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Raj Sisodia: “Cuando una empresa falla, debe disponerse a un cambio consciente”

El co fundador de la corriente del Capitalismo Consciente, llega al país para participar en el encuentro “Desafíos y Propuestas para el Nuevo Escenario Empresarial en Chile”, realizado por la CChC.

Por: Miguel Diaz Hansen | Publicado: Martes 29 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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El autor de “Conscious Capitalism” Raj Sisodia y co fundador del movimiento mundial Capitalismo Consciente (CC), llega a Chile para participar en el encuentro “Desafíos y Propuestas para el Nuevo Escenario Empresarial en Chile”, realizado por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) con el apoyo de la Fundación Empresas Conscientes.

En este contexto, uno de los principales referentes mundiales del CC, valoró la existencia de Empresas Conscientes, un espacio que trabaja con las entidades los valores de la corriente que lidera.

Sisodia, académico y autor de “Firms of Endearment”, comenta que si bien la mayoría de las empresas ha estado operando sobre la base de aumentar las ganancias a cómo de lugar, hoy deben dar un giro a su actuar si quieren sobrevivir a los nuevos tiempos, y cambiar el “tomar”, por el “dar”.

Además, enfantizó la importancia de contar con administraciones que se preocupen de los intereses de quienes interactúan con las empresas y de buscar generar mejores condiciones para todos los actores que participan en los procesos productivos, lo que denomina un “ecosistema virtuoso”.

Sisodia señala que uno de los grandes problemas de las empresas son los sistemas de incentivos que ofrecen en la actualidad, ya que no están alineados con la filosofía corporativa de la compañía. A su juicio, se debe cambiar este sistema y comenzar a reconocer a sus colaboradores. Explica que esto no tiene por qué ser necesariamente monetario, sino un gesto o una felicitación por el trabajo realizado y el compromiso por mantener los valores de una cultura consciente.

Este cambio, argumenta, está directamente relacionado con la forma en la que las empresas buscan a sus líderes, por lo tanto, ellas deben definir qué tipo de liderazgo quieren.

“Por ejemplo, si el perfil es un ejecutivo preocupado sólo de generar utilidades que no crea una nueva mentalidad al interior de la organización, vas a obtener un líder que no le interesan las personas y que no piensa en objetivos a largo plazo y que lo más probable esté operando para su propia conveniencia. Son muchos los líderes que llegan a las empresas con la intención de hacer la mayor cantidad de dinero posible en un plazo no superior a tres o cuatro años”, afirma.

Por otro lado, aclara, puede llegar un líder que quiera crear un cambio, pero si el directorio no está dispuesto a darle tiempo ni recursos para implementarlo, entonces, ese líder no podrá llevar a cabo sus tareas y terminará por irse.

-En Chile, muchas empresas son de carácter familiar. ¿Es más fácil para ellas adaptarse a este sistema?

-Definitivamente. Puede ser que la compañía esté más dispuesta a operar en la línea de los valores de la familia, pero esto depende de esos valores. Si de hecho, ya opera con los valores de una empresa consciente, éstos, tienen que ser codificados e integrados a la compañía. Porque una cosa es que los fundadores tengan esos valores, pero si estos no han sido perpetuados en la organización, no sólo a los miembros de la familia, sino en documentos escritos donde se explicite la dirección de la compañía en el largo plazo, se corre el riesgo de que en la tercera o cuarta generación, se pierda la esencia de lo que los hizo exitosos, porque esta última generación ha crecido en el éxito que por años la compañía ha tenido.

-Chile es un país que creció llegando a un ingreso per cápita de US$ 22.000 y lo hizo apostando a los commodities y gracias a un mercado desregulado. El mercado se ha ido regulando más y el crecimiento se ha ido estancando. ¿Será problema de las regulaciones o del miedo a los nuevos escenarios?

-Hay una expresión que dice que “lo que te trajo acá no te llevará allá”, lo que te trajo a este punto no te llevará donde tienes que ir, en el futuro tienes que evolucionar sin volver al pasado. Singapur es un ejemplo de un país que evolucionó y se movió de diferentes sectores, conforme se iba desarrollando.

