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Sergio Lehmann y repunte de la inversión: “Rechazo a Dominga no es gratis, pero se puede superar”

La entidad actualizó sus perspectivas para la economía local y apunta a un crecimiento de 1,4% para este año y 2,7% para el próximo.

Por: Denisse Vásquez H. | Publicado: Lunes 28 de agosto de 2017 a las 04:00 hrs.
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Aunque la actividad permanece débil, las perspectivas de BCI Estudios apuntan a un mejor desempeño hacia los próximos trimestres, lo que permitirá que el crecimiento de 1,4% esperado para este año se eleve a 2,7% en 2018, de acuerdo a la actualización de las proyecciones que hizo la entidad en su último Informe de Economía Chilena .

Un factor fundamental para que este escenario se cumpla será que la inversión revierta las caídas que acumula desde 2014, según plantea el economista jefe de la entidad, Sergio Lehmann, quien deja claro que las señales que dé la próxima administración serán claves para ir por ese camino.

- ¿Que la inversión revierta su caída dependerá exclusivamente de una mejora en las expectativas?

- Es clave que efectivamente el próximo gobierno tenga un foco en crecimiento e inversión porque eso refuerza las expectativas. La evolución que ha tenido la bolsa de alguna manera refleja esas perspectivas más positivas y el IPSA es una suerte de indicador de rentabilidad de las inversiones. Creemos que la tasa de inversión va a mejorar, pero eso no es suficiente, porque todavía es necesario abordar los temas tributarios, dar señales en esa línea. Esperamos que haya alguna mejora en un próximo gobierno, entendiendo que hay consenso para simplificar el sistema tributario.

- ¿Cuáles podrían ser esas mejoras?

- Dada la eliminación del FUT, que fue un componente importante para explicar la inversión durante las últimas décadas, creemos que es necesario que exista algún mecanismo o incentivo tributario especialmente de pequeñas y medianas empresas si queremos ver una recuperación más fuerte en la inversión.

También creemos que sería importante dar una señal en términos de institucionalidad en investigación y desarrollo con el fin de canalizar mejor la inversión, que en Chile tiene niveles muy bajos.

- El gobierno no dio una muy buena señal con el rechazo a Dominga. ¿Eso podría jugar en contra del repunte de la inversión?

- Naturalmente, esa decisión no es gratis, tiene un costo y un efecto dañino, porque se pone en duda la institucionalidad.

Pero en la medida que tengamos un próximo gobierno que dé señales más claras, más nítidas, poniendo el acento en la inversión y el crecimiento, se puede superar.

Es importante reforzar las expectativas, la mirada pro crecimiento, la estrategia en materias de política económica para que apunte a recuperar el crecimiento, eso será clave.

- ¿El crecimiento de 2,7% que esperan para el próximo año se dará independiente de quién gane las próximas elecciones?

- No, pero más que la persona, lo importante será la señal que dé el próximo gobierno, con un acento importante en crecimiento e inversión.

- Pero, ¿qué pasaría si gana un candidato que quiera profundizar las reformas del actual gobierno?

- La actual estructura tributaria tiene que ser ajustada, es importante volver a poner incentivos para la inversión; no es conveniente seguir avanzando con la gratuidad, creemos que es regresivo desde el punto de vista redistributivo; es importante introducir mayor flexibilidad en materia laboral. Esos son los elementos que van a contribuir a dar una señal positiva en materia de crecimiento.

Si se visualiza que el próximo gobierno va a profundizar esas reformas, eso llevará a una economía que va a crecer en la tónica de lo que ha sido en los últimos años. Es importante dar un giro en materia de foco y más bien ponerlo en el crecimiento y la inversión.

Los riesgos

- ¿Ese sería uno de los principales riesgos para el desempeño futuro de la economía?

- Claro, porque si no hay un foco potente en crecimiento e inversión, eso llevaría a una economía mucho más aletargada con un crecimiento entre 1% y 1,5% y ese es un riesgo relevante.

Por el lado externo, los riesgos vienen por un ajuste abrupto en el crecimiento de China y que el precio del cobre corrija todo lo que ha sido el crecimiento más reciente.

En ese ámbito, es importante que China se desacelere y vuelva a tasas de crecimiento sostenible, cercanas al 6,5% o un poco menos hacia adelante, porque -de otra manera- se genera un desequilibrio, especialmente en términos del crédito.

- El desempleo se ha mantenido contenido hasta ahora. ¿Podría ser un riesgo en el futuro?

