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El mundo restringe los autos

En Nueva Delhi, India, funciona un sistema de restricción vehicular similar al de Chile, pero con una excepción: se permite la libre circulación de autos manejados por mujeres con niños de hasta 12 años.

Por: José Troncoso O. | Publicado: Viernes 21 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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A partir del próximo año, y pese a las promesas de las autoridades, los autos con sello verde inscritos antes del 1 de septiembre del año 2011 tendrán restricción vehicular en la Región Metropolitana. Aunque la medida ha sido calificada como arbitraria, solo faltaría el visto bueno de la Contraloría.

Este sistema se implementó primero como un paliativo para reducir la contaminación atmosférica, pero hoy -y al igual que en decenas de naciones en el mundo- se restringe el uso de un porcentaje de los vehículos cada día para reducir los tacos, por lo que este tipo de restricción vehicular es llamada en economía del transporte, como racionamiento del espacio vial.

Se tiene registro que antes de que se crearan los autos, en Roma había restricción debido a que los carruajes y coches de caballos creaban severos problemas de congestión. Todos tenían restricción, excepto sacerdotes, oficiales, visitantes y ciudadanos de alto rango.

Hoy también se han impuesto excepciones. Una de las más llamativas está en Nueva Delhi, India, y ha sido tachada de discriminatoria. Allá funciona un sistema de restricción similar al de Chile con una excepción: se permite la libre circulación de autos manejados por mujeres con niños de hasta 12 años, en respuesta a la gran cantidad de violaciones en el transporte público que ocurren día a día en esa metrópolis.

Tarificación vial

Otras ciudades han establecido el cobro de peajes urbanos, con el fin de restringir el ingreso a áreas urbanas congestionadas, pero utilizando mecanismos de precios como desincentivo económico.

Es el caso de las tarifas de congestión de Singapur, el peaje urbano de Londres y el impuesto de congestión de Estocolmo.

En Chile también se ha analizado esta opción para el sector de El Golf; no obstante, se ha planteado que los conductores no tienen incentivos para dejar el auto en su casa debido al mal funcionamiento del Transantiago.

Para los expertos en transporte, el racionamiento o restricción vehicular por número de matrícula se considera más equitativo porque restringe en igual forma a todos los conductores, independientemente de su nivel de ingresos, mientras que las tarifas de congestión son criticadas porque tienen un mayor impacto en los usuarios de menor poder adquisitivo, que en su mayoría son los que tienen que cambiarse al transporte público o restringir sus viajes.

No obstante, una debilidad del racionamiento vial es que los usuarios de mayores ingresos pueden evitar las restricciones de circular usando o comprando un segundo auto.

Esto es lo que se prevé ocurrirá en Chile con la restricción a catalíticos.

El empresario Carlos Dumay, presidente de la Cámara Nacional de Comercio Automotriz de Chile (Cavem), estima que tras la introducción de la restricción vehicular a estos autos se verá un alza en la venta de unidades más modernas o nuevas, y una caída en los precios de los autos inscritos antes de septiembre de 2011.

Derechos de circulación

Otra alternativa propuesta por los economistas de transporte para evitar las desigualdades y problemas de distribución de los recursos producto de las tarifas de congestión es la utilización de un sistema de comercio de derechos o bonos de circulación, similar al sistema existente de comercio de derechos de emisión de bonos de carbono, que es uno de los tres mecanismos propuestos en el Protocolo de Kyoto para la reducción de emisiones de los gases causantes del efecto invernadero.

Este es un sistema de racionamiento del espacio vial mediante el cual los residentes de una ciudad o región recibirían bonos que les dan derecho a una cierta cantidad de viajes por día o kilometraje de circulación por mes.

Los usuarios pueden utilizar este crédito para “pagar” por sus viajes durante las horas peak, o alternativamente, viajar por el sistema de transporte público y negociar o vender sus derechos a otros usuarios.

En este esquema, los beneficios son recibidos o distribuidos directamente entre los usuarios, y resulta más equitativo porque quien se cambie para el transporte público es recompensado por quienes quieren continuar viajando en sus automóviles.

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