Ley de Bancos: gobierno recibe informe de mesa técnica y aplaza ingreso del proyecto a 2016

El Ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, recibió hoy el informe que encargó a fines de septiembre a un comité de ocho expertos del grupo público-privado que busca robustecer técnicamente la elaboración de un proyecto de ley para reformar la actual Ley General de Bancos.

Específicamente, se le pidió al grupo centrar el análisis en tres subcomités temáticos: capital y gestión de riesgos Basilea III, gobierno corporativo de la SBIF y resolución bancaria.

Raphael Bergoeing, presidente de la mesa técnica, destacó el proyecto y sostuvo que "fuimos capaces de llegar a un avance consensuado" y "esperamos que durante ese proceso en el Congreso este trabajo ayude", cerró.

En el informe, los expertos destacaron que existe consenso internacional respecto a los elementos principales que una institucionalidad regulatoria bancaria requiere para resguardar eficazmente la estabilidad financiera, y a la necesidad de diseñarlos reconociendo el contexto institucional del país en el que se aplicarán.

Por ello, sugirieron que dada la fortaleza de la industria bancaria chilena y la realidad legal-económica vigente, la reforma debiera sustentarse en cinco criterios; estabilidad, gradualidad, adaptabilidad, flexibilidad y coordinación.

Estabilidad: Si bien la reforma debe ser profunda, el comité sostiene que debe construirse manteniendo la estructura legal actual y los pilares institucionales vigentes. Es decir, perfeccionando el sistema regulatorio que ya existe y según los expertos, "ha funcionado bien".

Gradualidad: Debe implementarse la reforma de forma gradual, para paulatinamente ir avanzando a definiciones más exigentes que no signifiquen costos de intermediación financiera.

Adaptabilidad: La reforma debe diseñarse y aplicarse considerando las características del mercado chileno y su marco regulatorio y legal. Lo anterior, siguiendo la recomendación de Basilea que sugiere principios rectores con un diseño adecuado al contexto institucional en que se apliquen.

Flexibilidad: Que la adopción del marco de Basilea permita que a futuro se continúe ajustando a medida que se consolida en el resto del mundo, en coherencia con un marco institucional global dinámico.

Coordinación: Como algunas de las materias de este marco regulatorio afectan el mandato de la SBIF y del BCCh, ambas autoridades deberán mantener una fluida comunicación.

Respecto de los gobiernos corporativos, el grupo propone dar mayor independencia institucional a la SBIF, por medio del nombramiento de un cuerpo colegiado cuyos integrantes sean nombrados por períodos fijos y removidos por causales definidas por ley.

Como el proyecto debe ser afinado dijo el ministro Valdés, será enviado al Congreso en enero del próximo año, en vez de a fines de este año como estaba inicialmente propuesto.