El dilema del partido socialista español
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Los partidos políticos se mueven por convicciones sobre lo que creen debe ser la sociedad donde participan. El líder del PSOE español, Pedro Sánchez, sigue defendiendo a muerte que su bancada no va a abstenerse en una votación por la investidura del Partido Popular, algo que daría paso a un gobierno encabezado por su rival de derecha, porque eso sería traicionar el fondo de su visión política.
Mantener su rechazo, sin embargo, también tiene costos para el país, porque obligaría a los españoles, que ya llevan nueve meses sin un gobierno que dirija sus destinos, a ir a elecciones por tercera vez desde diciembre del año pasado. La economía, en tanto, que hasta ahora se ha mantenido en una especie de piloto automático, necesitará cada vez más un liderazgo firme, para hacer frente a los crecientes desafíos tras la decisión de Reino Unido de abandonar la Unión Europea.
Pero cada vez más socialistas están respondiendo a este dilema de manera diferente que Sánchez, llamando al secretario general de su partido a buscar una salida a la crisis. La dura derrota del PSOE en las últimas elecciones en País Vasco y Galicia sugiere que el sentir popular va en la misma línea y que Sánchez se está quedando cada vez más solo.