- Hoy la legislación laboral conduce a un mercado laboral más rígido y más costoso desde el punto de vista de los empleadores y eso lleva a tasas de equilibrio del desempleo más altas de las que teníamos respecto a la antigua ley laboral. Esto, de todas maneras nos va a llevar a tasas de desempleo algo más altas, pero en la medida en que la economía recupere fuerzas, que la inversión comience a repuntar, eso llevará a que la tasa de desempleo tienda a disminuir.

Pero en el actual escenario las empresas tienen más incentivos para poner los esfuerzos en el factor capital versus factor trabajo, dado los mayores costos que la legislación laboral involucra hoy.

Tasa no se moverá

- La inflación está bajo el 2%, lo que ha dado fuerza a la opción de recortar la tasa. ¿Qué opina usted?

- Hoy es menos justificable introducir estímulo monetario y, por lo tanto, nosotros estamos viendo que el Banco Central no moverá la tasa en los próximos doce meses. Y eso tiene que ver con que vemos niveles de inflación ligeramente más altos de los que tuvimos en la primera parte de este año.

El Banco Central sí fue activo y actuó correctamente al rebajar la tasa de política monetaria, son 100 puntos base acumulados hasta hoy día en el año, dado que la inflación fue bastante más baja de lo que se estaba proyectando.

Pero ese rol ya se cumplió y hacia la segunda parte de este año vamos a ver inflaciones mes contra mes algo más altas y la economía estará en mejor pie con tasas de crecimiento más favorables y, en ese escenario, creemos que no se requieren mayores estímulos monetarios.


Cobre y efecto fiscal:"Hay que ser cuidadosos"

- El país atraviesa por un momento de estrechez fiscal, con un déficit que se mantiene alto y una deuda que sube. En ese escenario, ¿quién sería el mejor candidato para ser el próximo ministro de Hacienda?

- Una persona que tenga un fuerte compromiso con la estabilidad fiscal. Todavía no hemos visto señales de ninguno de los candidatos en materia fiscal y creo que es importante que se den. Ya dos agencias nos rebajaron la clasificación de riesgo y por eso se deben dar señales contundentes sobre converger lo más rápido posible hacia un equilibrio fiscal estructural.

- En el comando de Sebastián Piñera suena el nombre de Rodrigo Vergara, ¿haría un buen trabajo?

- Es una persona con mucha experiencia, lo conozco personalmente, ambos trabajamos en el Banco Central y tengo una buena opinión de él. Creo que tiene una mirada responsable desde el punto de vista fiscal, así como otros nombres que también participan dentro de ese equipo.

- ¿Cuáles son las medidas que deberían tener prioridad para el futuro titular de Hacienda con el objeto de que no nos rebajen nuevamente la clasificación?

- Lo primero, es reafirmar el compromiso para converger a un equilibrio en materia de balance estructural. Eso implica ser muy cuidadoso en materia de gasto y, por lo tanto, apuntar a que el gasto público -según nuestro cálculo- no crezca más de 2%, porque eso efectivamente nos va a permitir ir reduciendo en 25 puntos base el balance estructural en los siguientes años, que es lo que se había propuesto este gobierno. Señales en esa línea van a ser importantes y podrían generar una buena reflexión por parte de las clasificacoras de riesgo. Mantener un crecimiento del gasto público en torno al 4% llevaría a que el balance se mantenga en los niveles de déficits actuales y, por lo tanto, hay que dar una señal de menor gasto público, de manera que efectivamente se cumplan los compromisos en ese sentido. Reafirmar eso es de primer orden.

- El viernes el cobre superó la barrera de los US$ 3 la libra. Si se mantienen estos niveles más favorables, ¿cambiará el límite del gasto fiscal?

- El gasto público debería estar en 2%, que es coherente con el cálculo estructural que hacemos con este cobre algo más alto. No hay que pensar que estos mayores precios del cobre generan gran abundancia, porque dada la forma de la política fiscal debe ser definida, que es a través de este balance estructural, de todas maneras obliga a ser especialmente cuidadoso. Parte de los efectos que tuvo el hecho de pensar que el precio del cobre de largo plazo estaba niveles de US$ 3,5 llevó a sobre gastar en el pasado. Por lo tanto, hoy debemos ser especialmente cuidadosos y entender que el precio de largo plazo en torno a US$ 3 -que es mucho más favorable de lo que veíamos hace poco tiempo-, obliga a ser cuidadoso en materia de gasto.

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