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Pía Mundaca, Espacio Público: “El cuarto retiro está cruzado por un cortoplacismo electoral descorazonador”

La cientista política antofagastina analiza el escenario presidencial, la convención y los desafíos inminentes, como la crisis migratoria

Por: Rocio Montes | Publicado: Martes 28 de septiembre de 2021 a las 04:00 hrs.
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Foto: Julio Castro
Foto: Julio Castro

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Rocío Montes

La directora ejecutiva del centro de estudios Espacio Público, Pía Mundaca, estudió Ciencias Políticas en la Universidad Católica, pero a Santiago llegó a vivir recién a los 17 años. Hija de profesores de química de María Elena, en la provincia de Tocopilla, Mundaca nació en 1990 en Antofagasta, donde creció y estudió todo el colegio. Tanto sus padres como su único hermano, médico, siguen viviendo en la capital regional, una zona que marca profundamente la mirada de país de esta Magíster en Políticas Sociales de la London School of Economics and Political Science. Tras regresar a Chile de sus estudios de postgrado en los tiempos del estallido, aterrizó a Espacio Público en medio de la pandemia, a mediados de 2020.

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“Mi identidad está construida desde el norte de Chile, con el abandono que han tenido las regiones de nuestro país. Es muy difícil haber nacido en una región y no sentirlo así. En mi mirada influye mucho ser de Antofagasta, en parte porque el norte de Chile ha tenido una historia dura y olvidada”, confiesa Mundaca, que a los 22 años, recién salida de la universidad, se convirtió en la primera mujer en asumir la Dirección Social de la Fundación Techo. Recuerda el libro “Norte grande: novela del salitre” de Andrés Sabella, de 1944, para resumir lo que relata: “En tus cerros se ven los rastros del más duro tiempo”.

-Luego de Fundación Techo, usted durante el segundo gobierno de Bachelet trabajó en el Departamento de Extranjería y Migración, asumiendo como Jefa de Política Migratoria en 2017. ¿Qué piensa sobre los hechos de Iquique?

-Las imágenes del sábado las vi con todo el horror humano que cualquier persona las puede ver, pero no me gusta trasladar toda la responsabilidad a las personas. Sacando los hechos de violencia como la quema de las pertenencias, de un nivel de inhumanidad muy grande, hago una diferencia con lo legítimo de que un ciudadano piense: algo no está bien. Eso hay que atenderlo. No para justificarlo, sino para confrontarlo. En la inmigración hay una responsabilidad institucional muy importante y cuando los actores responsables de confrontar estas crisis no actúan y trasladan las tensiones a la ciudadanía, la ciudadanía busca soluciones con sus propias manos, que es el peor de los escenarios. Es lo que ha pasado en Iquique.

-Es un problema de este gobierno, sin duda, ¿pero solo del actual gobierno?

-No solo se trata de un problema de este gobierno. En la Administración pasada no se logró llegar a un proyecto de ley consensuado que permitiera dar respuestas, por lo que hay un mea culpa, absolutamente. No soy de defensas corporativas ciegas, en ningún sentido.

-¿Qué es lo preocupante de las escenas del sábado?

-Hay dos cosas bien alarmantes. La primera es cómo la ausencia de una respuesta articulada y efectiva genera que las crisis nos exploten en la cara. Y eso nos ha pasado mucho en Chile. La segunda alarma apunta a cómo la violencia termina siendo la manera para procesar nuestros conflictos. Cómo la violencia se ha apoderado de nuestras prácticas de relacionamiento. Es muy preocupante.

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Los electores no son incondicionales

-¿Cómo observa la carrera presidencial?

-No deja de sorprenderme lo abierto del escenario. Hay tendencias, pero no tengo recuerdo de otra elección presidencial en que las cosas se hayan movido con tanta fragilidad. En otras ocasiones, se sabía quién corría con ventaja y las cosas que iban afirmando a medida que avanzaba el tiempo. Hoy día, aquello es mucho más débil y las primarias legales reforzaron aquel punto con mucha claridad. Hace un año y medio todos creíamos que la elección sería entre Lavín y Jadue. La elección se va construyendo constantemente.

-¿Qué es lo que ha cambiado?

