La Montaña: cervecería de la familia Pérez Cruz se estrenará en septiembre en sociedad

En medio de 2.300 hectáreas de un santuario de la naturaleza, en el sector El Peumo, en Paine, se encuentra la cervecería La Montaña, ligada al ex grupo de controladores de CGE, la familia Pérez Cruz.

El emprendimiento espera hacer su estreno en sociedad en septiembre, cuando lancen un producto que, según relata Andrés Pérez Peric, ingeniero agrónomo, hijo de Andrés Pérez Cruz, estará enfocado en un segmento joven y en principio comenzarán, con su denominado “caballito de batalla”: una cerveza lager, que sea mucho más ligera que otras del mercado, pero que no por eso caiga en lo “aguachenta”, como dice.

“Para partir vamos a hacer tres tipos de cervezas. La lager es algo que se ve poco en el mercado, con un proceso natural, carbonatado natural, sin filtrar, sin aditivos y a la vez que te entregue elementos distintos, asociado a una cerveza natural. Una cerveza mucho más fresca que la clásica artesanal”, explicó Pérez.

Explica que han probado muchas recetas, por lo que se encuentra trabajando y produciendo en una planta experimental a escala miniatura, que posee dos fermentadores y en la que pueden elaborar sólo 100 litros.

Pero agrega que “la fábrica (definitiva) ya está casi lista, nos faltan algunos permisos desde el SEA, después otro municipal y ahí estamos listos para iniciar la construcción”.

Una vez que esa unidad esté lista, tendrá una capacidad inicial de 27 mil botellas mensuales de 330 cc.

“Serán 10 mil litros mensuales”, dice el agrónomo.

El objetivo que tienen con esto, no deja de ser ambicioso. Para el primer año de funcionamiento con la planta, la meta es lograr posicionarse “entre las cervezas más importantes que están saliendo”.

Y aunque partirán con ese producto, no quedarán ahí. “La idea es desarrollar un agua (mineral o de vertiente) dentro de nuestros productos. La planta tiene una gran versatilidad y el agua puede ser el elemento más exportable de la marca La Montaña”, explica.

Concepto distintivo

Esto, porque el negocio familiar -relata Pérez- surgió a mediados de 2014, cuando descubrieron que el agua que había en el predio era un elemento que podía ser distintivo. Tras algunos análisis, la familia se motivó para pensar en grande e incursionar en la industria cervecera.

Por eso, este proyecto va más allá y buscarán aprovechar todos los recursos de sus predios. “Trabajamos desde el 2004 con el enoturismo (viña La Montaña) y con la cerveza queremos agregarle algo adicional”, dice.

El concepto de “La Montaña” nació en 2002 cuando comenzó la producción de vino. Actualmente elaboran 1.600 botellas al año, asociado a la viña Pérez Cruz.

Según comenta el agrónomo, uno de los objetivos de la marca es conservar este lugar.

“Un porcentaje de las ventas de La Montaña se va a ir a la conservación del lugar, un santuario necesita manejo porque tiene muchas amenazas”, dice.