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La reinvención de Alonso de Córdova

Nació en los 90 y creció fuerte en su oferta de marcas de lujo. Pero en 2013 hubo una sacudida que motivó la última renovación del barrio con cinco torres de oficinas en construcción.

Por: Magdalena Arce L. | Publicado: Viernes 18 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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Alonso de Córdova ya no es lo que fue en sus inicios. Desde que en los ‘90 se instaló María Teresa Cerveró con su tienda de decoración de interiores en la intersección con Nueva Costanera, lo que al poco andar se consolidó como el centro neurálgico del comercio de lujo en Santiago, muchas cosas han cambiado en estas calles.

Tiendas como Louis Vuitton, Swarovski y Emporio Armani se instalaron en el lugar. A estas las acompañaron emblemáticos restaurantes como La Cocina de Javier, El Reloj y Piola, constituyendo un barrio de 25 mil metros cuadrados de comercio.

Otras boutiques vieron una oportunidad en esto. Para Pedro Turull, dueño de Deco District -mueblería y decoración- la idea de poder enfocarse en un nicho específico fue detonante en su decisión de instalarse en el barrio, hace ya 12 años.

“Pensamos que era una buena vitrina para el público que nosotros queríamos abordar. En el fondo, tratar de competir con los muebles que hacen en las grandes tiendas, como Fallabella, Paris y Ripley no tiene ningún sentido por un tema de volumen. Nosotros lo que hacemos son a medida”, declara.

Si bien la categoría de Decoración y hogar fue la que más llegada tuvo en estas zonas, según establece el estudio “La transición comercial de Alonso de Córdova” de la consultora CBRE, otras ligadas a la gastronomía y moda también lograron atraer público.

“El centro de la moda” en que se convirtió el barrio ,fue determinante para Paola Núñez, quien hace diez años instaló su tienda de vestidos de fiesta, Unique.

Pero este auge ha sufrido desafíos. A partir de 2010, episodios de alunizaje a marcas exclusivas, la gran exposición de éstas al estar en calles al aire libre y falta de redes de acceso, empujaron la renovación del barrio.

En 2013 vino el gran golpe: marcas que estaban instaladas decidieron marcharse. A esto se sumó que nuevos arribos internacionales, como Gucci y Carolina Herrera, prefirieron los centros comerciales.

Según CBRE, la creación de espacios exclusivos para estas tiendas en los malls fue posible gracias a la “creciente participación del segmento de lujo como resultado del incremento en el ingreso medio de los chilenos”.

La construcción de Casa Costanera, por ejemplo, a metros del corazón del barrio, también atrajo marcas de lujo y convirtió en “una extensión natural” los locales comerciales aledaños, que estaban en Nueva Costanera.

Todo este traslado de marcas hacia otros puntos de venta implicó un efecto en los niveles de vacancia del barrio, aumentando el número de locales desocupados. Según la consultora, se llegó hasta 11,2% en Alonso de Córdova, mientras en la vereda contraria el Distrito de Lujo del Parque Arauco ampliaba su superficie.

La nueva Isidora Goyenechea

Turull y Núñez relatan que esos años no fueron fáciles. Y aunque ellos estaban enfocados en sus negocios de nicho, lo cierto es que había una “excesiva rotación de locales” y en la calle se veía menos gente. Más de alguien pensó que ese sería el fin del barrio.

Sin embargo, Alonso de Córdova encontró un salvavidas de la mano del desarrollo inmobiliario, especialmente de edificios de oficinas y los pubs que prenden de noche.

“Se han abierto muchos pubs que antes no habían. Ha empezado mucha vida nocturna, como por ejemplo partió el Bar Alonso, después se puso María Callas, ahora abrió Lorenza y antes no era así, no había nada de noche”, dijo Núñez.

La llegada de más gente está motivando una nueva era en la expansión de la oferta comercial, la que ha permitido ir reduciendo la vacancia, la que en el último registro se ubicó en 8,4%.

Donde alguna vez estuvo El Reloj, La Cocina de Javier y Piola, hoy se levanta el edificio CV Galería- que incluye una galería de arte en el primer piso-, un proyecto inmobiliario de US$ 60 millones que recién abrió sus puertas este año.

Se estima que la oferta de oficinas en esta zona es de unos 19.000 metros cuadrados, con cinco proyectos en construcción.

Además, ya se está comenzando a hablar de los efectos de la futura Línea 7 –que tendría una estación a la entrada del barrio-, lo que hace pensar que la zona seguirá avanzando en el camino para convertirse en un polo de oficinas, aunque sea boutique.

Esto, destacan en CBRE, hace pensar que “las categorías dominantes como Decoración y Moda continúen cediendo superficie y con ello la diversificación de la oferta comercial se acentúe, sobre todo considerando la escasez de servicios que son altamente demandados por quienes acuden diariamente a trabajar a las oficinas. Así, la transición podría resultar en una configuración más similar a lo que sucede en calles como Isidora Goyenechea y El Bosque”, concluye el estudio de CBRE.

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Pedro Turull, dueño de Deco District.
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Paola Núñez, dueña de Unique, tienda de vestidos de fiesta que está hace más 10 años en el barrio.
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