Política

Benjamín Moreno (Part. Republicano): “No me gusta que todo proyecto nuevo se financie con impuestos nuevos”

El diputado electo se muestra partidario del proyecto de Pensión Garantizada Universal, aunque estima que el gobierno lo debió presentar antes.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Viernes 21 de enero de 2022 a las 16:21 hrs.
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Durante casi dos años fue jefe de gabinete del expresidente del Partido Republicano y excandidato presidencial José Antonio Kast, hasta que dio el salto para llegar al Congreso. Benjamín Moreno Bascur (28) no ha trabajado en el servicio público y es primera vez que postula a un cargo de elección popular.

Este ingeniero agrónomo, corralero y militante del Partido Republicano, representará en la Cámara al distrito 17 (Constitución, Curepto, Curicó, Empedrado, Hualañé, Licantén, Maule, Molina, Pelarco, Pencahue, Rauco, Río Claro, Romeral, Sagrada Familia, San Clemente, San Rafael, Talca, Teno y Vichuquén).

-¿Qué lo impulsa a postular a la Cámara?
-Soy corralero y es una de las cosas que más me lleva es defender las tradiciones, no sólo el rodeo, sino todo el mundo rural, que muchas veces se pasa por alto y se tratan de superponer otras miradas más citadinas, que creo que no son excluyentes. También me motiva, en mi calidad de agrónomo, el atraso que tenemos en infraestructura hídrica, tanto en cosas menores como en otras mayores a nivel nacional como la falta de plantas desalinizadoras de agua o embalses de mayor envergadura, entre otros. Y una tercera cosa es tratar de demostrar que se pueden hacer las cosas de manera diferente. Hay que cambiar la forma de hacer política, empezar a impulsar políticas públicas de mediano y largo plazo, que le hacen mejor a la población en general.

-¿Cree que lo urgente ante la mayor sequía de la historia en Chile sería promover políticas públicas para asegurar el abastecimiento de agua?
-A eso mismo voy, porque uno de los problemas del agua es precisamente que hay agua sobrante en invierno y falta en verano.

-¿Eso se da todavía?, porque tuvimos un invierno seco.
-Sí, en muchas regiones se da. Gran parte del caudal de los ríos que no se utiliza y va a parar al mar; entonces, aún hay mucho que avanzar en diferentes materias. No digo, que esto sea excluyente con otras cosas, pero si nos abocamos exclusivamente a resolver la urgencia del ahora, no vamos a estar nunca proponiendo políticas para el mañana.

-¿Ya tiene pensados algunos proyectos en estas materias que le interesa promover?
-La verdad, no he pensado ningún proyecto en específico, pero sí tengo claro que en el caso del agua lo primero que hay que asegurar es el consumo básico humano y, después de eso, ir desarrollando proyectos para el mediano y largo plazo.

-En el Congreso hay muchos proyectos sobre desalinizadoras, ¿a qué atribuye que no avancen, siendo un tema tan urgente?

-Acá sufrimos del problema de que la urgencia es temporal. Se acuerdan de esto cuando les falta, pero en invierno, cuando está lloviendo, se les olvida. Hay que ser capaces de armar ciertos acuerdos, mesas de trabajo o esquemas de trabajo, que permitan que estos proyectos vayan avanzando, aunque sea de a poco, pero durante todo el año y no sólo cuando el tema es noticia. Porque actualmente la política se ha convertido en algo reactivo a las noticias que están pasando, o a la necesidad de popularidad y votos.

-El próximo gobierno enviará al Congreso una reforma tributaria, ¿cómo debería abordarla?
-Soy de la idea de no subir impuestos y, en lo posible, de ir bajando la carga tributaria para todos, no sólo a las empresas. Porque se empieza a caer en una suerte de círculo vicioso, donde van aumentando las demandas y el Estado se convierte en una máquina tan pesada e ineficiente, que se necesitan cada vez más recursos para hacer avanzar esta máquina. Pero la tecnología nos va a ayudar en digitalizar muchas áreas del Estado, que están abarrotadas de operadores políticos.

-Es decir, ¿en vez de subir impuestos habría que bajarlos y los recursos debieran salir de reducir gasto innecesario en el Estado?
-Buena parte de los recursos, perfectamente, pueden salir de reducir gastos del Estado. Pero como ya hemos visto en muchos casos, la mayor parte de la recaudación viene del crecimiento, el 80%; sin embargo, cada vez que entra un gobierno nuevo hace una reforma tributaria. Esto acaba cuando se den cuenta de que el tema no son las reformas, sino la manera en que funciona el Estado, la manera en que se administra y adjudican los recursos. Cada vez soy más partidario, por ejemplo, de que la entrega de los recursos a las personas sea directa.

