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Valente: “Un borrón y cuenta nueva de 30 años sería devastador para el clima de inversiones”

El economista critica el anuncio de cambio a la Constitución de Michelle Bachelet y afirma que no hay posibilidad de que una reforma tributaria “no le meta la mano al bolsillo a la clase media”.

Por: Por Patricio Ojeda González
 | Publicado: Sábado 20 de abril de 2013 a las 05:00 hrs.
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El crecimiento como motor de la economía. Esa es la consigna de José Ramón Valente, ex presidente de Econsult y actual jefe del equipo programático del comando de Laurence Golborne, para dejar claro el énfasis económico del candidato del gremialismo. 

Esto en relación a los anuncios de reforma tributaria que formuló el candidato DC Claudio Orrego -quien pretende elevar la recaudación en US$ 5.000 millones al año- y la alternativa que está preparando el equipo asesor de Michelle Bachelet, que debiera dar a conocer su propuesta el próximo mes.

En ese sentido, Valente es tajante y señala que hay “alternativas más atractivas y más inteligentes” para financiar al gobierno.

- En entrevista con DF, Laurence Golborne proyectó un promedio de crecimiento de 5% para el próximo período de gobierno, ¿esa estimación permite financiar las necesidades del país?

- Es necesaria una clarificación respecto a eso. Si uno analiza objetivamente el potencial de crecimiento del país a mediano plazo es 5% y a eso se refería Laurence, eso no implica que uno no deba hacer y vamos a hacer todo lo posible para crecer sobre ese potencial. Durante los últimos tres años se ha subido el PIB potencial del país desde un 4,2% a cerca de un 5%. Uno debiera apuntar a subir ese potencial y ojalá a tener por un lapso de tiempo un crecimiento del orden de 6%. Para subir ese potencial no hay ninguna otra posibilidad que subir las tasas de inversión. Se han estado recuperando, están en niveles peak y esa es una tremenda labor y tenemos que continuarla. Si queremos tener una década o un par de décadas que realmente nos hagan cambiar de liga, debiésemos apuntar a seguir creciendo en esa tasa de inversión, ojalá a un 28%, de tal manera de apuntar que el producto potencial del país pueda llegar al 6%, sin que la economía se sobrecaliente.

- ¿Cuáles son las reformas que se deben hacer para lograr esto?

- Es importante pensar en qué cosas son relevantes para que haya inversión y claramente el clima de negocios del país es súper relevante para efectos de decidir si los inversionistas se animan o no a invertir en este país, ya sea los locales o los internacionales. Por eso es que cuando vienen candidaturas que dicen que vamos a hacer borrón y cuenta nueva, que vamos a cambiar la Constitución, las leyes, que realmente todo lo que hemos hecho en los últimos 30 años lo vamos a revisar entero y vamos a construir una nueva plataforma institucional para Chile es devastador para el clima de inversiones.

- ¿Y hay espacio para cambios?

- Nuestra política no es conservadora, no es que digamos que hay que dejar todo igual, pero también estamos convencidos que las sociedades se desarrollan sobre la base y los cimientos que le dejan sus predecesores. Claramente las generaciones anteriores nos dejaron un cimiento de la economía, algunas bases que nos han demostrado en los últimos 30 años que dan buenos resultados y Chile ha podido mejorar las condiciones de vida más rápido de lo que lo había hecho en su historia.

- ¿Qué le parecen las propuestas de reforma tributaria de la oposición?

- Creo que el camino al desarrollo no está pavimentado con impuestos. Los impuestos son súper relevantes, tenemos que financiar al Estado, que tiene labores irrenunciables, por lo tanto, tenemos que tener una base de recaudación super importante y creo que la tenemos hoy. Hemos aprendido en los últimos años -y hay un artículo de Libertad y Desarrollo sobre eso- que el crecimiento económico es una reforma tributaria potentísima. Tenemos US$ 600 millones adicionales por año por cada punto adicional de crecimiento. Naturalmente, cuando uno no tiene el foco en el crecimiento económico, como ha sido el caso de los gobiernos de la Concertación, la única forma de allegar recursos para cumplir su programa es haciendo una reforma tributaria.

- Entonces, ¿el único foco es el crecimiento?

- Crecer al 3% y al 4%, que fue a lo que crecieron los gobiernos de la Concertación, hace una tremenda diferencia respecto a crecer al 5% o al 6%, son dos puntos de diferencia en tasa de crecimiento, o sea, son US$ 1.200 millones al año, monto mayor que la reforma tributaria que hizo el presidente el año pasado y sin necesidad de meterle la mano al bolsillo a los chilenos. El otro foco que también es más propio de las candidaturas de derecha que de la izquierda es el tema de ser diligente, eficiente y probo en el uso de los recursos públicos. No hemos planteado las necesidades de gasto, los impuestos son una forma de financiar al gobierno y aquí hay formas alternativas, atractivas y mucho más inteligentes que simplemente plantear reformas tributarias al voleo.

