Construcción

Nicolás Imschenetzky: "Uno tiene que empezar a mirar en el tiempo hasta dónde es capaz de soportar”

Con teletrabajo y estrictas políticas “anti-contagio”, las empresas Valmar, Casino Marina del Sol y las ex clínicas MasVida están enfrentando la crisis del coronavirus. Aquí, su dueño reconoce lo complejo del momento, sobre todo para asegurar el empleo.

Por: Magdalena Arce | Publicado: Domingo 22 de marzo de 2020 a las 15:59 hrs.
  • T+
  • T-

Compartir

Nicolás Imschenetzky, uno de los principales empresarios de Concepción, no ha parado en estos días. Hace cuatro años que vive en Santiago y desde aquí junto a un equipo de trabajo que no supera las cinco personas, coordina por videoconferencias todas las actividades de los negocios donde está presente en la región del Biobío: la constructora Valmar, Casino Marina del Sol y las ex clínicas MasVida. Esa dinámica se ha mantenido por estos días, donde -dice- han seguido yendo a la oficina, "pero cumpliendo estrictas políticas anti-contagio".

La diversificación de sus negocios lo ha hecho enfrentar diferentes escenarios, más o menos golpeados por la crisis sanitaria que afecta al país. Uno de los primeros sectores en caer fue justamente el de la entretención. El 16 de marzo la Superintendencia de Casinos instruyó la clausura de todos los locales a nivel nacional hasta fines de mes, lo que obligó el cierre de Marina del Sol, que tiene unas 2.000 personas contratadas.

"Si bien me parece una decisión muy válida del Gobierno porque es un lugar que, por la dinámica que se genera, es una fuente importante de contagio, para nosotros es muy difícil mantener a todo nuestro personal con sueldos arriba y poder seguir pagándoles si no están trabajando, porque no estamos teniendo ingresos", dice con preocupación.

- ¿Qué medidas han tomado?
- No nos estamos preparando para el 31 de marzo. El problema viene de ahí para adelante, porque yo creo que los casinos van a seguir cerrados y me imagino que, si los llegan a abrir, tampoco va a ser mucha la gente que vamos a tener de visita. Entonces, eso te lleva a una problemática no menor que uno que tiene que empezar a mirar en el tiempo hasta dónde es capaz de soportar. Pero, por otro lado, el próximo mes hay que pagar impuestos, seguir pagando los fondos previsionales de todos nuestros trabajadores, es mucha plata que está involucrada y donde no tenemos claro qué es lo que va a pasar o cuál es la visión del Gobierno en ese sentido.

- ¿Todavía no han tomado una decisión al respecto?. Latam, por ejemplo, anunció la rebaja del 50% del sueldo de sus trabajadores...
- Lo primero que estamos haciendo es tratar de entender qué es lo que nos va a exigir el regulador, porque no podemos llegar y tomar determinaciones por nosotros mismos. Yo tengo una superintendencia que nos regula y que dependemos en ese sentido, del Ministerio de Hacienda. Queremos entender hacia dónde va todo, porque la problemática que tiene Latam es distinta: ellos tienen un negocio que sigue funcionando y puede optar por tener más o menos créditos a más o menos plazo. Hoy esto nos pilla en un minuto donde a nuestras licencias les quedan tres años, y ¿yo a quién le voy a pedir plata diciéndole 'préstame dinero, pero te aviso al tiro que mi negocio se acaba en tres años y no te puedo asegurar que yo siga funcionando'?. Es una coyuntura bien especial, donde estamos analizando todas las variables.

Baja en la velocidad

- En el caso de Valmar, ¿cómo ha conjugado el velar por la seguridad de sus trabajadores con mantener las obras funcionando?
- En todas las empresas tenemos comités y subcomités de crisis, de manera de tener un contacto directo y saber de primera fuente todo lo que está ocurriendo. Y hemos hecho cosas que suenan muy complejas, pero a la larga son muy simples. La mejor manera de protegerse del contagio es guardando cierta distancia y tiempo. En este caso lo que hicimos fue extender el horario de almuerzo y hacerlos por turno, y en vez de almorzar 60 personas al mismo tiempo, lo están haciendo 20. Hay un montón de medidas prácticas para que todo siga funcionando y las personas sigan produciendo y teniendo ingresos, preocupándonos de darles todas las herramientas necesarias para poder tomar buenas decisiones. Esta es una pandemia que, si uno sabe atacar y cómo protegerse, no deberías contagiarte.

- ¿Entonces, no han tenido problemas de paralización de obras?
- En Concepción seguimos trabajando. Obviamente las velocidades están más lentas, pero lo seguimos haciendo por un tema de estacionalidad. Allá en abril-mayo se pone a llover fuerte y tienes que tener ciertas etapas de las obras listas. Hay cosas que debemos terminar y estamos trabajando en cada una de las obras, con la finalidad de que si en algún minuto hay que parar las faenas, no se generen mayores problemas.

