Banca / Instituciones Financieras

Cuestionan eventual participación de Metro en tarjetas de prepago

El economista Bernardo Fontaine hizo ver el peligro de que exista un poder monopólico en ese mercado.

Por: C. Araya / J. Catrón | Publicado: Viernes 8 de abril de 2016 a las 04:00 hrs.
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Sólo ha estado en evaluación. Porque de aprobarse el proyecto de ley que permita a las entidades bancarias emitir tarjetas de prepago, esto no significa que Metro lo vaya a hacer, sino sólo que tendría la posibilidad. Y para dar el siguiente paso, primero debería ser discutido en el directorio, explica una fuente ligada a la empresa estatal.

De todas formas, ésta se ha estado reuniendo en el último tiempo con Hacienda y parlamentarios a cargo de analizar el proyecto, e incluso realizaron una presentación ante la respectiva comisión con su propuesta de Tarjeta bip! multiuso, la que aportaría con mejoras al sistema de tarjetas y transporte.

“Todos los emisores autorizados podrán incorporar la aplicación de transporte en su tarjeta”, sostiene la presentación de Metro realizada el 22 de marzo pasado, junto a que se reducirán los costos de los servicios complementarios del Transantiago.

Como sea, el sólo el hecho de que Metro esté considerando esta posibilidad ya está generando ruido en la industria financiera.

Y no sólo porque la empresa estatal haya afirmado que al ser incorporada en el proyecto, se daría un aumento en la competitividad en los segmentos de medios de pago, por una “disminución en costos transaccionales aprovechando sinergias de red”.

Lo que está en duda, señalan algunos ejecutivos de la banca, es la viabilidad de este plástico, puesto que ninguna entidad podría estar interesada en hacer dicho negocio con el Metro. Además, se trataría de un “monopolio”.

El escenario de medios de pagos

Según expuso el Instituto Libertad y Desarrollo ante la comisión de Hacienda del Senado, suele darse en el mercado financiero un trade-off entre asegurar competencia y el riesgo moral del sistema. En ese sentido, “debe buscarse un equilibrio prudencial entre ambos”, aunque “en el caso de Chile parece algo inclinado a la seguridad, en contra de más competencia”.

Lo anterior, a juicio de LyD, “perjudica en mayor grado a sectores de bajos ingresos y a aquellos más alejados de grandes centros urbanos, donde bancarización es más baja”. Entonces, manifiesta, “se debe analizar con cuidado que no existan barreras de entrada excesivas, ya que los retornos esperados no son significativos”. A modo de ejemplo, el instituto añade que la cuenta RUT de BancoEstado genera pérdidas.

Y ése es el punto que destacan en la banca. “¿Cómo podría funcionar una tarjeta prepago del metro, si con ese producto ya están perdiendo entre US$ 30 millones y US$ 40 millones al año?”, dice un banquero local, señalando que con ese antecedente es difícil participar de esta iniciativa en conjunto con la empresa estatal, la que necesitará una entidad bancaria para depositar los fondos a dichos plásticos.

Éste podría ser un gran escollo para la iniciativa, consigna un acádemico, ya que las entidades trabajan en base a incentivos económicos, buscando a “sujetos de crédito”.

Por otro lado, el economista y empresario, Bernardo Fontaine, también ha opinado al respecto. “Ojo: los ciudadanos no podemos permitir que una empresa tenga tanto poder monopólico en el mercado de tarjetas prepago”, comunicó a través de su cuenta de twitter.

Consultado por la materia, el ex director de Metro indicó que “la tarjeta Bip! sería un excelente vehículo para expandir el prepago al comercio”. No obstante, “no sería bueno entregar el uso de esas tarjetas a una sola empresa porque le daría un poder y inmenso y una ventaja desequilibrante frente a otros actores”.

Lo que se debiera hacer, añade Fontaine, es que “el Estado licite grupos de clientes con Bip! a distintos operadores privados”, como el retail, cajas de compensación, cooperativas de ahorro y crédito, compañías de telecomunicaciones o, incluso, entidades nuevas que se quieran dedicar a dicho negocio.

A su vez, el mismo Raphael Bergoeing, ex superintendente de Bancos e investigador del CEP, lo dijo en su oportunidad a los senadores que están discutiendo el proyecto.

“En el mundo está creciendo rápidamente el uso de tarjetas de prepagos abiertas, pero son caras y enfrentan regulación heterogénea en función de riesgos potenciales (...) Bancos no las emiten en Chile. No es un ‘caso de negocios’”.

En ese contexto, tampoco se podría asegurar que BancoEstado quiera ser parte de eso, explica un experto que prefiere mantenerse en reserva. La razón, añade, está en que tendrían que duplicarse los refuerzos estatales, en un contexto en que la empresa de transporte está enfocada en mejorar la conectividad.

Además, insiste, no se sabe la forma en que el Metro pueda generar economías de escala.

cómo entró metro al proyecto

La indicación que añadió el Ejecutivo al proyecto que faculta a las entidades no bancarias a emitir tarjetas de prepago tiene como objetivo transformar la Dirección General de Metro en sociedad anónima. Esto, según el texto, para autorizar también al Estado, "a emitir y/u operar medios de pago con provisión de fondos, en los términos establecidos en la ley que autoriza la emisión de dichos medios de pago por entidades no bancarias, y a la normativa dictada conforme a ella".


El documento también indica que "para el desarrollo de las actividades mencionadas (...) la sociedad deberá constituir una o más sociedades filiales o coligadas, para lo cual podrá contemplar aportes de capital que deberán contar con la autorización previa del Ministerio de Hacienda".


Asimismo, complementa el Ejecutivo, "la o las sociedades que se constituyan con este fin quedarán sujetas a la fiscalización de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras en los términos establecidos en el artículo 2° del decreto con fuerza de ley N° 3, de 1997, del Ministerio de Hacienda".

 

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