La Araucana: quiebre entre bancos acreedores complica su proceso de renegociación

La situación en la Caja de Compensación La Araucana va, al parecer, de mal en peor.

Porque ahora, a la ya compleja situación financiera por la que pasa la entidad social, se debe sumar lo que varios ejecutivos bancarios involucrados califican como "un quiebre", que se produjo esta semana, entre los más de 15 bancos acreedores.

Este hecho, según varios consultados, es una situación "anómala", ya que están acostumbrados a reunirse entre varios competidores para analizar la viabilidad de una empresa y acordar si entregarán nuevas líneas para reestructurar la deuda y darle un respiro a la empresa "en peligro".

¿Qué pasó? Aquí hay dos visiones. Por un lado, están las recriminaciones de un grupo de entidades financieras -entre ellas varias que son las mayores del mercado-, en contra del actuar de Corpbanca, ya que, según afirman ejecutivos conocedores del proceso, la entidad aún controlada por Álvaro Saieh, se habría pagado unos $ 6.000 millones de lo que le adeuda la Caja de Compensación.

La razón, según esgrimen algunos bancos, está en que al ver que la Superintendencia de Seguridad Social (Suseso) había designado un interventor, en la institución que se encuentra en proceso de fusión con Itaú, decidieron "adelantarse", y que se les pagara, al menos, parte de lo que se les debía.

Todo esto en circunstancias en que lo "normal" es que si se le paga a uno, se le paga a todos.

Y eso, aún está lejos de ocurrir, especialmente luego de que la semana pasada, la propuesta de reestructuración de pasivos que les presentó La Araucana fuera rechazada, por unanimidad, por las entidades financieras.

El banco transaccional de La Araucana

Según comentaron ejecutivos de Corpbanca consultados por Diario Financiero, la situación de la entidad financiera es distinta a la del resto.

Esto, porque Corpbanca es el banco transaccional de La Araucana; es decir, que tienen una cuenta corriente, línea de crédito, entre otros productos, de uso intensivo en una empresa.

Lo anterior implica que, además de las condiciones que comparten con el resto de los acreedores por la deuda total, también existen contratos que tienen un carácter distinto, como por ejemplo, los asociados a líneas de crédito, que establecen que, si existe saldo en la cuenta corriente, la línea se paga.

De hecho, algo así es lo que habría sucedido, comentan los ejecutivos consultados.

Y como muestra, afirman que La Araucana aún cuenta con liquidez en su cuenta, y que si hubieran obrado "de mala fe" como algunos señalan, podrían haberse pagado un mayor porcentaje de la acreencia de la Caja.
Además, complementan con el hecho de que la entidad ofreció otorgar a La Araucana, un crédito por $ 6.000 millones, bajo las mismas condiciones y tasas de interés que tenían anteriormente.

El requisito, agregan, es que "si en esto perdemos, todos perdemos por igual, y si hay ganancias, también serán las mismas para todos".

¿Vacío en la norma?

Con la situación de La Araucana habría quedado de manifiesto, además, lo que ya varios consideran un vacío en la norma. Esto porque a diferencia de una empresa, una Caja de Compensación, por su sentido social, no puede quebrar, no se puede hacer una liquidación ordenada de activos, sino sólo fusionarse con otra.

Humphreys ve mal panorama

Humphreys dejó la perspectiva de clasificación de La Araucana en "Desfavorable" por "la alta probabilidad, casi certeza, que el emisor incumplirá con los bonistas su compromiso del 15 de noviembre". La clasificadora añade que el margen de tiempo es muy acotado para que La Araucana "encuentre una solución financiera que permita evitar el default del título de deuda".

Humphreys señala que la institución -que mantiene una deuda bancaria de plazo vencido por $ 46.938 millones-, tenía como condiciones que la renovación de los créditos bancarios, más el financiamiento adicional por parte de un tercero, para que La Araucana pudiera disponer de recursos suficientes con el objeto de pagar el cupón con vencimiento el 15 de noviembre. Destacó también la intervención de la Superintendencia de Seguridad Social, que implicó la toma de control de la caja de compensación.