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Valente: “Si hay dos candidatos con similares posibilidades de ganar, eso aumenta la incertidumbre”

El socio de Econsult proyecta un crecimiento cercano al 2%, aunque eso dependerá de que la situación mejore durante el segundo semestre.

Por: Narayan V. Caviedes | Publicado: Lunes 27 de febrero de 2017 a las 04:00 hrs.
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Se ha mencionado que José Ramón Valente, socio de Econsult y director de empresas, tendrá un papel importante en el equipo económico de Sebastián Piñera. Con el ex presidente existe afinidad ideológica, y también respeto y admiración. “Piñera representa una vuelta al crecimiento, al progreso y al desarrollo”, asegura.

Hasta el momento, eso sí, la relación del economista de la Universidad de Chile con el comando del ex mandatario sólo se reduce a unas reuniones, en las que Valente ha analizado críticamente las reformas impulsadas por el gobierno de Michelle Bachelet, culpables, según el analista, del bajo crecimiento.

¿Fórmulas para retomar un mayor ritmo de expansión? No muchas, al parecer Valente sólo espera que concluya la actual administración.

- Esta semana comienza formalmente el último año de gobierno y de la actual legislatura. ¿Cómo proyecta el escenario económico?

- Ha existido una falta de consenso muy evidente a nivel de gobierno, específicamente sobre cuál es la dirección que hay que tomar. Por un lado, tienes a un ministro de Hacienda que impulsa la austeridad fiscal y baja el ruido de otras reformas que pueden estar entorpeciendo la recuperación de la inversión -como el tema de pensiones, el Código de Aguas y el asunto constitucional- y que a veces aparece apoyado por la Presidenta y a veces no; y por otro, están los ministros sectoriales, como Trabajo y Educación, que parecen seguir queriendo impulsar una agenda de reformas potente.

Esto es aún más fuerte en la coalición de gobierno, a nivel parlamentario, donde promover las reformas es la opinión mayoritaria. Un gobierno que no tiene foco en lo quiere perseguir es muy difícil que logre cambiar el ritmo y manejo de las cosas. Y no veo que pueda haber mucho cambio en eso, sobre todo quedando tan poco para que termine el gobierno.

- En ese contexto político, ¿cómo ve el panorama económico?

- Vamos a tener una economía que no cambiará mucho, por lo que todo el efecto local, como el bajo crecimiento y el empleo, se van a mantener similares a los últimos tres años. Lo que sí ocurre es que desde la economía internacional, por un mayor crecimiento y mejores precios en los commodities, tendremos un impulso que nos podría llevar a sumar algunas décimas adicionales de crecimiento hacia el segundo semestre. Pero el primer trimestre lo veo de muy bajo crecimiento, por varios factores. Uno de ellos es la construcción, que en el cuarto trimestre de 2016 mostró una caída muy significativa y seguirá baja durante el año; otro es que no hay un repunte significativo de la inversión, aunque han mejorado levemente las expectativas; también tenemos un escenario de competitividad cambiaria que se ha deteriorado, con un tipo de cambio real bastante bajo en comparación a los promedios históricos, lo que significa que nos va a costar más exportar a otros países; y como guinda de la torta tenemos hechos particulares, como los incendios, que tienes dos efectos: las pérdidas materiales y que se pierde tiempo literalmente ‘apagando los incendios’, que se podría aprovechar en otras actividades productivas. También está la huelga de Escondida, que podría restarle un punto y medio al Imacec de febrero, según las estimaciones que hacemos en Econsult, lo que nos pondría muy cerca del cero o incluso una cifra negativa para el segundo mes del año. Así, es claro que el primer trimestre será relativamente malo.

- ¿Cuál es su proyección de crecimiento para el año?

- En los últimos meses las proyecciones se han corregido a la baja. Si la economía mejora algo en el segundo semestre, vamos a llegar al 2%, pero si todo sigue igual vamos a repetir el desastroso resultado de 2016.

- ¿Qué se puede hacer para que el resultado sea mejor?

- No habiendo convicción, foco ni convergencia a nivel de gobierno respecto de qué hacer, es muy poco probable que haya un impulso desde la economía interna.

- Cuando dice converger se refiere a inclinarse hacia la posición de Valdés y, particularmente, en atenuar las reformas.

- Absolutamente.

- Y cómo sintoniza eso con una ciudadanía que demanda cambios profundos, lo que seguramente será parte del debate presidencial.

- La ciudadanía lo que demanda es progreso, tanto material como social. La ciudadanía no tiene un diagnóstico fino, individual, respecto de cuáles son las reformas que hay que hacer para obtener ese progreso. Lo que sí sabemos, es que las reformas que ha promovido este gobierno no le gustan a la ciudadanía, porque tienen un 20% de respaldo. La ciudadanía quiere un país ordenado, progreso continuo y solución a sus temas más personales, en salud, educación o seguridad. Pero no plantea reformas estratégicas ni cosas específicas que se tienen que hacer.

- ¿Las elecciones presidenciales pueden mejorar las perspectivas de los agentes económicos?

- Depende de cómo se desenvuelva el escenario. Si se acercan las elecciones y hay dos candidatos que son muy competitivos y ambos tienen probabilidades similares de ganar, eso aumenta la incertidumbre y eso no va a permitir mejorar las expectativas.

De acuerdo a las encuestas, uno espera una elección bastante peleada entre Sebastián Piñera y Alejandro Guillier, por lo que posiblemente no tengamos una mejora significativa en las expectativas y sí un aumento importante de la incertidumbre, toda vez que ambos representan cosas totalmente distintas como gobierno. Guillier representa una continuidad y profundización de las reformas del gobierno actual, mientras Piñera representa una vuelta al crecimiento, al progreso y al desarrollo, por lo que son muy distintos.

- Otro año de pobre crecimiento, ¿cómo afectará al mercado laboral?

- No podemos seguir basándonos en la cifra de desempleo para decir que no pasa nada en el mundo del trabajo. Aquí hay un deterioro muy significativo de la calidad del empleo, que se nota en el aumento del trabajo por cuenta propia y el nulo incremento, incluso caída, que ha tenido el empleo asalariado en el sector privado. El empleo se ha sostenido con respirador artificial, pero la precariedad del mercado del trabajo es evidente en muchos frentes.

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