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Nuevos retos para una nueva era

Por: Ana Botín, presidenta de Banco Santander. | Publicado: Viernes 27 de noviembre de 2015 a las 04:00 hrs.
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"El futuro ya no es lo que era", dijo una vez Yogi Berra, leyenda del béisbol estadounidense. Hemos pasado la crisis, con su consecuente respuesta regulatoria, y años de bajos tipos de interés. Se ha cuestionado el modelo de la banca y su relevancia. Pero confío en que los desafíos que hemos superado juntos nos hayan fortalecido. Confío en el futuro de nuestra industria.

Desde 2008 hemos hecho muchos cambios, que han supuesto incrementar el capital del sistema por diez y los activos líquidos por cuatro y también un esfuerzo colectivo para mejorar lo que hoy se entiende como conducta. La manera de hacer las cosas.

A lo largo de su historia, en el Santander siempre hemos creído que para aprovechar las oportunidades hay que estar abiertos al cambio.

Nuestra oportunidad ahora es ser capaces de generar la solidez y confianza que se espera de un gran banco global, pero con la agilidad de una empresa pequeña. La manera de hacerlo es siendo sostenibles, con un equipo sólido y relaciones de largo plazo con los clientes.

Autoridad a cambio de responsabilidad

La economía mundial necesita un ecosistema diverso, con bancos grandes y pequeños, globales y locales, con modelos de negocio, estructuras de financiación y bases de clientes diferentes

El tamaño no es el problema. Lo importante para nuestra seguridad económica es si el banco es gestionable de forma efectiva. Y en ese sentido, probablemente el modelo Santander se parece al modelo ideal del regulador.

Delegamos en nuestros equipos y nuestros consejos locales la autoridad para manejar y construir su negocio. Pero a cambio les pedimos responsabilidad. Esa mezcla de confianza y responsabilidad constituye la clave de cómo gestionamos.

Queremos que cada oficina en cada país sea local, a la vez que aprovecha las ventajas de ser parte del Grupo Santander.

Para seguir siendo relevantes, debemos abordar tres aspectos clave: responsabilidad, flexibilidad y rentabilidad.

Para Santander, actuar de manera responsable es una parte esencial de nuestra cultura. En la práctica, esto quiere decir que buscamos que todo lo que hacemos sea sencillo, personal y justo para nuestros empleados, clientes, accionistas y la sociedad.

Sencillo, porque es la manera de asegurar que podemos cumplir nuestra misión de contribuir al progreso de las personas y de las empresas.

Personal, porque buscamos facilitar las cosas a nuestros equipos y clientes.

Justo, porque creemos que la justicia se traduce en confianza y la confianza en prosperidad.

Estamos experimentando una revolución tan social como tecnológica – y queremos ser parte de ella.

Cuando los bancos se comportan de forma responsable, pueden competir y prosperar con sus clientes.

La solidez de nuestro balance nos da la seguridad que demandan reguladores y clientes, y la estabilidad que nos permite seguir construyendo un banco mejor. Continuaremos cambiando y adaptándonos desde esta posición de fortaleza.

Podemos participar de este cambio pero eso requiere, primero, cambiar nuestra forma de operar internamente. Todos los bancos, nosotros también, nos estamos convirtiendo en empresas de tecnología.

Santander ofrece una de las mayores plataformas que existen para la innovación financiera. Invitamos a los innovadores, a los emprendedores y a los ingenieros a trabajar con nosotros para que puedan llegar al mayor número posible de clientes, nosotros contamos con más de 100 millones. Y para ayudarnos a ser un banco mejor.

La nueva realidad

El cambio intenso de los últimos años en nuestro sector se nota. Aunque hemos hecho grandes esfuerzos, no es posible alcanzar los niveles de rentabilidad anteriores a la crisis.

Durante los últimos años, el coste del capital se ha mantenido en niveles cercanos al 10% para los bancos europeos. Pero la rentabilidad de ese capital ha caído desde el 20% de 2007 al actual 4%.

Esta es la realidad del sector bancario hoy. La buena noticia es que estamos más cerca del final que del principio de este ciclo que empezó con la crisis financiera.

El capital Tier 1 de los bancos europeos pasó del 9% en 2009 al 12% en el primer trimestre de 2015. Entre 2010 y 2015, los bancos aumentaron capital por valor de US$ 300.000 millones.

Ahora es el momento de poner esta fortaleza a trabajar. Internamente, estamos transformando nuestra organización, y reevaluando nuestros procesos y fuentes de ingresos.

Queremos crecer, pero no sólo en cuota de mercado o activos. Nuestro objetivo es crecimiento orgánico rentable, transformando nuestro modelo comercial y buscando maximizar el beneficio por acción.

Incluso mientras cambiamos el modelo comercial, seguimos distribuyendo dividendos e incrementando nuestro beneficio. Nuestro objetivo es generar beneficios de forma responsable y podemos estar orgullosos de ello.

Yogi Berra estaba en lo cierto: el futuro ya no es lo que era. Pero si tomamos el camino correcto, puede ser mejor que nunca.

El entorno actual, complejo y cambiante, requiere organizaciones capaces de ejecutar la estrategia con excelencia.

Los líderes de estas organizaciones deben estar preparados para aceptar los nuevos retos y el cambio constante. Deben saber valorar el esfuerzo y aprender de los errores. Y sobre todo, deben actuar con integridad.

"Hay que buscar personas con tres cualidades: integridad, inteligencia y energía. Si no tienes la primera, las otras dos te matarán", señaló Warren Buffett.

Al mundo de la banca nunca le faltó gente con gran inteligencia y energía. Será la integridad lo que determine nuestro éxito en los próximos años.

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