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FNE formaliza investigación al mercado del reciclaje de las baterías en desuso

Buscan determinar presunto abuso de posición dominante por parte de la única planta de tratamiento que opera en Chile.

Por: Jéssica Esturillo O. | Publicado: Lunes 17 de octubre de 2016 a las 04:00 hrs.
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El jueves, antes de lo que se esperaba y en medio de una ácida polémica entre los actores de esta industria, la Fiscalía Nacional Económica (FNE) formalizó una investigación al mercado de las baterías fuera de uso.

Durante agosto y en virtud de una denuncia, la división antimonopolios de la entidad que encabeza Felipe Irarrázabal citó a declarar a todos los actores del sector.

En Chile no se fabrican baterías, por lo que este mercado está integrado en primer término por los importadores de estos dispositivos. De acuerdo con cifras de Aduanas, trece empresas representan más del 90% de las internaciones. Lideran las automotrices Derco y Gildemeister con el 46% del mercado. Un poco más atrás están General Motors y las comercializadoras especializadas Emasa, Baterías Cyclon y ETNA, entre otras.

Esta última empresa es la que ha manifestado una postura más extrema en defensa de la apertura de las exportaciones.

En el extremo opuesto está Recimat, la única planta en el país que realiza el tratamiento completo de las baterías, de las cuales se obtiene plástico, ácido y plomo, siendo éste último el principal contenido de estos dispositivos (de dos toneladas de baterías sale una tonelada de este metal), que en promedio pesan 18 kilos.

Precisamente, la investigación de la FNE apunta a presuntas conductas de abuso de posición dominante por parte de esta última firma controlada por RAM, la que el mismo jueves fue notificada del inicio de este proceso.

En 2014, Tecnorec, la otra planta que reciclaba estos dispositivos fue cerrada por orden de la autoridad ambiental, lo que dejó a Recimat como la única que recicla estos dispositivos.

En la industria dicen que la capacidad de esa unidad sería insuficiente para absorber todas las baterías en desuso, lo que anualmente dejaría sin tratamiento una cantidad importante de baterías, niveles que con el ritmo de crecimiento del parque automotriz seguirán incrementándose.

“Como compañía autorizada a nivel nacional para el transporte, almacenaje y reciclaje de residuos peligrosos de plomo, reiteramos nuestro total compromiso con todas las acciones que tiendan a introducir mayor transparencia en el mercado”, declararon en RAM-Recimat.

Decreto en la mira

En paralelo la investigación de la FNE apunta a determinar los efectos anticompetitivos del decreto del Ministerio de Salud que prohíbe la exportación de estos dispositivos en desuso mientras exista capacidad suficiente para tratarlas.

La idea del Ministerio de Medio Ambiente de incluir entre los seis reglamentos que harán operativa la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (REP) la derogación de esa limitante, fijando al mismo tiempo una serie de requisitos que deben cumplir los países a los que se busque llevar estos dispositivos, desató la polémica, pues en este sector los intereses comerciales en juego serían importantes.

El equipo que lidera el ministro Pablo Badenier basa esta decisión, según le explicaron a los actores de la industria cuando les presentaron el reglamento de la ley, en el hecho de que “se hace innecesario mantener vigente la prohibición”, la que “sólo atiende a la capacidad instalada en el país, sin velar por el manejo ambientalmente racional de esos residuos a nivel local ni en el extranjero”.

Se estima que anualmente el mercado de las baterías, medido en producto final, es decir, en plomo, mueve anualmente unos US$ 50 millones.

 

Reciclaje a la baja

Estimaciones de la industria apuntan a que desde el tercer trimestre de 2014 a nivel local han dejado de reciclarse del orden de 40 mil toneladas de baterías automotrices fuera de uso, equivalente a unas 2,2 millones de unidades.

Informes indican que en 2013 el plomo extraído de estos dispositivos por las dos fundidoras autorizadas en ese momento fueron 15.674 toneladas, según cifras declaradas a Aduanas. En 2014, las exportaciones de plomo bajaron en 18% en relación al año anterior, llegando a 12.857 toneladas de plomo en barras, por efecto de la salida de la planta Tecnorec, ligada a la importadora de baterías Emasa.

En 2015, los envíos de plomo en barra llegaron a 8.005 toneladas, un 49% menos que 2013.

La proyección a 2016 es que, sin considerar el crecimiento del parque automotriz y en relación a 2013, las exportaciones de plomo en barra llegarán a 6.692 toneladas, un 57,3% menos.

En consecuencia, la acumulación de estos excedentes no exportados alcanzaría a 17.910 toneladas de plomo en barra.

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