Construcción

Corte Suprema zanja disputa de Corfo con familia Goycoolea por el terreno más caro de Chile

Tribunal ratificó que el clan es dueño de un retazo de un valioso paño de cuatro hectáreas a un costado de la Rotonda Pérez Zujovic. Ahora se debe determinar la ubicación exacta y medidas de la porción que estuvo en disputa.

Por: J. TRoncoso Ostornol | Publicado: Miércoles 29 de enero de 2020 a las 04:00 hrs.
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A pasos del centro financiero de Santiago hay un terreno que lleva décadas deshabitado. Está justo al frente de la Torre Titanium y a un costado de la embajada de EEUU.

Es catalogado como el sitio más caro de Chile: las casi cuatro hectáreas valdrían al menos US$ 130 millones. Varias inmobiliarias y empresas de retail han tanteado adquirir la propiedad, pero todo ha quedado en nada debido al litigio que enfrenta a sus dueños.

Según la Corfo, todo el terreno es de su propiedad. La familia Goycoolea afirma que una parte es suya. Tras años de litigios, la Corte Suprema dirimió. Así es como el máximo tribunal del país ratificó –en una sentencia dictada el lunes 27 de enero- que el clan familiar es dueño de un retazo del valioso paño.

“Se rechazan los recursos de casación en la forma y en el fondo interpuestos por la demandante (Corfo)”, dice el fallo de la Suprema.

En la resolución, el tribunal explicó que: “Bajo un régimen de posesión inscrita, donde la inscripción constituye requisito, prueba y garantía de la posesión sobre un bien raíz, la declaración de reconocimiento de dominio exigía, tal como fue concluido por los jueces de instancia, que el registro esgrimido por la actora coincidiera con el inmueble objeto de la controversia, requisito que no fue satisfecho por la Corfo”.

En agosto del año pasado, la corporación había presentado un recurso de casación ante el máximo tribunal para intentar revertir la sentencia dictada por la cuarta sala de la Corte de Apelaciones de Santiago, en mayo del mismo año. El fallo de segunda instancia confirmó una resolución del titular del 9º Juzgado Civil de Santiago, que rechazó una demanda de la estatal, que buscaba hacerse plenamente del terreno aledaño a la rotonda.

La defensa de la familia Goycoolea estuvo a cargo del estudio Halpern De la Fuente. La Corfo fue apoyada por Larraín y Asociados. Ninguna de las partes quiso realizar declaraciones para este artículo.

Para los Goycoolea, la mejor solución sería vender en conjunto, por lo que el siguiente paso sería solicitar un peritaje para definir con claridad cuánto del terreno le corresponde a cada parte.

De hecho, según fuentes cercanas al caso, ahora las partes deberán definir la ubicación exacta del retazo de los Goycoolea dentro del terreno de Corfo de casi cuatro hectáreas, así como sus medidas, que se estiman entre las 10 mil a 14 mil m2. Esto se debería determinar mediante una acción de demarcación o de mutuo acuerdo.

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La venta del terreno

La disputa entre los Goycoolea y la Corfo es de larga data.

La familia fue propietaria del fundo conocido como Lo Castillo, una propiedad que abarcaba todo lo que hoy es la comuna de Vitacura.

A finales del siglo 19, se les expropió lo que es el Parque Bicentenario. Según conocedores, aquí se origina el conflicto.

Los Goycoolea sostienen que la expropiación partió desde el parque al oriente, por lo que quedaron varios retazos de su propiedad.

Por uno de ellos –en donde funcionó el aparcadero municipal- el clan recibió una indemnización tras ser expropiado.

Otro retazo es el disputado con Corfo, que es parte de un terreno que superaba los 43.000 m2, pero sucesivas expropiaciones para ensanchar las autopistas aledañas lo redujeron a casi 4 hectáreas.

Los dineros provenientes de aquellas expropiaciones, más de $ 300 millones, están provisionados esperando saber a quién entregárseles. En un primer juicio, de manera insólita, ambas partes perdieron.

Hace casi dos décadas, Corfo interpuso un requerimiento contra una solicitud de los Goycoolea para obtener un “comodato precario” por el paño.

El ente estatal contestó con una demanda. En 2009 el tribunal la rechazó, pero reconoció que se estaba en presencia de un problema de “deslindes de terrenos”, dando un reconocimiento explícito a los Goycoolea de que sí tienen derechos sobre parte del paño.

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