Vergara renuncia al Central y Hacienda activará contactos para su reemplazo la próxima semana

A sólo 16 días de que asuma el nuevo presidente, Mario Marcel, el actual timonel del Consejo del Banco Central, Rodrigo Vergara, oficializó ayer su renuncia a la máxima instancia del instituto emisor, tres años antes de que culmine su período de diez años como consejero del ente autónomo.

La formalización de la salida se produjo luego de que el economista se reuniera con la presidenta de la República, Michelle Bachelet, en su despacho en el Palacio de La Moneda, cita que se inició cerca de las 17 horas.

Vergara abandonará la institución el próximo 11 de diciembre, un día después que Marcel asuma la titularidad del Consejo.

El día 5 se realizará una ceremonia de despedida para el saliente economista, en la que pronunciará un discurso y en el que participarán ex presidentes de la organización.

”Le manifesté a la Presidenta mi decisión de no continuar como consejero del Banco Central de Chile, una vez que se acabe mi periodo de presidente. Es decir, presenté mi renuncia a partir del día 11 de diciembre al Conejo del Banco Central de Chile”, dijo Vergara tras la reunión que se extendió por casi una hora y media con Michelle Bachelet.

En diálogo con la prensa, manifestó su orgullo por haber conducido al ente emisor. “Ha sido un gran honor, ha sido un periodo muy desafiante, y creo que hemos salido razonablemente airosos de este desafío”, dijo.

Al informar al interior del banco de su decisión, el economista agradeció al Consejo y a los funcionarios de la entidad por “todo el apoyo que ha recibido durante su gestión, tanto en su carácter de consejero, como en su calidad de presidente”, e hizo votos por el éxito permanente de la institución en el cumplimiento de sus objetivos y funciones”.

¿Qué viene en el futuro inmediato de Vergara? Dividirá su tiempo entre las clases en la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la UC, y la investigación como parte del Centro de Estudios Públicos (CEP), think tank al que arribará a fines de este año y en el cual se desempeñó como coordinador del área macroeconómica entre 1995 y 2003.

También el experto retomará las asesorías a nivel internacional y la participación en algunos directorios de empresas. Antes de ingresar al instituto emisor en 2009 -propuesto por la misma Bachelet-, Vergara había ejercido en las mesas de Entel, Besalco y el fondo de inversión Moneda.

El ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, valoró la gestión del saliente presidente del emisor.

Comienzan negociaciones

La salida anticipada de Vergara aceleró las negociaciones a nivel político para encontrar a su reemplazante, considerando que aún le restan tres años como miembro de la mesa del Central.

En este escenario, el cupo de Vergara -perteneciente a la oposición- comenzará a ser negociado entre el Ministerio de Hacienda y Chile Vamos a partir de la próxima semana.

Fuentes cercanas a las negociaciones señalan que se acordó tácitamente que el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, iniciara conversaciones con los senadores de oposición una vez despachada la ley de Presupuestos, hito que se materializará entre fines de esta semana e inicios de la próxima, en el caso de haber comisión mixta. El encargado de llevar las conversaciones con Teatinos 120 será el senador UDI de la comisión de Hacienda, Juan Antonio Coloma.

Quienes están al tanto de las tratativas señalan que tanto Hacienda como Chile Vamos “tienen una lista de nombres” de potenciales sucesores en el Consejo, pero que los intercambios comenzarán recién a partir de la próxima semana. En carpeta se encuentran nombres como el actual gerente de Estudios del Central, Alberto Naudon, la ex directora de Presupuestos, Rossana Costa, el director alterno de Clapes UC, Rodrigo Cerda, y el economista jefe para la Región Andina de BTG Pactual, Luis Oscar Herrera, entre otros.

En el caso de Costa y Cerda es clara su afiliación política, mientras que en el caso de Naudon y Herrera el escenario es menos claro. Aunque en la derecha no ven con malos ojos designar a cualquiera de los dos últimos como consejero por el período que le resta a Vergara.

