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Las grandes empresas están al debe en Chile

El Informe Reporta mide las 40 empresas del IPSA respecto de los antecedentes que entregan bajo 36 indicadores en cuatro áreas. En su segunda versión, el promedio nacional sigue mostrando espacios para progresar.

Por: A. Pozo y J. Esturillo | Publicado: Viernes 4 de agosto de 2017 a las 04:00 hrs.
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Memorias anuales, reportes integrados o de sostenibilidad. El abanico de información que elaboran anualmente las empresas locales está creciendo, sin embargo aún hay espacio para progresar en su calidad.

Esto detectó el Informe Reporta Chile 2017, que califica los antecedentes que entregan las 40 compañías que integran el IPSA a sus accionistas en estos y otros instrumentos durante las juntas de accionistas.

Realizado por la agencia de comunicación financiera española Deva, en su segunda versión vio una baja en el promedio de las firmas analizadas, las que fueron medidas en 36 indicadores en cuatro áreas.

Gonzalo Lacalle, el presidente de Deva España, comenta que los indicadores miden la calidad de la información. Se agrupan en transparencia de información financiera; compromiso con los temas de ambiente, social y gobierno corporativo; accesibilidad a la información y la relevancia que tiene lo que se comunica para los grupos de interés.

Pasó desde 48,4 puntos en 2016 a 47,2 este ejercicio, sobre un máximo de 100 puntos posibles.

La conclusión es clara: solo 18 de las 40 empresas analizadas lograron aprobar. Siete de ellas superaron los 70 puntos, dada una mayor exigencia en las evaluaciones de todos los indicadores.

“Pese a mejoras evidentes en muchas de las empresas del IPSA, siguen siendo muchas las empresas que se mantienen al margen de las tendencias internacionales en materia de reporting y centran la entrega de su información pública en los aspectos puramente financieros y operativos, y descuidan el tratamiento de temas relativos a responsabilidad corporativa y sustentabilidad”, dijeron en Deva Chile, unidad donde Alejandra Isbej es socia directora.

Lacalle agrega que los resultados no son negativos, porque hay muy pocas empresas con puntajes bajos.

“En términos absolutos, la medición no cambia mucho en un año frente a otro, pero ha habido variaciones individuales de compañías que han mejorado mucho, otras se han quedado estables y algunas nuevas han movido la media para abajo”, dice.

Y explica que aunque no es el objetivo de la medición, “hemos visto que las empresas más transparentes o que mejor comunican, tienen un correlato en bolsa”, agrega Lacalle.

Tarea pendiente

Una deuda que tienen en general las empresas nacionales es frente a los temas de gobierno corporativo, ya que se ven diferencias respecto de competidores similares.

“A veces no se tratan con la suficiente profundidad como se esperaría de empresas que compiten en todo el mundo”, añade Lacalle.

Ejemplo de esto es que muchas veces no se informa cómo se evalúa a los directores, cómo se renuevan sus mandatos o cómo se tratan sus conflictos de interés. Dice que además de cumplir la ley en estos temas, hay que ir más allá y darle un sentido.

“Hay empresas que cuentan con códigos de conducta, que tienen normas, pero informan poco qué hacen para que todas las personas que se relacionan con ellos, como sus trabajadores, los conozcan, lo mismo con los canales de denuncia y seguimiento de ellas y qué se ha hecho para mejorar. Esto, por supuesto, no es solo un problema en Chile”, sostiene.

Otro punto de mejora es en la relevancia. Es decir, en saber qué información necesitan los grupos de interés y cómo se relaciona con los temas centrales de la compañía.

“Hay pocas empresas en Chile que tienen un estudio de materialidad bien hecho y que sepan qué temas preocupan y, por lo tanto, tengan que hablar de ello”, dice.

Ganadores y perdedores

Este año, las primeras tres compañías del listado fueron Enel Generación, Banco Santander y Colbún. Las dos últimas reemplazaron a Embotelladora Andina y Enersis en esas ubicaciones.

¿Qué elementos pesan para lograr esto? Según Lacalle, no se ha podido ver un correlato respecto de si su accionista principal es nacional o internacional, ni tampoco por su capitalización bursátil. Un factor que influye, en cambio, es si cotiza de alguna manera en otros mercados, porque “sabe que la van a juzgar con otros estándares”.

El experto reconoce que en algunos casos la presencia de un accionista internacional se nota, como podría ser en Andina por la participación de Coca-Cola.

Independiente del resultado, “hemos visto interés de las empresas en mejorar. Obviamente esto no cambia de la noche a la mañana, pero estamos convencidos de que en dos o tres años será infinitamente mejor”, dice.

Potenciar la junta de accionistas

“La junta de accionistas en España y en general en Europa es un gran acontecimiento, donde muchas veces van más de 1.000 personas o pueden durar todo un día. Esa repercusión, nos sorprende que en Chile no exista y que las juntas sean casi un no-evento”, comenta.

Explica que esto no tiene necesariamente una connotación negativa, sino que muestra una realidad diferente, dado que los minoritarios tienen, en general, menos peso dentro de la estructura accionaria.

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