Política

¿Por qué se crean partidos políticos cuando solo un 2% de la población cree en ellos?

Analistas y dirigentes políticos profundizan en la proliferación de partidos políticos que podría generarse a partir del proceso constituyente.

Por: Claudia Rivas A. | Publicado: Martes 21 de enero de 2020 a las 14:50 hrs.
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David Morales, secretario nacional de la DC.
David Morales, secretario nacional de la DC.

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Un 72% de los chilenos no se identifica con ningún partido político y sólo un 2% confía en ellos, fue lo que decretó la última encuesta del Centro de Estudios Públicos (CEP). Lo que resulta contrasta con un escenario en que comienzan a surgir nuevas colectividades, pese a la mala valoración de las instituciones, incluidas las entidades políticas, y la caída de la aprobación presidencial a un mínimo histórico (6%). De ahí que el desafío para quienes lideran los procesos de creación estas instancias sea la captura de ese alto porcentaje del electorado que no se siente atraído por la oferta actual.

De hecho, el cientista político Marco Moreno plantea que pese a que desde hace años los partidos políticos, principales actores del proceso democrático, venían sufriendo una fuerte agonía, "la CEP viene a mostrar que, con el 2% de confianza en los partidos políticos y el 72% de personas que no se identifican ni con la derecha ni con la izquierda, se abre una ventana de oportunidades bien importante para que irrumpan aquellas personas estas personas que se dan cuenta que pueden disputar la representación ciudadana que tenían los partidos políticos tradicionales".

Nueva cartografía

Por lo que Moreno no descarta que en los próximos meses comencemos a ver lo que ha llamado "el cambio de la cartografía del sistema de partidos políticos en Chile"; pasando de una más o menos consolidada en términos binominales a otra con un número mayor de componentes, propiciado por la profunda crisis de representación y legitimidad que existe especialmente por la coyuntura del proceso constituyente.

En este caso, por ejemplo, del Partido por la Dignidad al que está convocando el médico James Hamilton. Ello dado la alta incertidumbre que existe respecto de las reglas del proceso constituyente y del hecho de que los independientes no recibirán apoyo económico del Estado para candidatearse a la convención que elaborará la Constitución, en el caso de que se imponga el apruebo en el plebiscito de abril; y, por otro lado, el número de firmas que requieren para ser candidatos, constituyen una barrera prácticamente insalvable para constituir listas de independientes.

"Entonces, es más fácil crear un partido político, porque la ley establece que necesita del 0,2% de las firmas en tres regiones; por lo tanto el incentivo está en formar partidos más que en participar como independientes con las reglas que tenemos en este minuto", sostiene Moreno, quien agrega que el modelo que está siguiendo Hamilton es el que dio nacimiento al Partido por la Democracia (PPD) en año 1988 de un partido instrumental -con el que además hay coincidencia en la sigla-. No obstante, de llegar a conformarse este y otros que pudieran surgir se verán enfrentados a la misma disyuntiva que el PPD en su momento, si seguir adelante o disolver la colectividad cuando haya cumplido su objetivo.

Otra mirada tiene Moreno acerca del Partido Republicano que está en proceso de conformación mucho antes de la crisis que estalló el 18 de octubre, por lo que es un caso distinto. Desde su punto de vista, este nuevo partido que muchos ubican más a la derecha de la UDI, sí podría atraer a la militancia más dura tanto de la UDI como de RN, "porque nace con el objetivo de disputarle a la derecha dura el electorado, no está apostando a representar a toda la sociedad o los descontentos. Ellos están buscando el nicho electoral de la derecha más dura".

Canalizar demandas

Con una mirada optimista, en medio del desprestigio de las instituciones, sigue este proceso el analista político Aldo Cassinelli. Desde su punto de vista, el que comiencen a formarse partidos políticos da cuenta de que "entienden que esa es la vía por la que se canalizan las demandas. Entonces, por mucho que se diga que hay grandes niveles desconfianza, Chile sigue siendo altamente institucional". Para el experto un ejemplo claro de ello es que por muy baja evaluación que tengan los políticos, nunca aparece un outsider.

A su juicio, aun cuando existen razones prácticas para optar por crear partidos, especialmente en medio del proceso constituyente. Por lo que subraya que es positivo que quienes aspiran a participar, por mucho que critiquen a las instituciones, se adecúen a ciertas reglas y canalicen sus inquietudes a través del sistema. A lo que se suma, añade, los beneficios que conlleva en este caso particular ser parte del sistema.

Cassinelli se atreve a perfilar a quienes podrían integrar estos nuevos partidos políticos, especialmente los que nazcan bajo la sombra del proceso constituyente, señalando que "es gente que ha estado en partidos políticos. Esta es la lógica de que los desencantados de sus propias coaliciones forman nuevas colectividades y que agrupan a gente que tiene interés en la política, y que canaliza su interés a través de la vía institucional".

Aunque admite que en su inicio los nuevos partidos salen a la caza de desencantados en otras tiendas políticas, más adelante "si se quiere hacer crecer el proyecto tendrán que salir a buscar a gente que actualmente es independiente, que le interesa la política básicamente por la coyuntura, ya que está altamente politizada. Entonces, ante esta alta demanda política, tendrán una oferta que convenza y atraiga".

Pero el desafío especial es el 72% que no se siente identificado con ningún sector. "Ese es el primer gran mercado al que hay que capturar; eventualmente, el mercado marginal –más chiquito y más segmentado- de exmilitantes de partidos o de ciertas corrientes, donde ya no hay mucho mercado".

¿Amenaza?

Lo partidos políticos, a los que se acusa de haber elaborado una ley de partidos a su medida, sigue en proceso con tranquilidad pero atentos a las señales de este "mercado". En general, en una actitud políticamente correcta, los dirigentes de los partidos tradicionales valoran el surgimiento de nuevas colectividades y no ven en ellas una amenaza.

Es así como el secretario general de la UDI, Jorge Fuentes, descarta de plano alguna preocupación en torno al tema. Por el contrario, valora que haya inquietud por formar nuevos partidos y recuerda que es una facilidad que entrega el nuevo sistema proporcional.

Una postura similar plantea el secretario nacional de la DC, David Morales, quien señala que "el sistema electoral actual precisamente empuja a que haya una atomización de los partidos, que cada vez haya partidos más pequeños, pero también a que cada vez haya más partidos".

Y en coincidencia con Cassinelli, Morales valora que en el caso de Hamilton, por ejemplo, "en definitiva cree que la respuesta a los problemas de la ciudadanía está por constituir partidos que puedan sintonizar de mejor manera con su realidad". Y estima que es positivo que gente que estaba mirando desde fuera la política dé un paso hacia el frente y constituir su propio partido, porque "valida el sistema de partidos, los que es una buena noticia; y, por otro lado, comienzan a competir con las mismas reglas del juego y eso también es una buena noticia".

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