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Colodro: “El gobierno no se hace cargo del momento político que está viviendo”

La Moneda se equivocó en su diseño estratégico y debió reforzar los objetivos de gestión que no requirieran pasar por el Congreso, analiza.

Por: Rocío Montes | Publicado: Lunes 3 de junio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Para Max Colodro, director del Magíster en Comunicación Política de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI), la del sábado fue “una cuenta sin sorpresas, sin grandes anuncios, salvo probablemente el proyecto para disminuir los cupos en el Congreso” a 120 diputados y 40 senadores.

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– ¿Y qué esperaba?

– Esperaba la reafirmación de una hoja de ruta clara y, en ese aspecto, el Presidente estuvo bien, aunque con vacíos. En este discurso, el gobierno no se hace cargo de los problemas de conducción política que ha tenido en los últimos meses, que son, a mi juicio, una de las variables centrales que explican por qué existe un deterioro en la aprobación, un aumento de la desaprobación y una caída fuerte en las expectativas. Es difícil que el discurso genere un punto de inflexión respecto del deterioro que el gobierno venía experimentando.

– Si la cuenta pública no se hace cargo de los problemas de conducción política, ¿sigue presente el fantasma del cambio de gabinete?

– Sigue presente. Es un asunto que no está despejado. Si el gobierno no logra en las próximas semanas mostrar un cambio de escenario sustantivo en términos de retomar el control de la agenda, mostrar de nuevo una mayor cohesión y un mayor orden en la gestión política, superar definitivamente los errores comunicacionales que le han pegado fuerte en el último tiempo, será inevitable que se instale un escenario de cambio de gabinete.

– ¿Cómo podría el presidente Piñera haber reafirmado una hoja de ruta clara? ¿Que echó de menos usted en el discurso?

– El Presidente podría haberle propuesto a la oposición acuerdos más precisos respecto de lo que el gobierno quiere obtener en la negociación que está llevando adelante en las reformas principales. El gobierno no logra mostrar cuáles son las cosas que considera prioritarias de sus proyectos, qué es lo que está dispuesto a negociar, cuáles son los puntos a partir de los cuales siente que puede construir acuerdos.

– Dada la agenda electoral que arranca en 2020, se suponía que en esta segunda cuenta pública el Presidente debía “abrochar” lo que el gobierno ha insinuado en estos primeros 14 meses…

– Sin duda. Eso estuvo al debe. Hay muchos anuncios y compromisos dispersos. Más que una cuenta presidencial y un discurso basado eventualmente en nuevos anuncios, lo del sábado fue una reafirmación de ciertos compromisos. De seguir luchando contra la delincuencia y el narcotráfico. De seguir teniendo una voluntad de llegar a acuerdos con la oposición. Pero el gobierno no se hace cargo del momento político que está viviendo, las dificultades que afronta y de cuáles son los caminos para poder enfrentar esas dificultades.

– ¿La pareció nítido el llamado a la oposición a retomar los grandes acuerdos y el clima de diálogo, que marcó el inicio del mandato? Varias veces el presidente pidió acuerdos, pero en paralelo acusó de obstruccionismo.

- A estas alturas, la mera reafirmación de una voluntad de entendimiento es muy insuficiente, porque el gobierno está atravesando por dificultades serias para poder sacar adelante sus proyectos y no hay claridad respecto de cuál es la estrategia que va a seguir para que sus iniciativas prosperen y lo hagan en el sentido que considera prioritario. El anuncio de disminuir el número tanto de diputados como de senadores, además, le va a generar nuevas tensiones con el Congreso, transversalmente. Hará más difícil todavía negociar las iniciativas emblemáticas del gobierno.

– ¿Qué influye en la baja popularidad del presidente?

– Los problemas de conducción política y la caída de las expectativas respecto del escenario económico. Es cierto que la economía ha crecido más que en el gobierno de Michelle Bachelet, pero lo que no han crecido nada son los salarios. En el mundo ciudadano existe la percepción de que el crecimiento no se ha reflejado en las condiciones de vida de la gente. Es un factor que ha golpeado muy fuerte en las expectativas, más allá de la incertidumbre asociada a lo que está pasando fuera.

– Resulta llamativo que a un gobierno que dice importarle tanto el crecimiento, el único anuncio en esta materia haya sido un ajuste en las expectativas para 2019…

– Es otro gran déficit del Presidente en el discurso: no haber anunciado un paquete de medidas para reforzar la reactivación y el cambio de las expectativas en materia económica en un escenario “más difícil”, como lo denominó el propio Piñera.

– Con una oposición con las características de la actual… ¿tiene espacio el gobierno para avanzar?

– El gobierno tiene una debilidad estructural porque tiene minoría en ambas cámaras y una oposición muy dura y obstruccionista que apuesta a su fracaso. Es una realidad que el gobierno debió haber asumido desde el comienzo y, por lo tanto, un escenario debió haber sido abordado desde el punto de vista del diseño estratégico. La oposición no tiene proyecto y lo ha reconocido la propia oposición. Lo único que logra generar algún punto de convergencia es la necesidad de que este gobierno fracase.

– Desde ese punto de vista, las opciones del gobierno para tener algún grado de éxito son mínimas.

– Eran muy escasas y, por lo tanto, el gobierno debió ser muy precavido respecto de cuáles eran realmente sus prioridades, lo que se podría negociar…Eventualmente, La Moneda debió reforzar los objetivos de gestión que no requirieran pasar por el Congreso. Pero el gobierno hizo exactamente lo contrario: una agenda de reformas tremendamente ambiciosa que hoy depende de mayorías que son de oposición.

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