-El desempeño público importa y se refuerza por el papel de las redes sociales: un buen o un mal desempeño en un debate se hace un viral de 30 segundos que circula masivamente por redes que no conocemos. Los debates están teniendo alto rating y nos indica que el voto de los ciudadanos no es seguro. La gente no tiene una lealtad ciega, sino que decide por las propuestas que valen la pena y de una manera que vale la pena. En la encuesta de la UDD, me sorprende que un 15% de las personas dicen que cambiaron de opción luego del debate. La incondicionalidad ya no es tal.

-¿Es fuerte o no la posición de Gabrie Boric?

-Hay tendencias que no hay que desconocer: Boric es quien tiene los números más sólidos y, públicamente, está desplegándose de esa manera, como quien lidera las encuestas. Pero nadie debería celebrar por adelantado, sino que trabajar arduamente por desplegarse y mostrar que puede ser el próximo presidente de Chile.

-¿Cómo observa a Sichel?

-Sichel ganó una primaria con una cantidad de votos bien grande y eso da espaldas. Me sorprendió que en el debate de la semana pasada no estuvieran tan claras estas espaldas, porque llega con un triunfo a cuestas. Me sorprendió ver las cifras de la UDD, que muestra una distancia estrecha con Kast (16% y 12%, respectivamente). Pero no sé si Kast pueda crecer tanto más.

-¿En qué está Sichel?

-Cuesta descifrar en qué está Sichel y es difícil, porque se mezcla el deseo de mantenerse como candidato independiente, libre, porque los partidos están muy deslegitimados, con ser el candidato de un sector político, donde además la presidencial se cruza con las parlamentarias. Es una tensión permanente: cuán independiente, libre y distante de los partidos soy y cuánto los necesito y cuánto me van a demandar.

-¿Le ve opciones a Yasna Provoste?

-Complejo entender la estrategia que ha tenido. Ha costado ver cuán de centroizquierda son las ideas que está mostrando.

-¿Cómo es posible que un candidato se inscriba y sea formalmente candidato, como Franco Parisi, sin haber pisado el país y con una causa por pensión alimenticia? Algo de la ley está mal…

-Hay algo que tenemos que discutir de la ley, para evitar que esto no suceda. Pero también hay algo de criterio ético mínimo que tenemos que pedirle a quienes son candidatos o candidatas. La ley no puede prever todos estos escenarios. Hechos como el que protagoniza Parisi mitigan la ya dañada confianza que existe en la política.

Un 80% quiere acuerdos en la Convención

-¿La economía, el “aterrizaje suave” o el debate del presupuesto pueden jugar un rol en la recta final de la presidencial?

-Hay un estudio del COES reciente que muestra cómo a la clase media le importa la economía. Las personas quieren que al país le vaya bien, porque quieren que sus vidas mejoren. La solidez económica es una materia a evaluar que, espero, sea relevante.

-Esto nos lleva inevitablemente a la discusión sobre el cuarto retiro de las AFP.

-No tengo ningún problema en decir que espero que se rechace. Es una política dañina. Sería un buen precedente para las discusiones que vienen que el cuarto retiro de las AFP se caiga en el Congreso. Dicho esto, lo que ha pasado con los retiros refleja varios problemas. El primero, que tenemos una relación quebrada entre la política y la técnica.

Hablo desde un centro de estudios y aclaro que no creo que los técnicos tengan que gobernar el país, pero debería haber un diálogo que permita recibir preocupaciones. La política y la técnica están desacreditadas, ambas, porque existe en parte una sensación de que lo técnico gobernó todo. Pero la solución no es quebrar esa relación y no reconocer los costos técnicos que puedan tener las malas políticas públicas para nuestro país. Los políticos que defienden el cuarto retiro no reconocen aquello que va a suceder. Y esto refleja otro asunto: la incapacidad del sistema político para dar solución a problemas en los momentos correspondientes.

-Apoyan el cuarto retiro varios de los candidatos a La Moneda…

-La gran mayoría. El cuarto retiro está cruzado por un cortoplacismo electoral descorazonador.

-Espacio Público acaba de publicar el informe “¿Cómo vemos el proceso constituyente”? Usted, ¿qué destacaría?

-La preferencia clarísima de las personas, porque en la convención se lleguen a acuerdos (80%), que están conscientes de que implica transar. Me parece relevante este dato porque, en primer lugar, se ha querido instalar un relato de que nuestro país está polarizado y de que nadie quiere conversar con nadie y que la convención es eso. Y lo segundo: la convención tampoco ha funcionado así, con esta lógica. La estridencia toma más protagonismo que el que debería porque al final del día lo que ha primado son los acuerdos, que quizá son menos atractivos mostrar.

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