Macro

Un marzo de ajustes para el B. Central: los cinco flancos de cambios que se prevén en el IPoM

Recortes en el PIB e inflación, además de un escenario externo más adverso, llevarían al ente emisor a asumir una trayectoria más lenta para el alza de la tasa de interés y, por esa vía, al nivel óptimo.

Por: Víctor Guillou | Publicado: Martes 19 de febrero de 2019 a las 04:00 hrs.
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Las perspectivas para la economía del país se siguen ajustando. Y ayer fue el turno de los operadores financieros encuestados por el Banco Central, quienes ajustaron las expectativas para la inflación, tanto a doce como veinticuatro meses, de 2,8% a 2,65% y de 3% a 2,9%, respectivamente, con el consecuente recorte en la previsión para la trayectoria de la tasa de interés.

Todo un cuadro que a juicio de los economistas locales está pavimentando la posibilidad de que la autoridad realice una serie de acomodos en el escenario base que incluirá en el Informe de Política Monetaria (IPoM) de marzo, que dará a conocer el 1 de abril.

Menor crecimiento

Las actuales proyecciones oficiales apuntan a que el Producto Interno Bruto (PIB) se expandiría entre 3,25% y 4,25% este año. Sin embargo, la mayoría de los consultados tienden a esperar una disminución. Para el economista jefe de BCI Estudios, Sergio Lehmann el rango previsto se “corregiría” a uno de 3% a 4%, donde la inversión empujaría el carro al expandirse “en torno a un 6%”.

El economista senior de Credicorp Capital, Felipe Guzmán, cree que veríamos una reducción de “al menos 25 puntos base”, la que estaría catalizado por ajustes a la baja en el consumo privado y las exportaciones netas.

Concuerda con esta visión la economista jefe de Enconsult, Valentina Rosselli, quien “no descarta que se mantenga en el rango actual”.

Joaquín Aguirre, gerente de estudios de Tanner Investments, plantea que veremos “leves correcciones a la baja en materia de crecimiento e inflación, debido a que ambos registros han aparecido levemente por debajo de lo esperado”.

A juicio de la economista de Banco Santander, Sindy Olea, se tratará de una revisión a la baja para el escenario interno “moderada”.

Desde Itaú Análisis Económico reforzaron el rango estimado. aunque acotaron que “algo más abajo es plausible”.

Menos viento de cola

Un amplio consenso concita la idea de ver cambios en las proyecciones para la economía internacional.

“Debería reconocerse un crecimiento más bajo e inflación global más reducida”, lo que conlleva a un escenario de “menores tasas de interés externas”, plantea Lehmann.

Los términos de intercambio “difícilmente experimentarán algún cambio sustancial”, dice Guzmán, aunque reconoce que “la demanda externa, en particular de importantes socios comerciales para el país, se percibe menos robusta”.

“Probablemente, veamos un mayor énfasis en la situación externa, que es la que mayor riesgo representa para los supuestos de crecimiento”, sostiene Aguirre.

Desde la perspectiva de Rosselli, la mayor probabilidad es que se asuma una desaceleración mayor a lo proyectada.

“Las propias comunicaciones del Banco Central han señalado que los riesgos a la baja del contexto externo han aumentado en lo más reciente”, acota Olea.

Alzas acotadas

El menor avance de los precios y la menor actividad local, “en particular en los sectores no mineros” suman argumentos “para delinear una normalización de la política monetaria más pausada”, afirma Guzmán.

Para Lehmann “definitivamente” el Central asumirá un escenario de menores alzas para el tipo rector y ve un nuevo movimiento para septiembre.

En su óptica, la menor presión inflacionaria sería el elemento principal a recoger, en buena parte debido a “la nueva canasta para el cálculo del IPC”.

Rosselli espera “un ajuste a la baja” en la inflación, particularmente en la convergencia del componente subyacente, pero ven una “alta probabilidad” en que la trayectoria de la tasa se ajuste, aunque “todavía será algo por sobre lo previsto por el mercado”.

Olea prevé una sola alza “dada la reevaluación de los riesgos del escenario externo”.

Ante esto, algunos expertos incluso consideran factible que el Central modifique su estimación de la tasa neutral, la que sería a la baja.

De ocurrir -porque también creen que la autoridad podría hacerlo en junio-, el nivel sería 4%, lo que daría espacio “para que el supuesto de trabajo del último IPoM, no cambie a pesar de que existan menos incrementos, dice Guzmán.

En tanto, para Lehmann afirma que el escenario externo también llevaría al tipo neutral a la baja, en torno a 3,75%, pero no ve necesario modificar la meta ya que “existe un rango de tolerancia para la inflación, dentro del cual se ha mantenido gran parte del tiempo”

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