Política

La nublada reapertura de Punta Arenas

Punta Arenas estuvo más de un mes en cuarentena por el coronavirus. Con cerca de 125 mil habitantes donde 90 mil requieren de ayuda social, encara una difícil reapertura.

Por: Dafna Lehmann | Publicado: Miércoles 3 de junio de 2020 a las 04:00 hrs.
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Era la capital regional con la mejor calidad de vida de Chile. Por sus buenas condiciones laborales, ambiente para hacer negocios, buena oferta de ocio y cultura. Eso, sin contar con su entorno natural, un casino y varios otros atractivos. Pero hoy Punta Arenas es otra. El cierre de Mina Invierno, el estallido social y su largo confinamiento tras la escalada de casos de coronavirus tienen a la capital de Magallanes encarando una difícil reapertura.

Hace algunas semanas los dueños y trabajadores de locales nocturnos salieron a la calle a exigir volver a trabajar. Se reunieron fuera del tradicional bar-restaurant Rilan 2 para marchar hasta la intendencia y entregar una carta pidiendo acelerar la desescalada. Las actividades se han empezado a retomar luego de cinco semanas en cuarentena total, pero ellos aún no pueden continuar con sus vidas ni generar ingresos.

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El alcalde de Punta Arenas, Claudio Radonich.

Esta es una de todas las marchas que se han presenciado en la localidad. Las personas están saliendo, incluso de noche, para exigir ayuda por parte del gobierno, según los medios regionales. Hay miedo a pasar hambre.

Con 125 mil habitantes, Punta Arenas, tiene la incidencia más alta de Covid-19 del país y hasta marzo de este año tenía una de las menores tasas de desempleo. Pero esta semana, en declaraciones a La Prensa Austral, el alcalde de la capital regional, Claudio Radonich (en la foto), dijo que de acuerdo a las estimaciones del municipio -basadas en las solicitudes de ayuda- éste ya se empinaría por sobre los dos dígitos.

Un impacto lapidario

El problema no solo nace del coronavirus. En conversación con DF, Radonich (RN) apunta al estallido social. “Las familias, los empresarios, los comerciantes, pueden aguantar un mes, dos meses, pero ocho meses es muy complicado”, expresa.

Según la concejala Verónica Aguilar (PPD), el impacto del coronavirus sobre Punta Arenas ha sido lapidario. “Tenemos gente durmiendo en la calle”, sostiene.

Natalia Easton, seremi de Economía en Magallanes, afirma que el segundo trimestre llegará todavía con cifras más negativas, pero reitera la esperanza de un repunte a fines de año, de la mano a las medidas de desescalamiento de la emergencia en la pandemia.

En todo caso, en el turismo que era uno de los motores económicos de la zona, ven el futuro muy complicado. Los más optimistas piensan que en diciembre se habrá recuperado la mitad de la actividad. Pero a diario se sabe de hostales o pymes que cerraron o se reconvirtieron hasta nuevo aviso.

Por si fuera poco los empleos de Mina Invierno tampoco están. En agosto de 2019 el Tribunal Ambiental de Valdivia dictó una sentencia que, unos meses después, terminó con el cierre de la faena en Isla Riesco, Región de Magallanes. Con esto, más de 1.000 trabajadores perdieron su fuente de ingresos.

El problema es que la situación actual no parece la mejor para conseguir un nuevo empleo.

Ayuda social

La municipalidad de Punta Arenas lanzó una campaña durante las cuarentenas para enfrentar la emergencia. Se cancelaron las actividades culturales, como el Festival de la Patagonia, el Chapuzón, el Carnaval de Invierno, creando un fondo de ayuda social de $ 650 millones. Se dividió la ciudad en 10 distritos para recibir las solicitudes, entregando canastas básicas. De acuerdo a la municipalidad, hay cerca de 90 mil personas que se encuentran en una situación que necesita ayuda social. La primera semana recibieron 5.800 llamadas y casi la misma cantidad de correos electrónicos.

En paralelo, “tenemos 15 mil millones para lanzar y licitar obras públicas”, dice Radonich. Además, esperan poder retomar las actividades a nivel local para el tercer trimestre de este año, y para el cuarto ya contar con algo de turismo, a pesar de que estiman que los ingresos serán menores que en circunstancias normales. Esto sigue siendo insuficiente. Si bien se están tomando medidas, “no va a ser una buena temporada”, comenta el alcalde.

Un clásico en la localidad

El restaurante Sotito´s es uno de los perjudicados. Con las manifestaciones de octubre, sus ingresos bajaron y hoy la familia vive de los ahorros que van quedando.

El 18 de marzo pasado, el restaurante famoso por sus corderos al palo y locos en salsa verde cerró sus puertas indefinidamente. “Hoy estoy viviendo como puedo con mis ahorros. No sé qué va a suceder”, dice José Soto (77), dueño del local que abrió sus puertas en 1975.

Antes de eso, José trabajó nueve años en el restorán de unos españoles y le gustó el mundo de la cocina. Sin tener estudios, decidió abrir su local, el que se volvería uno de los clásicos en el sector.

Sus 32 trabajadores quedaron sujetos a Ley de Protección al Empleo. “Tengo que gastar en los sueldos, gastos comunes, que son como 30 millones de pesos”, se lamenta.

La seremi de Economía, Natalia Easton, señala que en este tiempo se han enfocado en sacar adelante a las pymes creando fondos concursables. Además, “suman más de 5 mil millones de pesos de fondos regionales que apuntan ese objetivo”, afirma.

A esa cuenta, el gobierno agrega el aporte que podrían hacer las salmoneras, que planean invertir US$ 286 millones en la zona.

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