País

Una derrota de la izquierda, un respiro para la exConcertación y un gran golpe para la derecha

El triunfo de Orrego en la RM empuja a un sector que estaba en el suelo y que se queda (al menos) con 10 de las 16 gobernaciones, en una elección marcada por una paupérrima participación de 19,6%.

Por: Rocío Montes | Publicado: Domingo 13 de junio de 2021 a las 22:20 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Se abstienen ocho de cada 10 votantes. Ayer se marcó un récord de baja participación: apenas llegó a las urnas un 19,6% de los convocados a votar para elegir a 13 de los 16 gobernadores (votaron 2.556.898 de los 13.040.819 habilitados). Desde que en 2012 debutó el voto voluntario, la peor cifra había sido en las elecciones municipales de 2016, con un 36%, pero lo de ayer sobrepasó todos los pronósticos. Influyeron diferentes factores –la novedad de un cargo que no se comprende del todo, la pandemia y el abstencionismo estructural de Chile–, pero resulta evidente que el Congreso deberá apurar el voto obligatorio que tramita, aunque sería muy difícil que entre en vigencia para las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre. Las diferencias se apreciaron en regiones. En Antofagasta, apenas participó el 12,21% (la que menos). En Santiago, 25,67% (la que más). Puente Alto, la comuna más grande de Chile, tiene 399.739 electores. En mayo participaron 173.923 (43,51%) y ayer, en cambio, 84.477 (21,1%). Con esta baja participación se hace complejo interpretar los mensajes políticos de la ciudadanía, por lo que el escenario sigue líquido.

La hegemonía en la oposición. En la elección por Santiago estaba en juego la hegemonía en la oposición, sobre todo luego de los resultados de la constituyente en mayo, donde la alianza del Frente Amplio y el PC alcanzó 28 escaños y la Unidad Constituyente (ex Concertación) obtuvo 25. Hace un mes, la izquierda le dio un “sorpasso” a la alianza que gobernó Chile entre 1990 y 2010. Con el resultado de ayer de Orrego, sin embargo, la centroizquierda tiene un nuevo impulso, sobre todo con miras a la parlamentaria. La centroizquierda (Unidad Constituyente, exConcertación) se quedó con (al menos) ocho de los 13 cargos en disputa: Arica, Antofagasta, RM, O’Higgins, Maule, Ñuble, Los Ríos, Los Lagos. En Atacama ganó un ex PS y en Biobío un ex DC. Si se suman las dos gobernaciones que ya había ganado en primera vuelta, Aysén y Magallanes, este sector se quedó con 10 de las 16 gobernaciones del país. El Frente Amplio, en tanto, ganó en Valparaíso y Tarapacá. El PC no tiene gobernadores, aunque apoyó a la independiente Krist Naranjo en Coquimbo, que sobrepasó al candidato UDI.

Una derrota para Jadue y Boric. Aunque no existe una correlación directa entre la inédita elección de gobernadores y la presidencial, ganar la Región Metropolitana representaba el mayor triunfo político y electoral de la jornada, tanto por simbolismo como por cantidad de votantes (el 40% de la población del país). Fue el alcalde comunista Daniel Jadue y el diputado Gabriel Boric los que presidencializaron esta disputa por la capital, por lo que pusieron a disposición su capital político para apuntalar a Karina Oliva. La postulante de Comunes, sin embargo, no logró alcanzar a Orrego, aunque obtuvo 704.227 votos, contra los 785.023 del abogado DC (47,29% contra 52,71%). La derrota de la politóloga de 36 años, por lo tanto, representa una innegable derrota de la izquierda en su intento de llegar a La Moneda en marzo de 2022, sobre todo considerando lo fortalecida que queda la opción de la senadora Yasna Provoste (DC).

Aire para la exConcertación. La centroizquierda pasó de la UCI a observación. Luego de la derrota en la elección de convencionales, donde fue superada por la izquierda y por la Lista del Pueblo, la alianza consiguió este domingo un inesperado respiro, sobre todo por la victoria de Orrego en Santiago. Este resultado en la RM deja en una inmejorable posición a la senadora Provoste, la candidata de mayor competitividad del sector (que tiene en carrera a la PS Paula Narváez y al radical Carlos Maldonado). Aunque no ha oficializado ninguna candidatura y no se realizarán primarias legales el 18 de julio, la presidenta del Senado empata en intención de voto con Jadue y Joaquín Lavín con un 14%, según la última Cadem. Su candidato en Atacama no ganó –fue superado por un independiente ex PS–, pero resulta innegable que una posible candidatura a La Moneda queda fortalecida desde la segunda vuelta de gobernadores, donde resultaron cuatro DC electos (Arica, RM, Maule y Los Lagos).

La derecha, en el suelo. No era nada esperable que Chile Vamos diera una sorpresa en la segunda vuelta de la elección de gobernadores. El oficialismo llegó al balotaje solo con dos mayorías relativas: Arica, donde Enrique Lee se midió con el DC Jorge Díaz y en Los Ríos, donde María José Gatica compitió con el PS Luis Cuvertino. Pero perdió ambas y solo dio la sorpresa en La Araucanía, donde el independiente Luciano Rivas, que en primera vuelta obtuvo el 19,91%, logró vencer al PPD Eugenio Tuma, que alcanzó en mayo un 30,3%. Es cierto que la derecha no apostó nunca por esta elección y que sus candidatos eran débiles, pero el resultado de la segunda vuelta de gobernadores representa un nuevo gran golpe para un sector que apenas obtuvo 37 escaños en la elección de convencionales, la elección de mayor importancia en la historia reciente. Aunque sin duda la votación de Orrego en la RM contiene una parte importante del voto de derecha, Lavín, Sebastián Sichel, Ignacio Briones y Mario Desbordes deberán redoblar esfuerzos por movilizar a su electorado con miras a las primarias del 18 de julio próximo. No podrían darse el lujo de convocar a menos del 1,4 millón de 2017.

Lo más leído