-¿De qué manera?
-Hay diferentes mecanismos. A mí me gusta mucho el modelo sueco, donde en temas de salud, por ejemplo, le entregan un voucher, donde la asignación es directa para el ciudadano y él decide dónde se atiende con esos recursos. Esto asegura que le lleguen más recursos al beneficiario y que se pierdan menos recursos del Estado. No sé si eso sirve para todos los casos, hay que ir viéndolo. Porque no soy dogmático en eso, las cosas no son blancas o negras.

-¿Qué debería hacer el próximo gobierno para potenciar el crecimiento?
-El crecimiento se potencia con estabilidad política, estabilidad en las reglas; políticas fiscales serias y eficientes en la recaudación y que sean comparativamente bajas con otros países. Porque hoy competimos con todo el mundo. Hay una correlación negativa entre la tasa impositiva y el crecimiento, por lo que creo que hay que mantener los impuestos relativamente bajos y parejos en el tiempo.

"No soy partidario de eliminar derechos adquiridos"

-Aunque el Senado la eliminó, ¿cómo afectaría a la inversión el impuesto a los "súper ricos" aprobado en la Cámara en el marco del financiamiento a la PGU?
-Cualquier impuesto tiende a desalentar la inversión, porque la hace más cara y hace más caras también las utilidades. Hace que el retorno de cada inversión sea más bajo y, en un mundo tan globalizado como el de hoy día, con la posibilidad que tienen todos los inversionistas para mover capitales, provoca que prefieran otros destinos. Hubiera esperado que el actual gobierno hubiera ido en la otra línea, más aún cuando Sebastián Piñera, en su programa –pese a que no lo ha seguido en casi nada- prometió bajar impuestos y los terminó subiendo; prometió combatir la delincuencia y se desbordó la delincuencia; prometió ordenar la casa y se desbordó la inmigración ilegal, y tantas otras cosas que no se fueron cumpliendo y le generan mucho daño a la credibilidad de la política.

-¿Se equivocó mucho Piñera?
-Yo no hubiese hecho varias de las medidas, pero ellos ganaron la elección en su minuto y son los que tienen que dirigir su gobierno.

-Un gobierno que ya va de salida...
-Sí, es un gobierno que está terminando, pero a me gusta, por ejemplo, el proyecto de la Pensión Garantizada Universal. Es un proyecto que se debió haber hecho antes no al final. No me gusta, eso sí, que todo proyecto nuevo se esté financiando con impuestos, creo que hay que ir en la línea de mejorar la eficiencia.

-¿Con la PGU será necesaria aún una reforma de pensiones?
-Creo que sí es necesaria una reforma más integral, porque el sistema de pensiones no se puede mirar sin mirar el mercado del trabajo, porque son cosas que van muy de mano. Hay que darle una mirada más integral a todo el sistema, porque es un sistema muy complejo que, además del mercado del trabajo, está interconectado también con la inversión, el empleo, las empresas. Y cuando se mira el sistema complejo como algo aislado se termina errando el diagnóstico y, por consiguiente, se va a errar en la solución.

-¿Qué habría que hacer con las AFP en ese contexto?
-Yo no tengo problema si se les cambia de nombre o algo así. Para mí lo fundamental es que se respete la propiedad individual de los fondos, el sistema de capitalización individual, porque el sistema de reparto ha demostrado estar quebrado y ha estado generando déficit en todos los países donde se está aplicando, con excepción de algunos casos muy especiales. Tenemos que apuntar aciertos incentivos para ir resolviendo los problemas principales que tiene el sistema de capitalización individual: baja tasa de cotización, que se debería aumentar paulatinamente, y muchas lagunas; a través de incentivos.

-¿La defensa de las AFP no es un dogma para usted?
-No es precisamente un dogma, porque el día de mañana quienes administren los fondos individuales pueden ser 200 o 500 instituciones financieras, que ninguna de ellas sea una AFP. Lo que quiero es que los recursos individuales sean bien administrados y, además, que las personas tengan incentivos para formalizar el trabajo, para formalizar sus ingresos completos. Lo que más me preocupa es que las generaciones que vienen y los que están ahora, puedan recibir una buena pensión.

-¿Estaría por eliminar el sistema de reparto en las Fuerzas Armadas?
-Creo que son cosas distintas, porque son beneficios que les entregaron porque tienen un régimen de trabajo que muchas veces no tiene feriados, los destinan a cualquier lugar sin preguntarles, diferentes cosas que son bastante sacrificadas. En principio no soy partidario de ir eliminando derechos adquiridos.

 

 

 

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