiernos a través del mundo y tengo el mayor respeto por él. Hubiera sido un ministro de hacienda de lujo. Pero cada ministerio tiene sólo un ministro y el Presidente eligió a alguien con experiencia, y a quien conoce desde hace casi 40 años. Se siente cómodo con Felipe Larraín y eso más que justifica su nombramiento. Además, Larraín es reconocido como un economista de primer nivel.

- ¿Qué errores no deberán cometer los ministros económicos respecto al primer gobierno?

- Lo más importante es entender que están en el gobierno con rangos de ministro porque ahora están dedicados a la política, y no a hacer estudios técnicos de factibilidad, o algún artículo académico para publicar en alguna revistita. Tienen que desprenderse de la alergia que tanto miembro de la elite tecnocrática tiene con respecto de la política.

Tienen que entender que es necesario negociar, persuadir, conversar, compartir con el adversario en tertulias interminables. Tienen que invitar a su casa a los miembros de la oposición, a los muchachos y muchachas del Frente Amplio, a los representantes históricos de la Nueva Mayoría. Tienen que aceptar que están en esto para hacer política.

-¿Están las condiciones para simplificar la reforma tributaria, aclarar la laboral y proponer un nuevo proyecto previsional en un período de 4-8 años?

- Desde luego. El tema es muy simple. Todas esas reformas fueron diseñadas en forma deficiente, con una mirada en el espejo retrovisor, preocupados con el pasado y no con el futuro. No se trata de echar pie atrás, ni volver a la situación de hace cinco o seis años. De lo que se trata es de lograr los objetivos planteados por todas esas reformas -mayor recaudación, un mercado laboral que cree mejores empleos, mayores pensiones- en forma eficiente. Este gobierno tiene la capacidad de hacerlo. El desafío es lograrlo.

- Este gobierno ha demostrado que las convicciones no son suficientes para superar los hechos, al negar que las reformas impactarían la economía. ¿Le podría pasar lo mismo a este gobierno, en el sentido de pensar que la sola llegada de Piñera asegurará un mayor crecimiento?

- La economía internacional está boyante en estos momentos. El FMI acaba de subir su proyección de crecimiento global a casi el 4% para este año. Esto va a ayudar al gobierno entrante de Piñera. Además, al haber nombrado un equipo de primer nivel, se desatarán los “espíritus animales” de los inversionistas, lo que producirá un salto en la inversión. Si a esto le sumamos el destrabe de grandes proyectos, tenemos una situación muy promisoria

- ¿Se puede crecer al 3,5% o incluso más en el actual gobierno?

- Se puede crecer a más del 3,5%. Y yo creo que se va a lograr. La clave es implementar políticas inteligentes, que equilibren objetivos como mantener un medio ambiente limpio con generar inversión productiva que cree empleos.


"El equipo está repleto de representantes de la derecha más conservadora"

- Han surgido críticas respecto a que algunos miembros del nuevo gabinete son extremadamente conservadores en lo valórico y en relación al tema de los derechos sociales. ¿Lo ve así?

-Si uno mira la fotografía del nuevo equipo, hay cosas que llaman la atención: la primera es un tema generacional, hay poca gente verdaderamente joven. La segunda tiene que ver con la falta de diversidad. Con contadas excepciones es un grupo sumamente homogéneo. Siempre es bueno contar con gente con una historia personal diferente, para enriquecer la discusión dentro de la organización. Lo tercero que llama la atención es que prácticamente no hay personas con una posición liberal progresista. Más aún, si uno va nombre por nombre lo que encuentra es que el gabinete está repleto de representantes de la derecha más conservadora.

- ¿Eso puede generar problemas con grupos como los pensionados y los estudiantes?

- Hay dos maneras de interpretarlo. La primera es que el presidente Piñera está afirmando que fue él quien ganó las elecciones, y que sus ideas, por tanto, serán las que prevalecerán en el gobierno y en las políticas que impulsará.

La segunda interpretación es que Piñera olvidó que su triunfo fue producto de que casi 1 millón de personas de centro -la mayoría con ideas liberales- votó por él. Lo hicieron porque entre la primera y la segunda vuelta cambió el discurso, se presentó como más abierto, más inclusivo, más tolerante, más conducente a valorar el progresismo liberal. En ese sentido, llenar el gabinete de personas muy conservadoras, incluso en puestos técnico, aparecería como un error.

Lo más leído