Construcción

Ponen en venta una de las esquinas más caras de Chile y casa del tradicional restaurante Tiramisú

"Dicen que es una de las mejores esquinas de Santiago", explica el propietario del inmueble, César Ravazzano, quien detalla que quien compre el edificio debe mantener el contrato de arriendo al restaurante.

Por: J. Troncoso Ostornol | Publicado: Miércoles 24 de junio de 2020 a las 15:02 hrs.
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La propiedad en venta incluye el local comercial de la esquina arrendado por una farmacia.
La propiedad en venta incluye el local comercial de la esquina arrendado por una farmacia.

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Poco más de $ 9.335 millones (unos US$ 11,4 millones). Eso es lo que pide el dueño del edificio donde se ubica el restaurante Tiramisú, César Ravazzano, que acaba de poner en venta la propiedad en 325.250 UF.

"Dicen que es una de las mejores esquinas de Santiago", explica Ravazzano en conversación con Diario Financiero, donde aclara que la venta incluye un contrato de arriendo con Tiramisú hasta 2035.

Los dueños del restaurante tienen una opción preferente de 30 días para ofertar por el edificio, explica su propietario, quien dice que ya tiene una propuesta seria sobre la mesa, que prefiere mantener en reserva.

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La propiedad en venta –un antiguo edificio de tres pisos y 1.300 m2 de superficie- se ubica en la esquina de Isidora Goyenechea con Augusto Leguía, en pleno barrio El Golf de Las Condes. Son 250 UF por metro cuadrado, con lo cual, de venderse en ese precio el terreno, éste sería uno de los más caros de la zona.

Gran parte del inmueble es usado por la famosa pizzería Tiramisú, fundada en julio de 2001 por el matrimonio de Patricia Roccatagliata y Fuad Lama, y que es considerado el restaurante que mayores ventas tiene por metro cuadrado a nivel nacional, sin considerar establecimientos de comida rápida.

También está incluido el local de la esquina donde hay una Cruz Verde, también arrendado al restaurante, pero éste se lo subarrendó con autorización a la cadena de farmacias.

"Yo tenía la propiedad a un precio más caro, ya bajé el valor; lo que pido hoy es lo mínimo, no lo vendo por menos", dice Ravazzano, chileno residente en Costa Rica. "Estoy vendiendo porque vivo fuera de Chile casi todo el tiempo y soy una persona de avanzada edad", dice el vendedor, de 80 años, ocho hijos, seis nietos y tres bisnietos.

"Si no hay ofertas por lo que pido me quedo con el edificio. Tiramisú es una muy buena empresa, tenemos una muy buena relación desde hace más de quince años", añade.

Originalmente, todo el edifico fue de Loreto Cousiño de Lyon; una parte lo adquirió la mamá de César Ravazzano, quien fue dueña de la farmacia El Golf, donde hoy se ubica un local de la cadena Los Castaños, al otro extremo del edificio del Tiramisú. "Yo le compré la propiedad a mi madre hace varias décadas atrás. Viví ahí un tiempo y luego decidí arrendarla", explica.

Interesados

El año pasado, Tiramisú cumplió la mayoría de edad. Partió con un pequeño local en Isidora Goyenechea un poco más arriba de la Plaza Perú. Un par de mesas, dos mozos y una carta de pizzas, ensaladas, postres y tragos realizada por sus dueños.

El éxito no tardó en llegar; el boca a boca impulsó el negocio. Dada la gran llegada de comensales, el restaurante se amplió hacia la calle, donde se instalaron mesas con sus tradicionales manteles a cuadrillé rojo con blanco.

Al poco tiempo, el local nuevamente se hizo chico. Se compraron nuevos hornos y se construyó el salón que está a la derecha de la entrada principal, conocida como la zona antigua. La alta demanda hizo que la pizzería se expanda hasta tener mesas por Augusto Leguía. Hoy todo está cerrado por la pandemia.

Varias empresas inmobiliarias han estado tras este exclusivo paño de Las Condes. ¿El plan? Echar abajo los antiguos edificios para dar espacio a modernas torres de oficinas. Según expertos del área inmobiliaria, el éxito del Tiramisú tira por tierra cualquier proyecto inmobiliario: vende tanto cada 30 días que se ha hecho imposible romper con los contratos de arriendo.

"El lucro cesante que se tendría que pagar es demasiado alto y hace que cualquier proyecto de oficinas en ese espacio sea inviable", dice un agente inmobiliario.

No obstante, Ravazzano afirma: "Más adelante se podrá construir un edificio ahí. Pero primero se tendría que adelantar el término del contrato con Tiramisú y eso es cosa del eventual comprador".

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