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Habilidades comunicacionales, el gran desafío del mundo legal

Hoy el cliente quiere ser defendido en todos los ámbitos, pues siente que su problema no es solo a nivel del tribunal.

Por: | Publicado: Lunes 31 de julio de 2017 a las 04:00 hrs.
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“Imagen, Reputación y Manejo de Crisis: Un nuevo desafío para los abogados”, fue el tema del segundo encuentro del Club Entre Códigos, iniciativa creada por Recabarren & Asociados y Diario Financiero con la colaboración de la Universidad Adolfo Ibañez y el apoyo de los estudios Phillipi (PPU), Guerrero Olivos, FerradaNehme, Claro y Cía, Carey y Bofill Escobar.

Esta vez el debate estuvo encabezado por el profesor y director del Magister en Comunicación Corporativa de la Escuela de Periodismo (UAI) Ernesto Escobar, y el abogado Gonzalo Cordero, experto en asuntos públicos y socio fundador de la empresa de asesoría estratégica, Azerta.

En el encuentro el primero en abrir los fuegos fue Escobar, quien apuntó a la construcción de marca personal que se da hoy y la convergencia entre lo jurídico y lo comunicacional como temas ineludibles en el mundo legal. “Antes la estrategia comunicacional estaba al servicio de la estrategia jurídica. Hoy muchas veces el éxito de la estrategia jurídica depende de la estrategia comunicacional”, comentó.

El experto también se refirió a la judicialización de los conflictos comunitarios por el desarrollo de proyectos mineros y de energía, los que cada vez son más frecuentes, además de la irrupción de las redes sociales y su impacto en la velocidad del desarrollo de una crisis comunicacional.

Por su parte, Gonzalo Cordero hizo un análisis del rol del abogado desde la perspectiva comunicacional, dejando en claro que “una derrota en la opinión pública es fatal en términos jurídicos”.

En ese contexto, agregó que “hoy el cliente quiere ser defendido en todos los ámbitos pues siente que su problema no es solo a nivel del tribunal, sino que se siente juzgado también a nivel de la opinión pública”.

Cordero planteó como desafío para los abogados simplificar el lenguaje y salirse del argumento jurídico, sugiriendo el desarrollo de más competencias y habilidades comunicacionales como ejes clave en el ejercicio de la profesión.

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