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Aguas Andinas: “Las reservas están garantizadas hasta el invierno de 2016”

De no haber llevado a cabo la inversión para inyectar agua a la cuenca del Mapocho desde el río Maipo, “estaríamos con restricción de agua”, dice Felipe Larraín, presidente de la empresa.

Por: Verónica Moreno | Publicado: Jueves 2 de julio de 2015 a las 04:00 hrs.
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“La cuenca del Mapocho está colapsada, está seca”, dice Felipe Larraín, presidente de Aguas Andinas para graficar la profundidad de la escasez hídrica que hoy se está viviendo en la zona central del país, especialmente en la Región Metropolitana.

Larraín agrega que han podido sortear de buena manera esta situación gracias a una batería de inversiones que han puesto en marcha desde hace seis años y cuyo monto alcanza los US$34 millones.

Entre los proyectos desarrollados se encuentra el reforzamiento del sistema Mapocho por colapso hídrico, esto quiere decir que se reforzó el abastecimiento de Aguas Cordillera y Aguas Manquehue ejecutando obras que permiten traspasar agua desde el sistema Maipo. “Si no hubiéramos hecho las inversiones que permiten que traspasemos agua desde el río Maipo a la cuenca del Mapocho hoy en Santiago estaríamos con restricción de agua y seguiremos adoptando todas las medidas necesarias para no alterar el servicio”, explica Larraín.

De acuerdo a las proyecciones de la compañía a octubre de 2015 el embalse El Yeso tendrá 50 Hm3, lo que significa una merma de 30Hm3 si se compara con la misma fecha de 2014. Este embalse junto a las napas subterráneas son las principales reservas de la empresa.

Evitar pérdidas en la red

Ahora la compañía sanitaria está embarcada en desplegar un plan para evitar las pérdidas en la red y prevenir las roturas. “Estamos embarcados en esto que permitirá que nuestra red sea más eficiente y el objetivo es bajar de aquí a cinco años en 10 puntos las pérdidas de la red. Eso van a ser varios millones de dólares pero, que todavía no los tenemos definidos porque estamos en el proceso de diagnóstico”.

Con todo, Larraín pone una cuota de tranquilidad al señalar que las reservas están garantizadas hasta el invierno de 2016 y explica, que no se puede asegurar más allá de esa fecha no por un tema de incertidumbre sino porque estructuralmente no se puede guardar más agua.

Por otro lado, sostiene que uno de los desafíos de esta industria es la evidente escasez de agua que se irá profundizando. “Tenemos que pensar cómo lo vamos a hacer no sólo ahora, sino que en 10 y 50 años más”, dice y agrega que ”hemos visto lo que ha pasado en California donde por decreto se determinó disminuir en 20% el consumo de agua o lo que está pasando en Sao Paulo donde pese a que llueve no logran recuperar las reservas, se están manteniendo al día solamente lo que también es grave, hay muchas partes del mundo que están sometidas a situaciones de estrés”, sostiene.

En tanto, ayer durante la charla organizada por Aguas Andinas en donde se analizó la escasez hídrica en la Región Metropolitana, el Phd en ciencias atmosféricas del MTI e investigador del Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia de la Universidad de Chile, Roberto Rondanelli explicó que existe una señal “robusta” de secamiento de la zona centro sur del país y que esta señal es capaz de reforzar episodios de sequía multianual en esta zona tal como la que estamos viviendo ahora. Aún así, sostuvo que la fase cálida de El Niño continúa su intensificación y se espera que este fenómeno se depliegue de “intenso a extraordinario hacia fin de año”, esto sumado a las señales de variabilidad intraestacional hacen esperar que los “meses de julio y agosto estén en el rango de normal a lluvioso”, sostuvo.


 

Agricultores de la Región Metropolitana temen perder producción

Trigueros no se atreven a sembrar debido a la falta de agua. Limones y naranjas tendrían menores calibres.

"Estamos súper asustados", dice Cristián Allendes, director de Fedefruta y ex presidente del gremio que agrupa al sector hortofrutícola del país. El dirigente gremial dice que una de las principales preocupaciones es que a los productores de la Región Metropolitana les ocurra exactamente lo mismo que a los del Norte Chico, que producto de la prolongada sequía sólo en la IV Región ha provocado la desaparición de 32 mil hectáreas de frutales y las pérdidas económicas en huertos, instalaciones y capital de trabajo invertidos, valorados en aproximadamente US$ 1.000 millones, según datos del gremio. Allendes señala que a diferencia de años con precipitaciones normales, ahora en la Región Metropolitana los productores han debido regar durante esta época. "Hoy estamos con polvo en los caminos, hemos debido seguir regando", dice y agrega que esto no es un tema menor ya que además no pueden hacerlo durante la noche, ya que desde las 18 horas hasta las 20 horas corre el horario de invierno de la electricidad, lo que además les aumenta los costos. Sin embargo, una de las consecuencias más importante de esta sequía es la incertidumbre que provoca que ciertas decisiones que deberían estar tomadas se posterguen. "Por ejemplo, esta es la época en que se siembra el trigo en esta zona. Pues bien, eso no está sucediendo, los trigueros no se atreven a sembrar porque no saben si habrá agua", explica Allendes.

Por otro lado, agrega que esta es la fecha de cosecha de limones y naranjas. La falta de lluvia pone un elemento positivo: hay más fruta en los árboles, sin embargo no hay dónde almacenarla. Por otro lado, una alta producción de fruta por parte del árbol hace que baje el calibre; es decir, que el tamaño sea más pequeño.

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