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Cortázar: “No es posible una economía de calidad sin una política de calidad”

El economista criticó que el foco solo esté en el crecimiento a corto plazo, lo que surte efectos negativos en la materia.

Por: Rocío Vargas S. | Publicado: Viernes 21 de junio de 2019 a las 04:00 hrs.
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Una dura radiografía sobre lo que ha sido el desarrollo político económico de Chile desde la década de los noventa hasta los complejos tiempos actuales, realizó ayer el economista de Cieplan y exministro del Trabajo y Transportes, René Cortázar, durante el seminario anual de Moneda Asset Management.

En el evento se discutió ampliamente sobre la forma cómo se están haciendo las cosas para que la economía chilena surja, tras la seguidilla de recortes en las estimaciones para las proyecciones del país.

Al respecto, Cortázar criticó los cambios que han sufrido “las reglas del juego”, aludiendo a que la diferencia entre mirar el crecimiento a corto plazo en vez del de largo plazo, surte efectos negativos en el actuar a nivel país. Es por esto que, según él, ha bajado el ahorro y por ende, la expansión de la actividad.

“Tienen mucha razón quienes dicen que no es posible tener una economía de calidad sin una política de calidad. No solo interesan las reglas que pueden prevalecer en los próximos cuatro años; interesan las pertinentes para un inversionista o para alguien que quiere desarrollar un proyecto de innovación tecnológica que no está mirando a cuatro años, sino a los 30 años de su proyecto”, dijo el economista.

En esta línea, explicó que entre 1950 y 1990, Chile crecía menos que el resto del mundo, manteniéndose en “el sexto lugar de la tabla de posiciones” de América Latina de manera constante, independiente del color político de La Moneda.

“Y cuando se buscaban explicaciones de porqué teníamos este crecimiento mediocre, alguien decía que ahorrábamos poco, invertíamos poco, y por eso crecíamos poco”, comentó Cortázar, agregando que en ese tiempo se guardaba solo el 15% del ingreso nacional. “Pero cuando miramos el crecimiento hacia adelante, durante los 90, crecimos a 2,2 veces la economía mundial, y pasamos en un poco más de tres años, del sexto lugar al primero (...) Ahí, ahorrábamos el 25%”, dijo, y explicó que ese dinero se destinaba no solo a capital físico, sino que también a educación, capacitación y conocimiento.

El integrante del Cieplan aseguró que esto cambió con “la regla fiscal. Pasamos a tener superávit fiscal por 20 años; la reforma tributaria de los 80, que bajó en impuesto a la reinversión de utilidades de las empresas y que significó un aumento muy grande a su labor; la reforma previsional, que a través del sistema de capitalizacion lo que hizo fue profundizar el mercado de capitales. Todas reglas del juego que hacía que los mismos jugadores ahorráramos más”, y sostuvo, también, que las reformas laborales y tributarias tenían como objetivo proteger el crecimiento acelerado.

Las concesiones de obras públicas y la integración a los mercados mundiales, a través de la baja de aranceles y la generación de tratados de libre comercio, también formaban parte de estas “reglas”, mientras que por el lado macroeconómico apuntó a los avances ligados a la política fiscal, monetaria y cambiaria, de la mano de un Banco Central autónomo.

“Nuestro riesgo es volver a la mediocridad. Y éste es el dilema político más central que tenemos hoy en Chile”, enfatizó.

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