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Encuesta Casen constata deterioro en la educación a pesar de la implementación de clases online

La consulta realizada entre fines de 2020 e inicios de 2021 también mostró un retroceso del indicador que mide el hacinamiento de los hogares. Análisis del MDS abre la interrogante sobre el aumento de los campamentos.

Por: Pamela Cuevas V. | Publicado: Viernes 9 de julio de 2021 a las 04:00 hrs.
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Foto: Agencia Uno
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La pandemia le costó al país retroceder once años en lo que respecta a la participación en clases de la población escolar del país. Así lo reveló una de las preguntas específicas que incluyó la Casen 2020 para retratar lo que ha significado la enfermedad por Covid-19 en la escolaridad y el trabajo de las personas.

El indicador -que se utilizó para medir la carencia de asistencia- se ubicó en 4,4%, lo que equivale a 289.601 hogares.

De ellos los más afectados por esta privación están en las familias de menores ingresos, clasificadas en el primer y segundo quintil, con una tasa de 5,6% y 5,8%, respectivamente.

Por regiones la mayor inasistencia a clases fue en Tarapacá (5,8%), Antofagasta (5,9%) y Atacama (5,9%).

Del total de niños y niñas y adolescentes de 4 a 18 años, el 10,2% quedó fuera de las salas tanto presenciales como virtuales, lo que significó 374.053 personas.

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Si bien los establecimientos educacionales buscaron diversas estrategias para mantener el contacto con los estudiantes, en las que incluso se recurrió a programas de radio y televisión para abrir el acceso a los contenidos, en el reporte de carencias multidimensional del Ministerio de Desarrollo Social (MDS) se revela que en el rango de edad de 4 a 5 años, el 22% no accedió a clases, siendo los más perjudicados.

En la medida que menos niños logren participar de manera regular en las actividades escolares habrá “consecuencias negativas en el desarrollo de sus capacidades y habilidades”, señala el informe.

En contraste con lo anterior, la Casen reveló una mejoría en las dimensiones de rezago escolar y la escolaridad, dando cuenta que en las generaciones más jóvenes hay una mayor proporción de personas que completan sus años de estudios en el tiempo que corresponde.

Vivienda y ocupación

Dadas las complejidades que impuso la pandemia -que obligó a realizar la consulta de representatividad nacional por primera vez vía telefónica-, se excluyó todo lo referente a cohesión social y se redujo el cuestionario. Esto, impidió entregar un indicador general para la pobreza multidimensional.

En vivienda se eliminaron observaciones sobre las condiciones de habitabilidad pero se mantuvo hacinamiento y servicios básicos.

Eso sí a la luz de los resultados desde el MDS advierten que los datos se deben interpretar con “cautela”.

En hacinamiento, si bien se mantuvo la tendencia a la baja, el aumento en la carencia de ocupación -que refleja una mayor proporción de hogares con integrantes sin trabajos- en un escenario en que la pobreza total creció a 10,8%, hace suponer un traspaso de quienes previamente estaban hacinados hacia campamentos.

De hecho, el informe señala que el “allegamiento interno” creció “significativo” a nivel nacional lo que “puede” ser una respuesta al déficit habitacional o a la necesidad de una red de apoyo familiar para el cuidado de niños, adultos mayores o enfermos como consecuencia de la pandemia. Además, reconoce que la Casen no identifica si vive o no en campamentos.

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