Hacienda ratifica apertura a precisar conceptos en reforma tributaria

Un intenso debate sobre el contenido del proyecto de modernización tributaria volvieron a protagonizar ayer representantes del gobierno y del mundo privado.

El primer tema donde se notó la discordancia entre los expositores, entre los cuales se contaba la coordinadora de Modernización Tributaria, Carolina Fuensalida; el exsubsecretario de Hacienda, Alejandro Micco; la asesora tributaria Soledad Recabarren; y el socio de Matthei Abogados, Roger Matthei, fue sobre los cambios a la norma de deducción de gastos de la renta. El proyecto busca ampliar su definición para incluir desembolsos extraordinarios, voluntarios e involuntarios, relacionados con el giro del negocio.

En el marco de la conferencia, organizada por Matthei Abogados y Novoa y Cía, Recabarren aplaudió la norma y la calificó como "increíble", ya que en su óptica "cada vez se volvía más difícil justificar que un gasto era inevitable o ineludible", ilustrando su visión con datos entre los años comerciales 2008 y 2016, donde la recaudación por dicho concepto aumentó 1.174%, mientras que la asociada al IVA lo hizo un 240%.

"Eso es una muestra de que el gasto rechazado se transformó en un impuesto distinto que ya iba pillándole los talones al impuesto de timbres y estampillas", afirmó.

Tras las palabras de Rebacabarren, Micco retrucó.

"Sin duda los gastos rechazados eran un problema, pero no nos hagamos los tontos. Los gastos rechazados fueron creciendo porque hubo un abuso del sistema y entre los tributaristas, las planificaciones agresivas fueron parte del problema", lanzó.

Además, cuestionó que, pese a ser "un cambio muy importante" y que abre "un abanico de nuevos gastos", dicho efecto "no aparece en el informe financiero".

Afirmó que "decir que la integración no tiene costos es como difícil de creer; decir que el cambio de la definición de gastos rechazados no tiene impacto en la recaudación, también es difícil de entender, y decir que la boleta electrónica va a recaudar US$ 1.200 es difícil de entender".

El cuestionamiento del exsubsecretario tuvo eco en el abogado Roger Matthei, quien reconoció que la nueva norma de gastos imputables a la renta "está increíble, pero no por lo buena, sino porque sí se abre un abanico de posibilidades que permiten, creo yo, la elusión".

En su visión, la redacción de la nueva norma es "muy amplia, muy extensa, y creo que habría que matizarla".

Eso sí, remarcó que la definición actual "debe ser actualizada a la realidad económica de las empresas y llamó a equilibrar los principios que llamó "pro contribuyente" y "pro fisco".

Fuensalida defendió el proyecto del gobierno y respondió a Micco asegurando que "este proyecto no pretende derogar lo de ustedes, y lo saben bien, porque mantenemos principios profundos como la norma general antielusión (NGA)".

Recordó que el proyecto sube las multas sobre los $ 140 millones para los asesores que participen de manera reiterada en actos elusivo, y sostuvo: "Es lo corresponde, nadie quiere pasar goles ni que los contribuyentes no paguen sus impuestos".

La abogada, en línea con lo planteado antes por otros representantes de Hacienda, mostró signos de apertura. "Podemos mejorar la norma para que no se produzca elusión, tenemos la NGA. (...) que dicho sea de paso queremos que se aplique de forma profunda. Hasta ahora, no tenemos ni un solo caso y creemos que tenemos que avanzar hacia aplicarla, con rigor, pero también con justicia".