Política

De la renovación socialista a la candidatura de Jadue: claves para entender al economista Gonzalo Martner

Uno de los nuevos voceros del alcalde comunista, renunció al PS en 2016 y fue parte de la renovación del partido junto a Jorge Arrate en los 80 y 90

Por: Rocío Montes | Publicado: Jueves 17 de junio de 2021 a las 20:20 hrs.
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Foto: Julio Castro
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Rocío Montes

Hijo y nieto de ministro

El economista Gonzalo Martner Fanta (64 años) proviene de una familia con fuerte tradición política y de izquierda. Su padre, Gonzalo Martner García, fallecido en 2012, fue funcionario de Naciones Unidas y, aunque no militaba, fue director de la Oficina de Planificación Nacional (Odeplan) durante los tres años del gobierno de Salvador Allende, un cargo que tenía rango de ministro. Pero su padre no solo fue un asesor de Allende, sino que su amigo personal, por lo que no era raro que el actual portavoz de Daniel Jadue, desde pequeño, tuviera de visita en su casa al médico socialista. Lo mismo que a Pablo Neruda, cuya vivienda en Valparaíso, la Sebastiana, se encontraba en los tres pisos superiores de la casa de su tía, la artista María Martner.

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Su abuelo paterno, Daniel Martner Urrutia –masón, hijo de alemán– junto a Pedro Aguirre Cerda se ganó una beca para estudiar economía en Alemania. A su regreso, fue ministro de Hacienda del primer gobierno de Arturo Alessandri.

De una familia de artistas y profesionales progresistas, Martner Fanta se educó en la Alianza Francesa.

Expulsado del MIR por socialdemócrata

Aunque sus inicios en política están ligados a la Juventud Socialista, con quien realizaba trabajos voluntarios siendo un secundario, comenzó a militar en el MIR en 1972. En esos años, Martner pensaba que la revolución no se hacía desde el gobierno. Cursaba el último año de colegio en la Alianza Francesa para el golpe de Estado y estuvo tres días en un intento de resistencia antes de la dispersión. Su padre se refugió en la embajada de Venezuela, mientras Martner y su madre viajaron a Caracas en noviembre de 1973. Pronto viajó a Francia, una época donde compartió con Carlos Ominami, otro militante del MIR. Lo hizo para estudiar Economía en la Universidad de Paris I, una escuela donde tuvo de profesores a gente de corrientes diversas y plural. Pero en 1976 lo expulsaron del MIR por socialdemócrata: estaba ya en contra de la lucha armada.

La renovación socialista

Regresó a Chile del exilio a fines de 1980. En el 83, como parte de la Convergencia Socialista que dirigía Ricardo Lagos ­–el primero que fua a ver al regresar a Chile–, junto a varios socialistas firmaron la Alianza Democrática que fue fruto del entendimiento entre Carlos Altamirano y Gabriel Valdés. Comenzaba a nacer la alianza entre el PS y la DC, sin el PC, que en estos años estaba en la vía insurreccional, lo que se terminó de sellar en febrero del 88, con la Concertación. Martner fue parte del comando del "No" en el plebiscito y estuvo a cargo del recuento paralelo de los votos. En 1989, ocho grupos se sintetizaron en el Partido Socialista y Martner era de la corriente renovada, de Altamirano, Jorge Arrate y Ricardo Núñez. "¿Entre Nicaragua y España? España", decían los renovados PS en esa época. Luego fue parte del comando de campaña de Patricio Aylwin y, como secretario técnico, le tocó coordinar el programa y co-redactó la parte económica, que –según ha dicho Martner– era bastante de avanzada con respecto a lo que finalmente se realizó en los primeros años de la transición.

Autoflagelante

En todo el Gobierno de Patricio Alylwin, Martner fue subsecretario de Desarrollo Regional y Administrativo, dependiente del ministerio del Interior (liderado por Enrique Krauss, DC). Al terminar esa Administración, sin embargo, estando todavía en La Moneda redactó el documento "La transición inconclusa", donde afirma que, a pesar de los éxitos en la normalización del clima democrático, Chile no alcanzaba un régimen plenamente democrático, lo que no gustó en el oficialismo. En el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle (1994-2000) no ocupó cargos y se fue al PS, donde fue secretario general. En 1998, revienta la disputa entre complacientes (liderados por José Joaquín Brunner) y flagelantes de la Concertación, entre los que estaban Núñez, Jaime Gazmuri, Carlos Montes, entre otros. Martner, aunque no aparece entre los firmantes de la carta, formó parte de los críticos: "Este sector de la coalición buscaba mantener una orientación transformadora a la acción de gobierno, como planteaba el programa fundante de 1989, lo que las nuevas generaciones políticas de izquierda no se toman la molestia, tampoco, de considerar como parte de la historia reciente. Prefieren los relatos lineales para sostener una política de base generacional", ha escrito sobre ese debate y sobre las críticas actuales del Frente Amplio.