- ¿Y cómo ha visto el desempeño de las ventas? ¿han ganado fuerza los canales online?
- A mí me gusta la cosa tecnológica. Estuvimos trabajando con nuestros vendedores de manera de meterlos un poco más en el mundo virtual y que ellos puedan invitar a sus clientes a hacer videoconferencias, compartirles archivos y llevarlos un poco a lo mismo que estamos haciendo los ejecutivos. Pero efectivamente hay una baja en la velocidad. También tenemos muchas cosas como país que son muy arcaicas, por ejemplo, el sistema de escritura y del Conservador de Bienes Raíces, nada de eso es 100% digital. Entonces, hay desafíos que se nos van a presentar con esto que debiesen tender a una modernización en todas las industrias.

Arriendo al Minsal

- ¿Actualmente cuál es el estatus de la clínicas que operan?
- Muy al contrario de lo que la gente piensa, el negocio de las clínicas está funcionando, tenemos toda la gente arriba. Pero tampoco podemos salir a lucrar con los enfermos de esta pandemia. El problema que tenemos hoy es que toda la gente que tenía operaciones programadas que no eran urgentes, fueron canceladas. Entonces, tenemos los hospitales con menos ocupación de lo que todo el mundo piensa. Claro, en algún minuto -y ojalá no sea así- con esta pandemia efectivamente se van a llenar, pero además con una hospitalización que desde el punto de vista médico es de mucho tiempo y de poco quehacer. Entonces, si lo pongo desde el punto de vista de negocios, no tienes mucho que facturar. Es un escenario complejo.

- ¿Qué rol han desempeñado sus clínicas en esta crisis sanitaria?
- En nuestra clínica tenemos una de las máquinas que permite detectar si tienes coronavirus o no, entonces hemos tenido mucha interconsulta de otras clínicas, porque solo hay una en el hospital regional y la que tenemos nosotros. Por ahora hemos estado ahí, al pie del cañón para ayudar en todo lo que podamos, pero evidentemente, aquí el tema va enfocado en apoyar el sistema de salud público, para que juntos podamos enfrentar la crisis.

- ¿Existe suficiente capacidad hospitalaria a nivel regional para enfrentar el avance del coronavirus?
- Se ha demostrado en todos los países que la capacidad hospitalaria no ha dado abasto, no hay ninguna duda de eso, pero como nosotros vamos jugando este partido con un poco más de información, ya nos han llegado solicitudes del Ministerio de Salud de si podemos aportar con el hotel que tenemos en el casino en Talcahuano para recibir pacientes de mediana o baja gravedad. El Estado está tomando conciencia de que va a estar corto en camas. Mi temor es que no sé si el peak va a ser ahora en abril-mayo o en junio. Los virus viven mejor con frío que con calor.

- Una crítica histórica a los gobiernos ha sido el centralismo del país. ¿Cómo ven desde regiones el despliegue fuera de Santiago?
- En situaciones como éstas, si no tienes una conducción centralizada, lo más probable es que fracases. Hay tres países que se caracterizan por tener líneas de conducción política bastante autoritarias y unipersonales, y que coinciden con los que han enfrentado esta crisis de mejor manera: Rusia, Corea del Sur y EEUU. Creo que en una situación como esta debe funcionar un régimen de estructura más bien militar, con un árbol de fluidez de instrucciones para que estas lleguen a todos lados y se hagan como se están decidiendo. Eso me hace pensar que el centralismo en este caso es bueno, a pesar de que estoy absolutamente en contra de él per se.

- ¿Cómo ha visto la reacción del gobierno frente al coronavirus?
- Esta es la típica situación donde nadie nunca está preparado para tener las respuestas inmediatas. Creo que el Gobierno ha ido avanzando en la línea correcta y lo que yo no sé es si las medidas tienen que extremarse o no en este minuto. Pero, sin lugar a duda, lo que está pensando el Presidente ahora es en la estabilidad del país, para poder tomar acciones más duras en el minuto que sea necesario. Y por ese lado, me deja también más tranquilo. Pero ¿cómo va a terminar esto? no lo sé, la verdad que estoy muy preocupado, esto nos pilla en un momento complejo, donde todas las industrias se ven afectadas.

- ¿Hay alguna medida económica que le haya llamado la atención?
- La urgencia de un proyecto de ley para la protección del empleo es básico. Si le sumamos a esta crisis que la gente se va a quedar sin dinero ¿cómo le vas a pedir a un padre de familia que se quede en la casa muriéndose de hambre? obviamente van a salir a la calle, entonces para mí ese es el pilar central.

Lo más leído