Philips inicia en Chile ofensiva regional con equipos de salud de alta tecnología

Por Claudia Marín

Desde que aplicó un profundo reenfoque –primero al desprenderse de sus divisiones de audio y televisión en 2013, y luego al reubicar su centenaria área de iluminación en una filial independiente el año pasado–, la multinacional Philips apuntó a la salud como una de sus grandes áreas de negocio, una decisión que en el balance de 2016 se reflejó en que el 45% de sus ventas por 24.516 millones de euros provino de su negocio de healthcare. “Este ha sido un cambio de identidad de una compañía que partió como fabricante de ampolletas y hoy ni siquiera tiene la unidad de negocios de iluminación. Es, por completo, realmente otra empresa que se reinventó”, afirma Bruno Gugelmin, Country Leader Health Systems de Philips Chile.

Tras registrar un crecimiento de 87% en sus órdenes de venta locales entre 2014 y 2015, y mantener ese ritmo en el ejercicio recién pasado, Chile es el país donde Philips ha logrado la mayor participación en el mercado de equipos médicos de alta tecnología en Latinoamérica. Es una base desde la cual la multinacional consolidará el papel asignado a nuestro país con el lanzamiento el próximo mes de Azurion, su nueva plataforma de terapia guiada por imágenes de alta calidad y procesamiento en tiempo real, fruto de un trabajo que se extendió por siete años.

Presentada a nivel global en febrero pasado, Azurion aprovecha la información de los pacientes obtenida de diversas fuentes -como los sistemas de imagenología, dispositivos intervencionistas, herramientas de navegación y registros de salud- para desarrollar un amplio espectro de procedimientos, desde aquellos de rutina y alto volumen hasta configuraciones flexibles para intervenciones de alta complejidad.

Gugelmin destaca que la elección de Chile como punto de partida para esta nueva tecnología en la región se explica por factores como el sostenido interés de las instituciones de salud públicas y privadas por invertir en tecnología de última generación, convirtiéndolo en el país con la mayor cantidad de equipos de gama alta en esta parte del mundo.

Junto a los acuerdos cerrados en el sector público en casos como los hospitales Gustavo Fricke de Viña del Mar (para implementar su área de imagenología) y Las Higueras de Talcahuano –que demuestran que el “sector público está buscando ponerse a la par del privado en tecnología”–, el ejecutivo destaca la relación establecida con la Universidad Católica para equipar sus distintos centros.

Con recursos destinados a Investigación y Desarrollo (I+D) que representan el 8,2% de sus ventas globales –sumando 79 mil patentes, 49 mil marcas registradas y 86 mil derechos de diseño–, Philips ha centrado sus esfuerzos en salud en los campos de las enfermedades cardiovasculares y la oncología. La primera por sus niveles de prevalencia y mortalidad, y la segunda por su alto impacto y posibilidades de detección y tratamiento a través de imágenes.