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Abogadas de la Universidad de Chile levantan la voz y entran al debate por tomas en plantel

A más de cincuenta días de la paralización, dos ex alumnas de la facultad de Derecho desmenuzan la crisis que vive la institución.

Por: Paula Vargas | Publicado: Lunes 18 de junio de 2018 a las 04:00 hrs.
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“Como ex alumna no se pueden desconocer comentarios que se emitían por parte de los profesores, en términos de ‘buenos días futuros abogados y buenos días futuras dueñas de casa’...situaciones que ocurrían, ocurren y no deben ser aceptadas”, grafica la abogada egresada de la Universidad de Chile y actual directora del área Tributaria de Aninat Schwencke & Cía, Bárbara Neyra. Acciones que detonaron en una toma que ya lleva más de 50 días y que la semana pasada gatilló la salida del decano de la Facultad de Derecho, Davor Harasic.

Frente a estos hechos dos connotadas abogadas entregaron su visión a Diario Financiero apuntando sus dardos a la falta de diálogo y la debilidad de las medidas adoptadas por las autoridades de la universidad.

Y es que lo que más preocupa a estas especialistas son las consecuencias que pueden generar las constantes paralizaciones y suspensión de clases en la formación de los futuros profesionales.

“Las tomas en la Facultad de Derecho han afectado fuertemente la formación de los que están egresando, ya que los profesores deben enseñar sólo lo indispensable, al reducirse el número de clases efectivamente programadas. Es una pena que la Escuela donde uno estudió vaya año a año perdiendo su prestigio”, enfatiza Soledad Recabarren, socia del estudio Recabarren & Asociados.

Neyra agrega que de mantenerse esta toma no sólo se arriesga la postergación del año académico y el retraso en las titulaciones, sino que puede llevar a una “mayor radicalización de la posición de los alumnos, dificultando el cierre de un acuerdo”.

Justamente esto último es lo que más inquieta a estas exestudiantes de la facultad, quienes advierten que la única vía para terminar con el conflicto es que las partes se sienten a dialogar.

“A través de la violencia y la fuerza no se logran cosas. Se debe volver a tener respeto por quien se tiene al frente, y para ello es necesario que se sienten alumnos y profesores a resolver la crisis”, menciona Recabarren, quien además es enfática al señalar que de no resolverse prontamente este conflicto la totalidad de los alumnos debería perder su año académico. “Ya es hora que sus actos tengan consecuencias”, apunta la especialista.

Siguiendo con este análisis, la abogada de Aninat Schwencke & Cía cuestiona por qué no ha habido voluntad o acercamiento entre las partes, a diferencia de lo sucedido en otras universidades, como en el caso de la Universidad Católica que llegó prontamente a una solución. Más aún cuando muchas de las demandas de los estudiantes han sido también respaldadas formalmente por académicas y funcionarias.

Sobre la salida de Harasic, ambas abogadas tienen su postura. Para Soledad Recabarren, fue él quien permitió que los alumnos realizaran paros y tomas año a año sin ninguna consecuencia. “Y si los actos de los alumnos no tienen consecuencia, se termina perdiendo todo, desde el respeto a los profesores a la calidad de la enseñanza”.

Neyra agrega que le corresponde a la universidad hacer un mea culpa de por qué no se ha llegado a un acuerdo. “La toma jamás exigió la salida del decano, por lo que en este caso corresponde a la universidad hacer un mea culpa de por qué no se ha podido llegar a un acercamiento”, de hecho destaca que en la carta de renuncia del decano, éste nunca menciona cuáles fueron o han sido los intentos de acercamiento con los estudiantes movilizados.

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