Clínica Las Condes se reorganiza con miras a operación más eficiente tras errores contables

En estado de observación está Clínica Las Condes. Y es que tras detectar en enero diferencias contables en el balance de 2015, lo que obligó a la empresa a contratar una auditora externa que develara el real alcance del error, la compañía llevó a cabo una reorganización interna que implicó la salida de casi una treintena de personas.

Aunque aseguraron que estos cambios son menores y responden a la búsqueda de mayores eficiencias en la operación, esto se concreta luego que PwC entregará la primera conclusión de su auditoría externa y revelará que el impacto inicial en los resultados de 2016 ascendía a unos $ 1.041 millones.

Con estas medidas se espera concretar ahorros por $ 3.000 millones al año.

Eliminan gerencia

La reorganización que se llevó a cabo esta semana implicó las salida de casi una treintena de personas relacionadas con el área administrativa de la clínica, entre ellas se eliminó la gerencia de Planificación y Desarrollo a cargo de Rodrigo Alcoholado.

Otras áreas que también se vieron afectadas fueron algunas funciones administrativas que realizan equipos médicos, los cuales se redujeron o se eliminaron, dejando a los profesionales solo con su actividad médica al interior de la clínica.

Esta medida apuntaría también a despejar algunas dudas que han surgido por posibles conflictos de interés de los profesionales de bata blanca con áreas administrativas, y se suma la eliminación de la dirección de comunicaciones.

El equipo a cargo de la implementación SAP y que finalmente reveló el arrastre de diferencias contables también se redujo, debido a que la primera etapa de implementación del sistema ya está lista y se espera se reincorpore una vez que se dé luz verde a la segunda parte.

De hecho una de las razones por las cuales se implementó este sistema era buscar la redefinición de procesos, el fortalecimiento de la estructura organizacional y la revisión de políticas contables.

¿Cambios en el directorio?

Estos cambios no sólo llegarían a la plana ejecutiva sino que podrían desembocar en una cirugía mayor.

La renuncia del abogado Alejandro Quintana, a mediados de enero, representante de la principal accionistas de la clínica, Cecilia Karlezi, obliga a que el directorio deba ser renovado completamente en abril, durante la junta de accionistas. Esto abre la puerta a que lleguen nuevos nombres a la mesa.

El ex director Quintana acusó de conflicto de interés entre los médicos-accionistas y al final serán ellos quienes podrían definir la composición de la próxima mesa, ya que más del 50% de la propiedad de la empresa está en manos de los médicos.

Esto debido a que para trabajar en esta institución deben comprar al menos 2.500 UF en acciones en un periodo que va entre dos y tres años, lo que les ha permitido tomar el control de la propiedad.

Para este abril también se deberían conocer las conclusiones finales de la auditoría externa de PwC, ya que resta determinar el origen de las diferencias y el impacto final sobre los estados financieros al cierre de 2016 y eventualmente otros ejercicios. Este será uno de los temas claves que deberá enfrentar la compañía liderada por su presidente, Fernando Cañas, en las próximas semanas.

En su primer informe, PwC corrigió a la baja los tres ítems donde había diferencias contables, descartando que el problema fuera mucho menor o mayor a lo que se pensó inicialmente.

Respecto al pasivo mal registrado, el efecto sobre el resultado del ejercicio de 2016 fue de $ 683,6 millones; mientras que el inventario de la compañía, el segundo ítem donde se detectaron diferencias en el balance, se corrigieron los $ 2.729 millones de enero a $ 1.131 millones, con un efecto en resultados de $ 358 millones.

Finalmente, sobre las cuentas por cobrar al sistema público, se corrigió de $ 2.494 millones a $ 2.468 millones.

Caso Masvida: interventor reordena

En otro frente ligado al sector salud, el interventor Robert Rivas llegó a ordenar la casa de Masvida y al parecer lo está logrando. Tras dos semanas de su llegada a la Isapre, el administrador provisional informó ayer que "esta semana se dio inicio a un plan de normalización de obligaciones financieras dirigido a todos los prestadores de salud en convenio. Esta instrucción será aplicada en forma dinámica y progresiva".

Rivas explicó que la medida considera prestadores institucionales como individuales, y comprende el pago de un porcentaje importante de las prestaciones documentadas hasta febrero del año 2017 que aún se encuentren pendientes.

Una de las razones para avanzar prontamente en la cancelación de los pasivos se debe a que Rivas busca reactivar a la brevedad los convenios médicos suspendidos y "facilitar el acceso a las prestaciones de salud de los afiliados mediante bonos de atención". Esto es clave para evitar una salida masiva de cotizantes, ya que a fin de mes se termina el "corralito" que impide el ingreso y desafiliación de las personas.

Hoy más de 500 afiliados interpondrán un demanda contra los directivos y la gerencia de la Isapre por apropiación indebida en el Juzgado de Concepción, representados por Esteban Arévalo.