Si bien los plazos son estrechos, “no es dramático” que el Consejo funcione con cuatro miembros por un tiempo, señala una fuente, considerando que el 13 es la reunión de política monetaria, justo un día antes de la de la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos donde, presumiblemente, aumentará la tasa de interés.

“La agenda legislativa está muy apretada en el Congreso y el espacio de negociación es acotado. Pero nos tomaremos todo el tiempo en analizar el tema”, comenta una fuente.

Otra de las ideas que está sobre la mesa de parte de la oposición, es la posibilidad de negociar lo que será la otra discusión que tendrán con Valdés el próximo año: el fin del período del actual vicepresidente, Sebastián Claro -cercano a la derecha- a partir de diciembre del 2017.

Una idea que cobra fuerza es abordar en el nombramiento del reemplazante de Vergara la discusión del sucesor de Claro, considerando el “importante” número de aspirantes al cargo vacante a partir del próximo mes.

Fuentes cercanas recalcan, eso sí, que no se tratará de hacer un “doble anuncio” de reemplazantes de los hoy consejeros, sino de establecer algunos criterios para la designación de fines del 2017.

En las conversaciones entre el gobierno y la oposición también se abordará la salida del vicepresidente Sebastián Claro en 2017.

Un balance con saldo a favor: la inflación por fin volvió al rango meta

Si de números se trata, como le podría importar al mundo de los economistas, el balance del ahora renunciado consejero del Banco Central, Rodrigo Vergara, resulta definitivamente positivo.

Al cierre de octubre, la inflación exhibió una variación anual de 2,8%, es decir, prácticamente en la deseable mitad del rango meta establecido por el mismo organismo en concordancia con el mandato principal que le establece la Ley Orgánica, como es velar por la estabilidad y control de los precios internos.

La tarea no fue fácil e, incluso, implicó nadar algo contra la corriente en más de algún momento, pues el país enfrentó un saltó hasta niveles superiores al 5% durante meses, lo que incrementó la presión por no recurrir a bajas de la tasa de interés de política monetaria -que estaba en 5,25% al llegar Vergara- e, incluso, subirla.

Lo anterior, en un contexto en que la economía iniciaba una persistente desaceleración del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), que derivó en pasar de tasas de expansión del orden de 5% o más a un pobre 2% en los últimos años.

Al final, la visión del Central encontró eco en los resultados, aunque demoró y hoy la sensación es que la menor inflación y el bajo PIB podría dar espacio adicional a nuevas bajas de tasas.

Vergara no sólo expuso su visión de la economía junto con explicar el quehacer del consejo en sus más diversas apariciones, sino que puso en el tapete la visión del organismo de los temas sensibles de la agenda país, entre ellos el efecto del clima de desconfianzas en la inversión y la importancia del crecimiento económico, asumiendo que no es la política monetaria la llamada a resolver dicho aspecto.

En la antesala del proyecto de ley de Presupuesto 2017, el presidente del ente emisor su análisis también incluyó su mirada sobre la situación fiscal. Y, en este marco, validó la inquietud manifestada por Hacienda sobre la estrechez del cuadro futuro.

Tampoco en sus alocuciones faltaron materia más sectoriales, como el mismo debate sobre las pensiones y ya hace unos años los riesgos de la burbuja inmobiliaria.

Agenda de modernización

En el plano más institucional, a Vergara le correspondió en su calidad de presidente del instituto emisor liderar la renovación de la familia de billetes, que fue cumpliendo distintas etapas.
Otro foco fue la educación financiera, en cuya dinámica también se embarcó el economista.

En esa línea, durante su período se siguió impulsando el concurso orientado a los colegios Economía+cerca, que busca que los estudiantes de enseñanza media aborden y desarrollen alguna temática económica.
Todo como parte de una institución que se ha ido adaptando a las nuevos parámetros de transparencia y a los desafíos que establecen las redes sociales.