-Lento distanciamiento-

Junto a Álvaro García fue uno de los encargados del programa de Lagos, con el que tuvo una larga y estrecha relación de colaboración, aunque no estuvo libre de discusiones. En el gobierno fue coordinador interministerial y luego, entre 2002 y 2003, fue subsecretario General de la Presidencia, un período en que trabajó muy cerca del mandatario socialista. Pero, derrotado porque La Moneda no da un giro a la izquierda como el propio Martner y otros hubieran querido, se va al PS para intentar desde ese lugar influir en el gobierno. Desde la presidencia del partido, Martner allana el camino político de la candidata Michelle Bachelet, a la que conocía en un plano personal por ser apoderados del mismo curso en La Girouette. En enero 2005, sin embargo, Martner sufre un fuerte fracaso interno y Nuñez y Camilo Escalona toman el control del partido, posiblemente con la venia de la candidata. Fue el momento en que comienza un lento distanciamiento de Martner con el PS, que termina en 2016 con su renuncia a la colectividad. Hoy en día, tiene una gran distancia política con los "barones" del PS, aunque personalmente tiene buenas relaciones con Núñez, Montes y Jaime Gazmuri.

-Aterrizaje en la candidatura PC-

Académico de la Universidad de Santiago desde 1994, en los últimos cinco años ha estado enfocado en un intento de rearmar una coalición desde la izquierda, sin mayor éxito. Fue parte de la fase inicial del Frente Amplio, pero no estuvo de acuerdo con la formación de una fuerza política de base generacional. A diferencia de los 80 y 90, Martner ha explicado que en 2021 existen concordancias políticas que hacen posible su aterrizaje en la candidatura de Jadue. A su juicio, luego de la caída de la URSS, el PC chileno hizo un largo trabajo en el mundo social crítico y, al mismo tiempo, buscó soluciones gubernamentales, como lo hizo en el segundo mandato de Bachelet. Junto a la vocería, Martner está a cargo de la comisión de reforma del Estado y de reactivación de corto plazo, en dupla con Ramón López en el ámbito económico. Crítico de los gobiernos de Maduro y de Ortega, Martner ha asegurado que el programa de Jadue ­–que colaboró en redactar– está marcado por el "reformismo", que no es el programa bolchevique de la URSS y que tiene políticas socialdemócratas como la subida de la carga tributaria, al igual que lo hizo Felipe González en España. Que busca regular los mercados de trabajo, establecer seguridad social y aumentar los impuestos para tener educación, salud e infraestructura.

-La señal de Jadue-

Al incorporar a Martner en el seno de su equipo, Jadue intenta entregar una señal de incorporación de independientes de izquierda que nunca han estado por una economía centralizada, pero creen en un Estado fuerte. Y que una izquierda amplia no puede dejar fuera a la cultura socialista. Mientras, el economista ex PS ha comentado a sus cercanos que no se siente ni distanciado de la renovación socialista ni cerca del comunismo soviético. Que el programa de Jadue empuja una economía mixta –"democracia económica", como le llaman– y defiende una una economía con un mercado importante, que redistribuye y tiene política industrial. "En esto creía Alejandro Foxley y la gente del CIEPLAN, mientras que Ricardo Ffrench-Davis se mantuvo en esta convicción", ha dicho Martner en privado. Es la línea que defiende parte del comando de Jadue y que el propio candidato indicó en un encuentro con emprendedores a comienzos de abril, que no cayó bien en la cúpula del PC. En la reunión se distanció de la ortodoxia comunista al señalar que uno de los fracasos que no le gustaría repetir si llegara a La Moneda sería "el capitalismo de Estado de la Unión Soviética", lo que calificó como un "fracaso brutal".

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