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Estudios boutique se afianzan y resisten al avance de las grandes oficinas legales

No le temen a la competencia y a diferencia de lo que muchos piensan, los clientes extranjeros sí los prefieren.

Por: Paula Vargas | Publicado: Martes 2 de mayo de 2017 a las 04:00 hrs.
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En prácticamente todos los rankings legales aparecen en los puestos más destacados en sus respectivas especialidades. Permanentemente están en la mira de los grandes estudios locales y multinacionales que buscan alguna oportunidad de crecimiento, pero sus integrantes no tranzan la libertad e independencia que les da este tipo de estructura.

Se trata de los denominados estudios boutique, esos que se caracterizan por un alto grado de especialización y un reducido número de abogados socios y asociados (12 o 15 a lo más).

Uno de los estudios emblemáticos en esta categoría en el país es Silva & Cia, especilizada en temas de marcas y de propiedad intelectual que desde que se creó hace 27 años, decididamente ha apostado por mantenerse con una escala de abogados acotada (actualmente son 13), no obstante han crecido muchísimo en las áreas de soporte.

Juan Pablo Silva, socio fundador de la firma, recuerda que se lanzó a crear su propio estudio aprovechando un nicho que estaba comenzando a surgir como es la propiedad intelectual, “y a todas luces creemos haber hecho una buena apuesta”.

Agrega que a pesar de las oportunidades de crecimiento -orgánico e inorgánico- que les han planteado durante este tiempo, se mantienen firme en mantener su estructura, entre otros aspectos, porque les permite también tomar decisiones de manera rápida y con menos margen de error.

Carlos Molina, de Molina Ríos, estudio experto en temas de seguros y construcción, también es de los que prefieren mantener un tamaño acotado (actualmente son 12 especialistas). “No nos interesa, ni necesitamos fusionarnos”, enfatiza y agrega, que lo que más valora de este tipo de oficinas es que “permite un desarrollo profesional y personal más integral y además, tienes una gran flexibilidad con tu tiempo y un ambiente laboral grato, tampoco tienes límites de crecimiento ni en lo profesional ni en lo económico”.

Sin embargo, advierte de las desventajas. “Muchas veces hay que estar dispuestos a asumir un riesgo profesional y económico importante”, dice.

Competencia

A pesar de su tamaño, no tienen ningún complejo ni reparo a la hora de competir con las grandes oficinas legales.

Julio Pellegrini, de Pellegrini & Cia especilista en juicios de negocios, desde que partió con su oficina hace cuatro años (luego de trabajar en diferentes firmas) asegura que pese a que cada día la competencia es más feroz -no solo por los estudios locales sino por la llegada de firmas extranjeras- siempre está la ventaja de contar con abogados especializados , “directamente involucrados y disponibles para revisar las estrategias legales y, donde los conflictos de interés son menos frecuentes”.

Y aunque muchos piensan que la debilidad de las firmas boutique son su imposibilidad de atraer clientes transnacionales, por no abordar todas las áreas de práctica, los tres especialistas consultados lo descartan de plano. En el caso de Silva & Cia, cerca del 50% de su facturación corresponde a clientes internacionales, mientras en Molina Ríos esa proporción es aún mayor. Algo similar sucede con Pellegri & Cia, donde, por ejemplo, la mayoría de los litigios que ve el estudio son arbitrajes internacionales, o bien, locales con clientes extranjeros.

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