Política

Jeannette Von Wolfersdorff: “Necesitamos muchas reformas, más allá de una nueva Constitución y es urgente abordar eso”

De lo contrario, advierte un riesgo muy alto, “porque el descontento social no va a parar”.

Por: Pamela Fierro E. | Publicado: Viernes 16 de octubre de 2020 a las 04:00 hrs.
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Poco tiempo después del estallido del conflicto social, Jeannette von Wolfersdorff invitó a la elite chilena a dar un giro, a ceder poder, a ser más equitativos y competitivos, a dejar crecer a la clase media. Sus apariciones aumentaron en los medios de comunicación y, desde las redes sociales, se sumó al debate de los temas que considera debieran ser de punta en el país, destacando entre ellos la transparencia que ha exigido del gasto del sector público, una campaña que impulsa permanentemente desde la dirección ejecutiva del Observatorio Fiscal.

Pero no es el único asunto que le preocupa. Tras escuchar al experto israelí Guy Roldnik, está más convencida aún de la necesidad de aumentar la competencia, que las grandes firmas separen aguas y dejen crecer a los pequeños.

A casi un año del evento que remeció al país, su llamado sigue siendo el mismo, porque estima que los problemas no solo se mantienen, sino que se han profundizado, y el descontento no se ha ido.

- El próximo 18 de octubre se cumplirá un año del estallido social ¿Pensó alguna vez que algo así podía ocurrir en Chile?

- El momentum, la fuerza y la violencia del estallido fueron inesperados, pero no es cierto que esto no se vio venir, si uno miraba todos los diagnósticos de fallas sistémicas que tenía nuestra democracia, nuestro modelo económico, la acumulación de reformas en el Estado no implementadas por falta de voluntad o capacidad política. Tanto reformas en el Estado como para una economía más innovadora, más móvil, con más competencia, con menos concentración, todo esto llevó a muchos descontentos que estaban reportados desde antes.

- La evidencia estaba ahí.

- Y finalmente, una clase media sobreendeudada con prácticas comerciales que muestran que a lo menos una parte importante de la elite no ha querido abordar estructuralmente las fallas. En vez de crear una clase media más importante para Chile, ha apostado a endeudarla.

La clase media es importante para nuestro capitalismo, ningún capitalismo funciona sin ella, es su consumo el que sustenta el modelo capitalista, pero en vez de crearla, se iba concentrando la economía.

- ¿Cómo?

- La data del SII muestra que entre 2005 y 2018 las empresas que más han ido creciendo, no solamente son las que tienen ventas sobre US$ 36 millones (categoría G4 del SII), sino dentro de esta categoría las empresas que más crecieron son las que tienen ventas sobre los US$ 100 millones. El crecimiento económico en Chile se ha sostenido en manos de las empresas más grandes, mientras que proporcionalmente empresas de mediano tamaño han ido reduciendo su peso sobre las ventas totales.

Entonces, por una parte, la clase media a nivel personal está frágil, sobreendeudada; y, por el otro lado, la clase media de empresas ha disminuido su peso total sobre las ventas. Estas empresas son muy importantes para la cuarta revolución industrial (venden entre US$ 20 millones y US$ 100 millones) y si vemos eso, nos damos cuenta de las reformas que tenemos que implementar de forma sistémica.

Cambios no donaciones

Para Von Wolfersdorff, “el estallido se basó en que la ciudadanía no se sintió escuchada, mientras una elite política-económica hace ganancia a costa de ellos”. Recordó una encuesta de Credit Suisse de fines del año pasado que arrojó que el 80% de los chilenos dice que una elite pequeña se está enriqueciendo a costa de la mayoría.

“Eso sigue estando ahí porque no hemos visto la voluntad política de emprender reformas más allá de la nueva Constitución. Sin duda alguna el plebiscito es el resultado de las protestas sociales, pero debemos entender que necesitamos muchas reformas, más allá de una nueva Constitución y es urgente abordar eso, de lo contrario veo un riesgo muy alto, porque el descontento social no va a parar”.

- Tras el estallido planteó que la elite tenía que ceder poder ¿ha habido recepción a su planteamiento?

- Durante años la elite ha estado preocupada de que su negocio crezca, no hemos mirado sistemáticamente la economía y el resultado de eso es que nos hemos hecho daño a nuestro propio capitalismo y si queremos salvarlo tiene que ser más equitativo. Veo más debate, más interés desde la Sofofa y la CPC, pero francamente aún no ha habido propuestas estructurales. Y a la vez, sigue habiendo muchísimo interés en abordar los problemas sociales de Chile con donaciones y fundaciones que se instalen en barrios pobres como si esto fuera la solución.

- No se ha entendido el mensaje…

- Mantener un mercado con falta de legitimidad y con falta de justicia económica, donde luego los ganadores de este sistema que no es considerado justo hacen donaciones como si esto validara su modelo de forma ex post, no lo va a validar, de hecho, va a provocar un rechazo. Aunque hay cada vez más empresarios medianos, algunos grandes también, que están alzando la voz y que piden reformas. Pero los grupos grandes no han reaccionado y vemos a nivel de datos que unos pocos controlan un porcentaje sumamente relevante de la capitalización bursátil del país y no han hecho propuestas de reformas y eso tampoco es sostenible.

- Si hasta ahora han estado cómodos ¿Por qué no sería sostenible?

- Cuando los grupos grandes en Chile, que además mezclan en sus conglomerados activos financieros, control sobre bancos junto con holding productivos importantes -lo que produce conflicto de interés y mezcla posiciones de competencia clientes proveedores-, si solo observan eso, silenciosamente se hacen cómplices de que no haya reformas. Tienen que entender que deben ser parte del cambio, porque si no los cambios que se impulsan desde fuera del sistema siempre van a ser más violentos y menos consensuados. El que tiene el poder tiene que actuar y ser parte de la solución y esa es la invitación que hice, pero aún no veo propuestas de esta parte.

- Con la pandemia se exacerbó el diagnóstico, una clase media empobrecida, desaparición de empresas más pequeñas y el gobierno abocado a la urgencia ¿Cuándo y cuáles reformas se deben implementar?

- En dos ámbitos y debiera abordarlo la negociación política simultáneamente. Necesitamos un amplio acuerdo de reforma al Estado. Jamás tendremos una economía innovadora que financie nuestra agenda social si el Estado no se reforma sustancialmente para gastar mejor y para emplear mejor, y para hacerse cargo de las actuales capturas del sistema público.

Por el lado de la economía, una reforma esencial es aquella que lleva a mayor competencia nuestros mercados donde podríamos avanzar mucho más estructuralmente de la propuesta de una comisión tributaria que fue un buen anuncio del ministro Briones, pero que dista sustancialmente de la profundidad que debería abarcar porque deberíamos pensar en cómo aumentar competencia, movilidad, y cómo desconcentrar los mercados para llevar más innovación.

Necesitamos una reforma pro competencia y evitar abusos.

El foco central debe ser cómo crear más competencia y cómo financiar más a empresas medianas.

Estas reformas deben impulsarse lo antes posible.

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