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Michael Naughton dice que es necesario un testimonio coherente en actuar empresarial

Académico de la Universidad de Saint Thomas agrega que de lo contrario el daño social es difícil de reparar.

Por: | Publicado: Miércoles 31 de agosto de 2016 a las 04:00 hrs.
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Un debate en torno a la subsidiariedad en la empresa es el que se dio ayer en el encuentro organizado por la USEC y la Universidad Católica, donde el principal expositor fue el académico de la Universidad de Saint Thomas, Michael Naughton.

El seminario denominado “Subsidiariedad en la empresa, el tiempo es ahora” fue inaugurado por el presidente de la agrupación de empresarios cristianos, Bruno Baranda quien destacó que en la actividad empresarial existe una noble vocación “cuando hay un verdadero liderazgo de servicio”. Es en ese marco que el directivo enfatizó que la organización que dirige busca contribuir en el cómo hacer empresa en “coherencia con los valores” de cada corporación.

Así fue como de inmediato dio paso a la intervención Michael Naughton, quien hizo referencia al tema central de su último libro sobre cómo aplicar la subsidiariedad en la empresa. En ese contexto, sus palabras hicieron todo el sentido para los asistentes, precisamente en un momento en el cual la actividad empresarial y los líderes de las compañías están siendo cuestionados, al igual que el resto de los estamentos de la sociedad.

Para el académico es clave y “necesario” el testimonio coherente en el actuar del líder empresarial porque el daño social es difícil de reparar”. Al mismo tiempo, Naughton recalca que los líderes deben abrazar el principio subsidiario ya que “si no hay subsidiariedad o solidaridad en la empresa, entonces estamos frente a una organización sin inspiración”.

También se refirió al rol de los trabajadores y cómo deben ser vistos por la organización. “Si veo a un colaborador como un regalo, como un don, no lo veré como un número”, recalcando además que está “mal” quitarle al colaborador sus dones.

El experto estadounidense planteó además la necesidad de instalar un liderazgo positivo y subsidiario que fomente un clima laboral constructivo, así como la necesidad de instalar un estilo de dirección basado en el principio de la subsidiariedad, concepto que habitualmente se usa en referencia al rol del Estado y que surge de la Doctrina Social de la Iglesia.

Así para Naughton, la subsidiariedad en los negocios consiste en velar porque los trabajadores puedan aprovechar sus habilidades y talentos para su propio bien, el bien de la compañía y el de sus clientes, así como también crear las condiciones para que los talentos de los colaboradores se desarrollen. “ Esa es la base para alcanzar una compañía moralmente buena y productiva, señaló a DF.

Con todo, tras la participación del académico también se abrió paso a un panel de reflexión compuesto por el rector de la Universidad Católica, Ignacio Sánchez; el académico de la Universidad de Chile, Fernando Atria, el presidente del Centro de Estudios Públicos, Enrique Barros y moderado por el director de Diario Financiero, Roberto Sapag.

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