- ¿Y respecto a Michelle Bachelet que aún no da detalles de su propuesta?

- No dijo cuál va a ser su reforma tributaria pero sí dio pautas. Dijo que no va a hacer una “reformita”, por lo tanto, va a ser una mega reforma tributaria y no hay manera técnica de hacer una mega reforma tributaria que no le meta la mano al bolsillo a la clase media. La clase alta es el 1%, el 2%, te doy hasta el 10% de la población. Lo que la gente tiene en mente de un rico, es un 1% de la población. No hay forma de, cobrándole impuestos, -aunque le quitemos toda la plata al 1% de la población-, pretender financiar al 99% de los chilenos, la matemática básica no cuadra. Lo mismo con las empresas, más del 90% son PYME y, por lo tanto, pretender que sólo poniéndole impuestos a las grandes empresas vamos a financiar una mega reforma tributaria, no es así.

"No podemos demorar cuatro años en decir que un proyecto termoeléctrico es malo"
"Hay muchas cosas buenas que rescatar de nuestra institucionalidad política y económica actual y lo que no esté bien hay que mejorarlo, pero no hacer un borrón y cuenta nueva", afirma Valente.

- ¿Qué cosas no están bien?
- Por ejemplo el tema de inversión, estamos aprendiendo a trabajar con una institucionalidad nueva, cómo relacionarnos con los pueblos indígenas, con las comunidades que se ven influidas por un proyecto de inversión. Son todas cosas relativamente nuevas, entonces tenemos que encontrar formas de que esa relación con el medio ambiente, las comunidades, los pueblos originarios sea más fluida, de manera que acorte los plazos en los proyectos de inversión. Literalmente el tiempo es oro cuando se trata de los proyectos de inversión. Hoy eso se está demorando mucho.

- ¿Qué efectos trae?
- En los últimos 10 años, cuando uno plantea un proyecto de inversión hasta que lo puede concretar, hemos aumentado enormemente los plazos y hemos disminuido las certezas. Eso lo tenemos que mejorar, disminuir el plazo de implementación de los proyectos y mejorar la certeza de quienes están invirtiendo. No puede ser que nos demoremos cuatro años en decirle que no a un proyecto termoeléctrico cuando ya se han gastado decenas o cientos de millones de dólares. Ahí hay un despilfarro de recursos para todos. Si el proyecto es malo tenemos que decirlo en un año, no en cuatro, y una vez que dijimos que el proyecto es bueno, tenemos que ser capaces de llevarlo acabo en el menor tiempo posible.

- ¿Y cómo se resuelve el factor judicial?
- Sentándonos como sociedad a plantear si realmente nos interesa el progreso, qué está funcionando mal y conversar para que funcione mejor. Cuando las cosas se ven desde afuera las posiciones se ven muy alejadas, pero cuando uno se sienta en la mesa se da cuenta de puntos de coincidencia entre las partes. El Ejecutivo tiene que sentarse con el Poder Judicial no para mandatarlo, pero sí para entender cuál es la posición que tiene el Poder Judicial de los temas. Toda la sociedad tiene que aprender a funcionar mejor.

"Renunciar al potencial hídrico es un error"
"En HidroAysén ha habido una propaganda contra el proyecto por 10 años y se ha destacado solo la parte negativa. Creo que renunciar al potencial hídrico en Chile es un error estratégico. Pero también hemos tenido problemas con las térmicas y con cualquier proyecto de progreso. Si queremos ser un país desarrollado necesitamos inversiones en energía, tenemos que buscar las fuentes, pero el rol del Estado es fijar las reglas del juego", afirma Valente.

- ¿Sería complicado no contar con HidroAysén?
- Lo complicado es no contar con energía y como nos hemos demorado mucho en todos los frentes se nos está poniendo muy difícil el panorama al 2017-2018. El problema no es sólo HidroAysén, es que no estamos avanzando en ninguna y pretendemos románticamente que las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) cumplan, cosa que sabemos técnicamente que no es así. Pero es peor que eso, porque cuando se planteen los proyectos solares, por ejemplo en el norte, van a llegar los ambientalistas en contra de ellos. Los mismos ambientalistas que dicen no a HidroAysén, no a las termoeléctricas, después dicen no a los paneles solares porque son gente antiprogreso.

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