Para que esto sea posible, el gobierno es crucial, hay que pensar en la sociedad como un todo. Existen tres pilares básicos, el sector privado, el gobierno y el sector sin fines de lucro. No es suficiente decir que las empresas tienen que volverse más conscientes -por supuesto lo necesitan- pero si éstas buscan actuar con los pilares de un modelo consciente, y el gobierno opera en una forma menos consciente, no se puede crear la sociedad ideal. Se requiere que todos los sectores operen en el más alto nivel de consciencia y juntos.

-¿Cómo alguien puede convertirse en una persona consciente?

-Cómo convertirse en una persona más consciente es un área que no es muy entendida. Pareciera pasar cuando las personas están expuestas a ciertas ideas, profesores, experiencias, mentores o alguien que te guíe. No es fácil decir qué es lo que exactamente lleva a una persona a querer elevar su nivel de consciencia. Cuando una persona se ha decidido a cambiar es fácil ayudarla a llegar a ese punto, pero lo que gatilla querer cambiar en esa dirección, es difícil de determinar.

-¿Cuál es su experiencia ayudando a medianas y grandes empresas a cambiar? ¿Es más fácil aplicar un cambio en empresas pequeñas?

-Es más fácil cuando la firma es pequeña y nueva. Cuando no han estado en el mercado por mucho tiempo, aún no han desarrollado malos hábitos y no hay muchas tradiciones negativas, por lo que debería ser más sencillo.

Al mismo tiempo, es totalmente posible generar el cambio en grandes compañías, finalmente todo recae en el líder que escojas. Paul Polman está a cargo de Unilever, que es una compañía gigante, y él fue contratado por la mesa directiva, precisamente por ser un líder consciente.

-Respecto a la industria minera en Chile, muchas veces tenemos discusiones acerca de no generar estándares más estrictos ya que las compañías tienen que competir a nivel global y hay mercados que no están regulados.

-Aquí es donde la cooperación entre países alrededor del mundo es esencial. No se le debería permitir a las compañías buscar los mercados menos regulados para poner sus negocios ahí al costo más bajo. No podemos colectivamente, aceptarlo. Tenemos una responsabilidad mayor, este planeta es un solo sistema, no podemos decir que la contaminación no es buena acá pero si allá, en la mayoría de los casos, los daños al ecosistema son irreversibles. Es necesario cerrar las lagunas que permiten hacer esto.

- En Chile hemos tenido grandes compañías enfrentando crisis y en juicios por actos de colusión o financiamiento irregular de campañas políticas, esto ha pasado los tres últimos años y no parece parar. Son grandes compañías que están siendo vistas por el público como no confiables. ¿Este tipo de crisis puede representar una oportunidad de convertirse en una empresa más consciente?

-Creo que es posible; cuando tienes una crisis de ese tipo no tienes opción si quieres sobrevivir. Primero que todo, tienes que aceptar el error y ser humilde, en vez de negarlo y llegar a un acuerdo y no admitir culpas. Es necesario hacerse cargo de lo ocurrido, comprometerse a un nuevo inicio, lo que requiere un nuevo tipo de liderazgo.

Por ejemplo, Nike, solía tener grandes cuestionamientos por su cadena de proveedores y el uso de mano de obra infantil. Se dieron cuenta, lo admitieron y se comprometieron a ser los mejores del mundo. Entonces, tomaron su debilidad más grande y la transformaron en su principal fortaleza, creando una cadena de proveedores más transparente, donde toda la información puede ser encontrada online. También formaron su propio equipo de fiscalizadores y a su vez mantienen sus puertas abiertas para cualquier ONG que quiera visitar sus plantas.

Por otra parte, podemos ver que en Estados Unidos muchas empresas farmacéuticas fueron encontradas realizando prácticas poco éticas, sobornando a doctores, adulterando resultados de pruebas, sabiendo de los efectos secundarios y escondiendo los resultados a pesar de saber que la gente estaba muriendo o padeciendo horribles consecuencias. Lo que ellos finalmente hicieron, fue pagar una multa, en algunos casos, muy grande, pero sin admitir ni una culpa. 

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