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Colegio Médico: “Estamos en contra de la integración vertical, porque en ocasiones puede ser muy maligno para las isapres”

Junto con celebrar el fortalecimiento financiero e institucional del gremio, el dirigente critica la “poca capacidad ejecutiva y de gestión” de las autoridades de salud y enjuicia las responsabilidades en el caso Masvida.

Por: Jorge Isla | Publicado: Jueves 4 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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Los seis años del Dr. Enrique Paris como presidente del Colegio Médico llegarán a su fin este mes. Tras dos períodos consecutivos, en su recuento destaca el incremento en el número de asociados, el mejor desempeño financiero y un fortalecimiento institucional. “Subimos los afiliados de 15 mil a 26 mil. Aumentamos el patrimonio y pagamos deudas –como más de un millón de dólares al SII– gracias al aumento de afiliados y la modernización y mayor regulación de la gestión económica, creando un comité financiero con participación de los presidentes regionales”, recapitula.

Un balance interno que contrasta con la sumatoria de problemas que sigue arrastrando el sector de la salud. “Este gobierno creó expectativas muy altas sobre la construcción de hospitales, y cuando no se pueden cumplir promesas como los establecimientos de Chillán y Curicó, la ampliación en Talcahuano o el Centro de Diagnóstico Terapéutico de La Serena, la gente se siente defraudada. A las autoridades de salud les molesta mucho este tema, lo mismo que el de las listas de espera o por qué no se hizo la reforma a la Ley de Isapres. Lo realista es asumir que la gente no está contenta con la salud, y eso hay que transparentarlo”, enfatiza.

Los reparos del Dr. Paris apuntan en general a la dinámica en la toma de decisiones en salud. “Noto poca capacidad ejecutiva y de gestión. No es culpa de ella (de la ministra Carmen Castillo), quizás es de su equipo o de otras entidades gubernamentales. Pero veo una diferencia (con el gobierno anterior): si íbamos al ministerio, las cosas salían en dos o tres reuniones”, recalca.

Asume que “los médicos, en parte, también somos culpables”, frente a lo cual el gremio está aportando iniciativas como el acuerdo con la Cámara de Innovación Farmacéutica para establecer un código de buenas prácticas que elimine potenciales conflictos de interés.

-¿Cuán insuficiente ha quedado la institucionalidad en salud?

-Nos quedamos muy cortos. Pero no es culpa del Ministerio de Salud ni de la ministra. El movimiento estudiantil hizo tan relevante el tema de la educación, que la salud quedó un poco a trasmano, desgraciadamente. No tuvimos la fuerza suficiente, y me incluyo como colegio profesional de la salud, para darle más importancia.

-La deuda hospitalaria y la judicialización de los planes de las isapres demuestran que la escalada de los costos de la salud sigue aumentando. ¿Qué medidas serían efectivas?

-Una de las cosas que admiro de la gestión del exministro Máximo Pacheco en Energía, fue la posibilidad de fijar no sólo la tarifa, sino el porcentaje de las ganancias que legítimamente puede tener una industria o empresa privada. Creo que en salud se podría haber hecho lo mismo. Si hubiese un mecanismo para demostrar que la prima se aumenta sobre una base científica, habría disminuido la judicialización, y eso también se puede aplicar al Fonasa. Debiera haber un IPC de la salud, con el cual las isapres no podrían reajustar sus precios sin demostrar que es realmente necesario.

-¿Ve oportunidad de abordar los problemas más urgentes de las isapres en lo que queda de gobierno?

-Sí, podríamos dar algunas señales a los pacientes: hay que hacer una reforma al sistema de isapres, acabando con las preexistencias, terminar con el mayor cobro a los adultos mayores y mujeres en edad fértil, no echar a la gente que tenga patologías, y dar la posibilidad de que los pacientes se intercambien entre isapres, junto con aumentar la competencia entre ellas.

Las lecciones del caso Masvida

-¿A su juicio, cuáles son los factores que llevaron a la crisis de Masvida?

-La crisis fue un tema de gestión. Lo que ha ido mostrando el interventor es desorden, malas inversiones, traspaso de dinero a entidades relacionadas. No sé si habrá habido manejos económicos inadecuados.

-¿Cuál es su análisis a la actuación de la Superintendencia de Salud en el manejo de este caso?

-Nos llamó la atención la falta de vigilancia para darse cuenta de lo que pasaba. Si todo el mundo está hablando de que la isapre está mal y que puede pasar algo que finalmente ocurrió, ¿por qué no se tomaron medidas antes? El superintendente Sebastián Pavlovic contraargumentaba que no tenía las armas legales ni tenía suficiente poder.

-¿Dónde estuvo la falla?

-Si era la superintendencia la que entregaba dinero de los depósitos que tenía la isapre por ley, y esos dineros eran traspasados a otras entidades, entonces, o la isapre se transformó en una entidad especialista en engañar a la autoridad –y en eso se tendrá que buscar a los responsables– o la superintendencia fue responsable en parte, porque no tuvo la firmeza ni la sagacidad suficiente para ver y para actuar.

-¿Qué lecciones arroja este caso?

-Quizás es necesario potenciar el carácter vigilante o controlador de la superintendencia. ¿Por qué la isapre saca dinero que recibe de sus cotizantes, se lo traspasa a otras sociedades o clínicas, y comienza a comprar terrenos? Puedo entender que tal vez esas clínicas iban a atender a sus beneficiarios, pero el plan fue tan ambicioso y “desordenado”, con traspasos de dinero a otras entidades que no tenían como finalidad atender los planes de salud, que produjo este desastre que tiene que ver con los problemas de integración vertical.

Estamos en contra de la integración vertical, y enviamos un documento al Tribunal de Defensa de la Libre Competencia para que se pronuncie sobre este tema, porque nos parece que en algunos aspectos quizás puede ser beneficioso, pero en otras ocasiones puede ser muy maligno para las isapres, como ocurrió en este caso.

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